Como cucarachas en quemazón

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

El campo de la educación es tan vasto que me atrevo a decir que lo es todo en el ser humano literalmente. Se refleja la educación en el dejo de voz, en la forma de expresarse, en la cultura que se externa porque conoce o desconoce temas, en la forma de vestir y, en fin, por muchos canales de comunicación se observa la educación buena o mala.
Desde hace algunas décadas se tomó (a mi parecer) la mala decisión de eliminar en lo académico, la asignatura de Civismo, ahora se imparte Educación Cívica, que no es lo mismo. Con Civismo se cubren varios aspectos y entre ellos el respeto a todo y a todos. En su momento el respeto era a quien fuera adulto o niño, a los amigos, al prójimo simplemente por ser otra persona, respeto a la vida y a la muerte.
En el área de la vialidad (por mencionar un ejemplo) es un espacio de los más deteriorados, devaluado y campo de batallas para cualquier persona que camine por la calle o maneje; principalmente por el gran abuso, falta de civismo, mala educación y conciencia de todos aquellos que manejan motocicletas. Desgraciadamente conozco personas que han perdido familiares porque los atropelló algún motociclista y con huir… cierran los ojos a la desgracia que han dejado en alguna familia. Claro que también hay quienes desgraciadamente han perdido familiares accidentados en las motocicletas por autos. Es una tristeza enorme no comprender que la calle es un lugar en el que se debe transitar con precaución.
Los motociclistas se han vuelto una verdadera plaga, creen que el balizar las avenidas es para que ellos tengan un carril por el cual pueden circular a toda velocidad sin considerar personas que atraviesan, vendedores ambulantes o simplemente que una persona abra una puerta de los vehículos por alguna razón. Esas motocicletas, se adquieren con facilidades y a costos económicos, pero no son el problema, sino los que manejan sin la precaución imperante que se requiere al usar tal vehículo que ellos mismos han convertido en armas.
Para quienes usamos autos, es aterrador estar en una luz roja esperando el cambio a la luz verde porque salen motocicletas como cucarachas en quemazón, salen por la izquierda, derecha, rebasan sin precaución y sin importarles nada. Toman los espacios como propios sin comprender que existen reglas a obedecer. Los semáforos en luz roja, parecen no importarles y menos les importan los peatones.
Las leyes de tránsito son para poner orden, deben aplicarse. Según sabemos, es obligatorio traer casco para los motociclistas y como alguna vez dijeron en la radio, si no usan casco, es que no hay nada que proteger.

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

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