Cómo usar robots en el aula

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Robots en las aulas era una frase lejana hace algún par de décadas. En nuestros tiempos, el uso de robots en laboratorios, representa una posibilidad real, dependiendo de cada nivel educativo, así como de la vocación de la institución, se cuenta con laboratorios con brazos robots que entre otras funciones pueden realizar ensamblados, trabajar en líneas de producción y demás.
Estos laboratorios sirven para los bachilleratos bivalentes o en nivel superior, para las distintas ingenierías, sin embargo, se cuenta con otro tipo de robots que poco a poco han estado incorporándose en las aulas de otros niveles educativos, son robots lúdicos que pueden usarse fácilmente en las aulas.
Se cuentan con diseños y tamaños diversos que permiten, sobre todo a los pequeños, apropiarse el concepto de robot desde una perspectiva que además de lúdica, facilita la comprensión al tener diseños familiarizados con animales, vehículos o robots levemente antropomorfos.
En niveles de preescolar y primaria, se puede trabajar desde sensibilización, hasta rudimentos de programación que dependiendo de los diseños pueden ser muy visuales y en lenguajes muy parecidos a los nuestros, es decir, usan códigos que facilitan su programación y por tanto su uso en las aulas.
Estos procesos de sensibilización forman parte fundamental del proceso para la sensibilización hacia carreras de ingeniería, directamente e indirectamente hacia espacios de humanidades donde los robots se pueden incorporar a la docencia como parte de la formación –tal y como se ha visto hasta esta altura del artículo-, hasta otros usos específicos.
Este tipo de iniciativas, deben ser complementadas con otras de dimensiones mayores en otros niveles escolares de forma que ya no sea únicamente sensibilización, sino también generación de tecnología.
El uso de robots es fácil, lo difícil es conseguir los recursos para poder tenerlos en las escuelas toda vez que resultan relativamente caros para el poder adquisitivo del grueso de la población de países como el nuestro e incluso para el presupuesto de los centros escolares que son realmente inexistentes.
Por otro lado, el uso es bueno en niveles educativos iniciales, pero en media superior y superior, se debería trabajar en la producción de robots para la innovación de procesos productivos, generación de materiales y producción de los componentes necesarios para el ensamblado de esos robots.
Es decir, los laboratorios deberían estar centrados en la producción de robots propios y así tendríamos ingenierías que realizarían desarrollos para lograr generar una dinámica que propiciaría el desarrollo tecnológico de nuestro país y de la región, pensando en Centroamérica y Sudamérica.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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