¿Cómo entendemos y nos apropiamos de un proyecto político?

Marco Antonio González Villa*

Diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales han planteado desde hace varios años que pese a la individualidad y las diferencias obvias que hay entre las personas, existe la posibilidad de que se presenten la interpercepción y la conciliaridad que posibilitan poder compartir significaciones sociales que favorecen la cohesión y creación de grupo; no obstante, esto puede ser, en un afán de polemizar, una simple ilusión y en realidad no se asimilan y/o conciben igual dichas significaciones, coincidiendo sólo parcialmente, por lo que los fines que se persiguen como grupo no son abordados o entendidos de la misma manera.
El próximo domingo, si las estadísticas y las tendencias no fallan, o si no se cae el sistema, tendremos por primera vez a una mujer al frente del Poder Ejecutivo, la representante de MORENA con mayor probabilidad, por lo que la visión y proyecto de la figura presidencial tendrá, por lo menos, dos elementos inusuales en este rol político: una perspectiva femenina, distinta lejos de polarizaciones sexistas o de género, y una visión de alguien formado en Ciencias.
Tal situación pareciera ser, de inicio, algo positivo para el campo de lo educativo, pero es aquí en donde puede venir la limitación en lo que se refiere a la apropiación de un proyecto de otro. Es un hecho que cada Reforma Educativa trae consigo diferentes complicaciones en su implementación, siendo la falta de comprensión y precisamente de apropiación de los docentes una limitante al llevar el proyecto a las aulas; la Nueva Escuela Mexicana se encuentra precisamente en esta fase de confusión, dudas y malos entendidos en la forma de trabajo en el salón de clases, así como de los objetivos que realmente persigue.
Por tal razón, será totalmente necesario que la mandataria, junto con su grupo de trabajo, se den a la tarea de difundir e instruir, con especificidad y no con supuestos, su proyecto educativo. Cuando miramos la escena y la historia internacional ese hace patente que cada mujer que ha dirigido a una nación ha generado cambios significativos y sustanciales para su país, sobre todo en lo que a lo económico refiere, pero tenemos ahora la posibilidad de contar con alguien que sabe y tiene conciencia plena de los procesos formativos y madurativos que trae consigo el formar y fomentar la ciencia entre niños, niñas y adolescentes, por lo que asumimos un cambio, al mismo tiempo que un distanciamiento con el presidente actual, en la forma de dirigir CONAHCYT, por ejemplo, brindando mayores apoyos a proyectos en las diferentes áreas del saber y la cultura.
Lo que es un hecho es que no tendrá una tarea fácil, ya que debe conseguir que sociedad, economía y educación, tengan una relación estrecha y ofrezcan un verdadero cambio social que reposicione nuevamente a las escuelas en el lugar social que les corresponde, o deberían tener. Si su proyecto logra ser entendido y asimilado podrán darse cambios importantes, de no ser así, seguiremos con la inercia de las últimas décadas. El domingo empezaremos a verlo.

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx