La investigación en la educación Normal

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

En el marco de la realización del 2º Congreso Nacional de Investigación en Educación Normal (CONSIN) el cual se llevó a cabo del 20 al 23 de este mes de marzo en la ciudad de Aguascalientes, esta es la segunda ocasión en que la DEGESPE convoca a este evento.
Quiero confesar que aunque tenía una contribución aprobada (presentación de un libro) no pude asistir a dicho evento, con esta disculpa (uno no puede hablar de un evento al que no asistió), quiero referirme al rótulo central de este evento “investigación en Educación Normal”. Aquí damos por hecho que en las escuelas Normales se hace investigación, cuando por tradición en dichas escuelas predominaba la docencia con la intención de contribuir a formar nuevos docentes.
La investigación en el seno de las escuelas Normales es un asunto espinoso, pasa incluso por el reconocimiento de algunas variables:

a) Las condiciones institucionales para hacer investigación: (apoyos, recursos, condiciones óptimas desde cada escuela Normal), considero que no son las más adecuadas.
b) Conformación de cuerpos académicos, grupos de trabajo o redes de investigadores que abran y se inscriban a una línea de trabajo con la finalidad de generar conocimientos y formar parte de dicho campo especializado de conocimientos.
c) El reconocimiento (en dicho nivel) de tradición de investigación al interior de las escuelas Normales, líderes académicos, sujetos interesados, dinámica de trabajo institucional y pertinencia en las temáticas elegidas.
d) Un capital institucional acumulado de tal manera que logre moverse en la perspectiva de desarrollar algunos estudios y generar conocimientos pensados en contribuir en los campos específicos de conocimiento.
e) El primer objeto de investigación en el seno de una escuela Normal es la propia escuela, es decir, el conocimiento de nosotros mismos, quiénes somos, qué hacemos, cuál es nuestra trayectoria, cómo contribuimos a la formación, cómo nos vinculamos con la formación, qué oportunidades de desarrollo institucional se nos presentan, etcétera.
f) El diseño y desarrollo de ciertas líneas y áreas de investigación.

La investigación por su definición literal está asociada a la producción, circulación y uso de conocimientos pertinentes, aquí cabría una última pregunta, ¿qué necesidades de conocimiento se tienen al interior de las escuelas Normales? Este es –para mí– el punto central de la discusión, pero el cumplimiento de dichas necesidades de conocimiento no se pueden resolver desde la propia planta académica encargada de desarrollar tareas de otro tipo, es necesario acordar con otros (con gente que venga de afuera a que nos ayuda a investigar-nos), ¿hasta dónde los forasteros tiene autoridad moral y académica para estudiarnos y estar abiertos para conocer lo que aquí hacemos?
Las preguntas están ligadas con el desarrollo académico y tienen un factor ético, de ahí que de lo que se trata de saber realmente es ¿qué conocimientos se están generando desde la investigación que se realiza al interior de las escuelas Normales?
En esta ciudad se han realizado Congresos de Educación Normal cada año, el último se llevó a cabo en Ciudad Guzmán el pasado mes de noviembre, no he asistido a ninguno de ellos (no he sido invitado), dichos congresos giran en torno a socialización de experiencias, a reflexionar y proponer en torno a mejorar la práctica educativa y en menor medida en torno a investigar. Solo la Dr. Víctor Ponce en su paso por la ENSJ y en menor medida la Dra. Gabriela Flores en la BCENJ intentaron instalar un dispositivo institucional pensado en fomentar e incentivar la investigación al interior de la escuela Normal a su cargo respectivamente, ambas iniciativas quedaron truncas debido a otros motivos.
Las preguntas están ahí, las preocupaciones también y termino con otras dos preguntas más: ¿para qué le sirve a las escuelas Normales fomentar la investigación educativa?, y de ahí ¿se formará en y para la práctica de mejor manera con la intención de mejorar la calidad profesional de los nuevos y futuros docentes?

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • Ricardo Cervantes Rubio

    Comparto la visión del Dr. Miguel Ángel, en algunos casos a las escuelas normales del país se les siguen identificando y operando como primarias o secundarias “grandotas” sin autonomía académica y en otros rubros importantes. Pero por otro lado, se quieren tomar como modelos otras instituciones de nivel superior, pero sin las condiciones en las que ellas operan. Por ello puedo decir que hay mucho por hacer desde distintas aristas si queremos que las normales sean verdaderas escuelas del nivel superior donde se gesten condiciones factibles que garanticen trabajo con buen nivel y puedan hacerse las tareas sustantivas y adjetivas que se necesita atender, desde lo interno como en lo externo. Por lo anterior sólo queda esperar que las autoridades den el palomazo que repercuta en la creación de las condiciones que se necesitan para operar esta ardua tarea a quienes les interesa hacer investigación y difusión del conocimiento. Aunque se debe rescatar y decir que en otras normales del país han hecho el esfuerzo para operar esto, pero de manera desarticulada con sus fraternas, lo que implica una necesidad imperante de formar redes entre ellas que garanticen por lo menos el intercambio de información y experiencias. Debemos caminar con pies de plomo

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