A 10 años de Ayotzinapa y la sociedad se pregunta ¿dónde están los 43 normalistas?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Era el 26 de septiembre del año 2014 cuando en el estado de Guerrero se presentó un evento inusual, una brigada de alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa se encontraban en la ciudad de Iguala haciendo trabajo de brigadeo. De repente se suscitan una serie de hechos inusuales, los 43 normalistas son detenidos, golpeados y se presume que más adelante fueron asesinados. Los 43 quedan como desaparecidos, de un evento histórico cargado con un alto nivel de confusión y sorpresa; desaparecen 43 estudiantes normalistas. Dichos estudiantes son de primer grado que estudian la carrera de magisterio; pertenecían al mismo grupo y a 10 años de distancia, y aún con la promesa del presidente saliente López Obrador, aún esperamos la respuesta convincente. A 10 años aun nos faltan 43.
Cabe decir que las Escuelas Normales Rurales, que en este momento sobreviven 17, forman parte de un proyecto popular que ha sobrevivido a los embates y a las presiones de los gobiernos neoliberales; brindar educación superior a hijos de campesinos y de obreros pobres, además de formarse para ser educador o educadora se tornará en un plus o en un valor agregado, ya que existe un sector de jóvenes que debido al estudio logran superar la franja de pobreza material y cultural y, de esta manera, dichos estudiantes se convierten en promotores que son capaces de contribuir, a partir del capital adquirido, a generar proyectos e iniciativas de desarrollo social y cultural que ayude a sus comunidades de origen y, de esta manera, ayudan a superar la franja de pobreza extrema en donde se encuentran.
El surgimiento de las Escuelas Normales Rurales (ENR) fue un proyecto de la herencia de la revolución mexicana, a partir de la necesidad fundacional de formar docentes para incorporarlos al medio rural y de formar docentes de los extractos sociales más pobres para regresarle a su comunidad lo que han aprendido.
Otro rasgo u otra distinción de las Normales Rurales en nuestro país viene siendo mayoritariamente la formación combativa de sus egresados, de esta manera, egresados de Atequiza, Jalisco; Tiripetío, Michoacán; Cañada Honda, Aguascalientes; San Marcos, Zacatecas; el Quinto, Sonora; Teteles, Puebla; Saucillo, Chihuahua; Amitzingo, Morelos; Hecelchakán, Campeche, Matumaczan, Chiapas; El Mexe, Hidalgo; Panotla, Tlaxcala; Tenería, Estado de México, Tamazulapan, Oaxaca y Ayotzinapa, Guerrero. Recientemente se integró Aguilera, Durango. En el origen funcionaban como escuelas con sistema de internado, con dormitorios en la misma Escuela Normal y eran unigenéricas (varones o señoritas).
Tenemos, por tanto, que lo que pasó hace 10 años en Ayotzinapa no es un evento aislado, ni casual, ni fortuito, forma parte de una escalada de violencia en contra del normalismo movilizado. Personas como Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cábañas Barrientos, Arturo y Jacobo Gámiz García, son egresados de Normales Rurales.
El hecho de que nos faltan 43 es un reclamo real y a la vez simbólico, he escuchado testimonios de sus padres, se sienten tristes con un coraje y una impotencia. Lo más triste de los hechos es que el presidente López Obrador les prometió una respuesta global para encontrar el paradero de sus hijos. A 10 años de distancia, el paradero de los 43 aún es incierto.
El presidente ha querido deslindar al ejército, pero el ejército mexicano también está involucrado. Reconocer su culpabilidad o responsabilidad es asunto nuevo, el asunto también es una culpa histórica.
Han pasado 10 años de un hecho inusual y sorprendente, para el cual no ha habido ni disposición, ni capacidad técnica, ni política para conocer la verdad.
Por lo pronto, las y los normalistas que mantienen la lucha hasta ahora, gritan: AYOTZINAPA VIVE Y LA LUCHA SIGUE Y SIGUE… Una lucha por la verdad y por la justicia. Una lucha motivada por encontrar respuestas convincentes a 10 años de distancia.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

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