Coco y la educación familiar

Marco Antonio González Villa*

Ha sido un éxito en taquillas y en las fibras sensibles de los espectadores. La película Coco tiene el acierto de rescatar diferentes elementos que forman parte de la identidad y de la ideología del y de lo mexicano, tal como lo representa el contexto en torno al Día de Muertos que mostró una fotografía animada de la vivencia de diferentes pueblos en nuestro país.
Independientemente de la temática y la carga emocional que transmite desde un inicio el largometraje, muestra también, de manera consciente o no, diferentes elementos que ponen de relieve aspectos significativos en relación a la forma de educar a los niños por parte de las familias.
En este breve espacio me centraré sólo en algunos de ellos. El primero tiene que ver con el papel central que juega la familia, sobre todo aquella representativa de un ámbito rural, en donde se observa que las costumbres y tradiciones se preservan a través de la herencia generacional; cuando una festividad es vivida de manera significativa y con compromiso afectivo por parte de los padres, es posible que perdure y se preserve en la futura adultez de los niños con sus respectivas familias.
Observamos también que cuando un oficio genera orgullo y se ejerce con dignidad y honradez, se busca enseñar y compartir con los hijos, dotándoles de esta manera de una herramienta para hacer frente a sus necesidades económicas; es una forma directa y eficiente de preparar para la vida. El oficio lamentablemente, por cierto, es una práctica que se ha ido perdiendo con el tiempo.
Es importante también resaltar la manera en que se forman y construyen los mitos familiares, cuyo origen fundacional tiende a ser la respuesta emocional ante un acto incomprensible e inaceptable, cubriendo con una mentira una verdad que lastima. En el caso de la película la aversión por la música solamente representaba el dolor sufrido por el supuesto abandono parental; de esta manera tenemos en México a muchas familias que inventan historias totalmente falsas e insostenibles por no tener la capacidad de manejar una verdad insoportable, como podría ser el familiar pedófilo o ladrón.
El último elemento que quiero referir y que me parece interesante reside en que será la familia el principal apoyo para que una persona alcance sus metas en la vida. Los sueños de un niño, incluso de un adulto, difícilmente encontrarán en las escuelas, en las autoridades o en los dirigentes una mano que les brinde ayuda, serán siempre las personas cercanas, significativas e importantes las que tenderán puentes, romperán barreras, superarán sus propias necedades y expectativas, todo con tal de lograr que un niño vea cristalizados sus ideales, sus anhelos, sus pasiones…
Coco rescata muchas cosas bonitas de nuestro país, me gustaría pensar que también nos puede ayudar a buscar rescatar los vínculos y encontrar, nuevamente, familias conformadas por hijos, mamás, papás, tíos, abuelos, bisabuelos… como se veía en épocas pasadas. Mientras eso ocurre, sigamos con el nudo en la garganta.

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx