Retos y problemáticas para los adolescentes de hoy
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Los y las adolescentes de nuestro entorno viven un proceso de desarrollo fugaz y galopante, dicho proceso se vincula casualmente con los tres años de estancia en las escuelas secundarias de nuestro entorno. Es digno reconocer que las escuelas secundarias no están respondiendo en muchos de los casos de manera favorable en el desarrollo integral de los y las adolescentes, éstos y éstas tienden a camuflagearse para hacerle creer a la propia escuela que están contentos y satisfechos con la educación que reciben, pero no es así en muchos de los casos.
Gran parte de las problemáticas a las que se enfrentan los adolescentes son inéditas, si bien tienen su origen en factores estructurales por el propio recambio social, muchos de ellas obedecen a un proceso lento y silencioso de cambios en los sujetos, a partir de los cambios en la estructura y organización familiar, en las nuevas representaciones sobre la formación escolar, en la influencia de los medios de comunicación y en la incertidumbre de un futuro cada vez más incierto para los propios jóvenes.
Los nuevos problemas adolescentes o de los y las adolescentes, se viven a partir de nuevas manifestaciones en el comportamiento, el cuting, la violencia entre iguales, las posturas desafiantes y contestarías, la indiferencia ante la formación escolar, las adicciones, el grafitti, la adicción a las redes sociales, el uso de algunos mutilaciones o cambios en el cuerpo para manifestar su rebeldía, etcétera, forman parte de estos cambios a los que me refiero, son pocos los especialistas que al trabajar con adolescentes, logran a partir de ponerse en el lugar del otro, establecer certera y significativamente esa empatía tan necesaria. A partir de un trabajo sobre investigación diagnóstica realizado en la UPN, en algunas escuelas secundarias de esta ciudad, con alumnos y alumnas que practican el cuting, estos manifestaban en su totalidad que no creían en los psicólogos, tampoco en las trabajadores sociales ni en los orientadores para que los atendieran, cabe aclarar que el cuting es una práctica recurrente y obsesiva de cortarse la piel con algunos objetos como el cúter o el borrador, los jóvenes que la practican tienden a utilizar sudaderas o prendas de manga larga para ocultar las heridas producto de los cortes que se practican, dicho fenómeno está asociado con ciertos estados de depresión y su práctica (la de cortarse llega un momento en que ya no genera dolor) los adolescentes que la practican van habituándose a la misma, terminan por perder el control al cortarse o mutilándose la piel, tienden a aislarse del resto de sus compañeros y en ocasiones se juntan con sus iguales son mal vistos por el resto, y se hace poco para ayudarlos.
Las instancias de las escuelas secundarias reconocen la dimensión y gravedad del problema pero poco hacen por atender, ya que se cuenta con muy pocos recursos técnicos para enfrentarlo. Es hasta cierto punto común ver en cada aula de secundaria 2 o 3 personas que practican el cuting, ante ello la escuela o los docentes procuran no darse cuenta, porque sin mirar este tipo de problemas creen que así es como pueden ayudar. Esta forma aparte de los problemas emergentes de los adolescentes, requiere con urgencia diseñar propuestas e iniciativas de intervención.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx