Los desaciertos administrativos de la Secretaría de Educación Jalisco

Andrea Ramírez Barajas*

Ya faltan pocos días para el primero julio, en donde la alternancia política está asegurada en el país y también en el estado, las oficinas de gobierno de todas las dependencias están apuradas haciendo infinidad de trámites y acomodando las cosas de última hora. Un día después de las elecciones viene el primer corte de entrega–recepción de las instancias de gobierno de primer nivel y, más adelante, y de manera escalonada se tratará de que continúen dicho proceso.
En educación no le cuadran las cuentas al “señor secretario” y su equipo compacto, este sexenio ha sido el más desastroso en términos administrativos, existen miles de docentes de educación básica que (aun siendo idóneos y con nombramiento en mano), no les han pagado desde hace meses, hay otros que tuvieron cambio de adscripción y no se les ha regularizado su pago en el nuevo espacio de trabajo, otros tantos que concursaron por un “ascenso” y que debieron tener acceso al estímulo salarial (que sustituye a carrera magisterial) pero no lo han disfrutado hasta ahora.
La estructura administrativa de la SEJ ha burocratizado de tal manera la tarea de gestión y de trámites, que nadie resuelve. De una dependencia los mandan a otra sin que nadie sea capaz de resolver o dar aguilidad a los asuntos pequeños o grandes, desgraciadamente esa es la tónica, no de ahora, sino desde que llegaron a gobernar en 2013. En esto, el sindicato y su cultura ha sido un buen gestor a modo, ya que sus trámites sólo sirven para agilizar las inconsistencias de la gente cercana (familiares, amigos, sindicalistas y no sindicalistas), en cambio, para los docentes comunes, los maestros de a pie, los que asisten regularente a trabajar, para ellos no hay quien vea por su causa y destrabe los caminos que no permiten que reciban lo que les corresponde por ley y justicia.
Los problemas admistrativos en el seno de la SEJ se dieron desde el primer día de gestión, el titular de dicho organismo no contó con un equipo de trabajo y de colaboradores, sino un grupo de personas nombradas de acuerdo a una lógica de reparto de poder (a modo de rebanadas de pastel) para repartir las cuotas derivadas de los compromisos de campaña del gobernador y del propio titular de dicha dependencia.
Quienes hemos seguido de cerca la vida de la SEJ, creímos que los 18 años de panismo en Jalisco habían sido los peores por el estancamiento educativo, los rezagos que dejaron, la robusta nómina de personal administrativo y de asesores, la desaparición y venta de plazas, los recortes a la nómina de maestros, el cierre de turnos y grupos gracias a la medida administrativista llamada RAM, entre tantas cosas, pero no fue así, la gestión actual ha rebasado todos los niveles de incompetencia, no hay una sola área en la SEJ que no tenga desajustes, el principal pecado se centra en el manejo discrecional de los recursos materiales, humanos y financieros, destapan un hoyo para tapar otro y a esta altura del sexenio y al haber sido rebasados la SEJ es un campo minado.
El tema urgente y eso preocupa sobremanera, es si les va a ajustar el tiempo para resolver los asuntos pendientes, porque en lo que se refiere a dinero, creo que allí nos quedarán a deber a los jaliscienses y el asunto es: ¿quién los obligará a dar cuenta de los números que no cuadran y las deudas pendientes por pagar?

*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]