Ahora el gobierno de izquierda emprende acciones de derecha. Señora presidenta. La reforma al ISSSTE sí, pero no así
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
La nueva iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE ha generado una fuerte indignación, no solo en el magisterio federalizado, sino también en toda la burocracia federal a nivel nacional. Y es que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha lanzado una iniciativa al Congreso de la Unión para reformar la ley del ISSSTE, en donde (entre otras cosas) deberán ser las y los trabajadores quienes deberemos financiar las mejoras a la infraestructura en las instalaciones del ISSSTE para mejorar la atención médica en distintas regiones del país.
En contraparte, no solo existe infinidad de empresarios que evaden impuestos y que tienen un trato preferencial por parte del SAT, sino también que ya se detectan algunas prácticas de corrupción al interior del gobierno que se supone es de izquierda. No solo eso, esta iniciativa ha crispado y confrontado a los trabajadores con la que se supone que es la presidenta del pueblo.
No existe justificación alguna para emprender ningún tipo de medidas antipopulares; lo vemos en la intención de reformar el ISSSTE y lo hemos visto un poco antes en los intentos de intromisión en CREFAL, organismo educativo con un claro prestigio y una larga trayectoria.
El gobierno de la izquierda (o de la supuesta izquierda en México) está actuando peor que los recientes gobiernos prianistas y emecistas. Repito, ninguna iniciativa antipopular se justifica por ningún lado y por donde se le quiera mirar.
Dicho anuncio ha servido para tener como respuesta un descontento generalizado; de esta manera se comienzan a movilizar docentes, incluso de lugares que no tienen una larga tradición de lucha. La CNTE, en su Asamblea Nacional Representativa, ha acordado realizar un paro de labores y una magna marcha nacional para el día jueves 6 de marzo. Las maestras y los maestros de distintas regiones del país, con este pretexto, han recuperado su vocación de lucha democrática.
Ante un gobierno que manda señales muy confusas, como el decirse de izquierda hoy en día, pero actuar como de derecha, no es grato para nadie. Se requiere el surgimiento e irrupción de una nueva propuesta de izquierda, de un proyecto democrático que tenga claridad en los principios, en las acciones y que no luche por el poder, sino por la transformación del país.
De igual manera, la lucha de las maestras y los maestros en el estado de Jalisco deberá combinar la lucha al oponerse a la reforma a la ley del ISSSTE, en el ámbito federal, pero también al saneamiento de la Institución de Pensiones del Estado (IPEJAL), y a la exigencia por democratizar los espacios y las prácticas educativas en la entidad.
En esta nueva batalla histórica, el SNTE de nuevo es el gran ausente; no opina y no propone debido a que ya tienen compromisos pactados a partir de la negociación que previamente se ha hecho a nivel nacional.
En educación no sólo hay un descarado olvido de las instituciones formadoras de docentes (Normales y las unidades de la UPN), también está el intento de realizar prácticas monopólicas que beneficien al partido en el poder. Casi como le hacía el PRI, en sus peores tiempos, o el PAN en su fugaz oportunidad en el gobierno.
El modelo educativo basado en la implementación obsesiva de universidades del bienestar y universidades ligadas a la 4T no es la alternativa, la propuesta educativa del gobierno actual está generando mucho descontento, sobre todo, en las instituciones de educación superior.
Anteriormente se ha anunciado una ambiciosa iniciativa para mejorar el funcionamiento de la educación media superior (el bachillerato); eso está muy bien, pero también deberán mirar hacia arriba, en la lógica y el funcionamiento de las instituciones de educación superior.
En mi hipótesis, parece que se pretende ideologizar la educación; se trata de reeditar el esquema corporativista del PRI, pero con otro nombre y otros colores, que en el fondo es lo mismo.
La educación es el único espacio que garantiza un margen un poco mayor de flexibilidad y autonomía; no es posible pretender afiliar corporativamente a los trabajadores de la educación a un solo partido. Y Morena pretende sacar tajada de la coyuntura actual para aumentar su membresía a partir de cooptar y adherir a personajes, conciencias y ciudadanos libres.
Tanto la educación y el sistema como las prácticas institucionales son espacios públicos que deberán quedar blindados de todo intento de corporativizarse. Lo del ISSSTE es solo un experimento de algo que seguirá y eso no es posible. Las maestras y los maestros han decidido manifestarse justificadamente en contra de estas imposiciones que vienen paradójicamente desde la supuesta izquierda.
No es posible dejar pasar todo esto. ¡LA REFORMA AL ISSSTE NO PASARÁ!
*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]
Excelente reflexión y como bien dices, esta izquierda está muy derecha.
Saludos