Crisis de liderazgo en el seno de la SEJ y el inminente relevo directivo

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Como era de esperarse al interior de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), se hace evidente la crisis de liderazgo de los principales personajes que están al frente de dicha Secretaría.
El desgaste natural producto de trascender dos sexenios (el de Enrique Alfaro y lo que va de la administración del actual gobernador Pablo Lemus) hace evidente que muy pronto se anunciarán cambios en dicha secretaría. La SEJ es un espacio con un alto nivel de visibilidad, para bien y también para mal; el responsable y titular de dicha Secretaría fue ratificado en el cargo en una serie de negociaciones entre las élites políticas del partido gobernante MC, el SNTE local y el gobernador saliente. El decidir por la ratificación no significa que el actual titular de la SEJ haya sido plenamente apoyado en el cargo. Dicha ratificación no significa que hubiera sido una propuesta de Pablo Lemus para la SEJ.
El desgaste de la cúpula dirigente de la SEJ es atribuido a lo previsible de las iniciativas de política educativa, el proyecto Recrea, que fue la propuesta y el as en la administración anterior; hoy su continuidad exige nuevos formatos y un ejercicio estructural de reinventarse, cosa que no quieren y no pueden hacer, ya no cuentan con tantos recursos como los que se tuvieron hace seis años para dar cuenta de un despliegue mediático sin ningún tipo de obstáculos.
El desliz mediático del que fue objeto el secretario de Educación (sea verdad o forme parte de un montaje o una provocación) es una mancha que no se puede borrar fácilmente.
Por otro lado, tenemos que algunas personas ligadas a Pablo Lemus están exigiendo que se les coloque en posiciones que les garanticen una mayor visibilidad política. La carrera a la sucesión de la gubernatura, aunque de manera prematura, ya arrancó desde este momento. Además, Pablo Lemus tiene una brillante oportunidad de deslindarse de las herencias que le impuso su antecesor y “amigo” Enrique Alfaro.
La gestión de Juan Carlos Flores Miramontes ha sido en lo general insuficiente; cumpliendo con lo mínimo, ha habilitado una compleja red de infraestructura tecnológica que le ha apostado a la virtualización de la gestión escolar y en eso ha sido congruente.
De ser un extranjero de la educación pública de Jalisco y llegar huérfano sin equipo de trabajo, poco a poco entre el SNTE y la burocracia le han confeccionado un equipo a modo, un conglomerado de oportunistas que le han sacado provecho político y administrativo al enquistarse en la educación pública de Jalisco. Pero todo esto ya llegó al límite; no hay más que hacer.
Por otro lado, tenemos la necesidad de un cambio, y bajo esta coyuntura impensada, Pablo Lemus tiene la oportunidad de desplegar un proyecto educativo serio y con visión a futuro.
Lo que han venido demostrando las distintas administraciones del PAN, PRI y ahora MC es el interés desmedido por sacar beneficios económicos y políticos al estar en educación. Pablo Lemus puede continuar con ello a partir de proyectar incluso a su “gallo” como su posible sucesor, pero sería burdo hacerlo de manera inminente y con tanta antelación.
Es importante que el gobierno actual comience a asumir compromisos académicos, a partir de algunas de las posiciones en educación. Si bien tenemos crisis de cuadros destacados que sean capaces de incorporarse a la administración pública con decencia y con seriedad, habría que equilibrar las cosas. Se trata de que en la nueva SEJ se tengan políticos con el decoro de las aspiraciones y la proyección de la carrera política, pero también académicos que se encarguen de construir una propuesta educativa regional, que nos pongan al día en el uso de los avances tecnológicos, pero que también sean sensibles en entender las necesidades específicas en el contexto estatal, por regiones, por sectores de población y hasta por niveles educativos. Se requiere un liderazgo que amalgame lo académico con lo institucional y que mueva las piezas que deba mover para hacer avanzar el sistema. En estos últimos años se vive una sobreburocratización de la SEJ que de nada sirve; se debe de pensar en lo sustantivo y en lo sustancioso, atender al magisterio como prioridad, haciendo a un lado al SNTE debido a que estorba en los proyectos de cambio, pero también a las comunidades para responder a las demandas específicas.
Esperemos que muy pronto se anuncien cambios en el seno de la SEJ, pero más aún, esperamos que dichos cambios sirvan para garantizar una mejoría sustantiva y que sirvan para el arribo de una gestión más democrática, dialógica y participativa.

*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • Elia Leticia Lima Pineda
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    De acuerdo con su escrito, Mtro. Pérez Reynoso.

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