La importancia de la investigación educativa en la gestión de los sistemas educativos

 In Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Si existiera algún sinónimo o alguna equivalencia para definir y distinguir el significado de la investigación en el terreno educativo, este sería el de producción, circulación y uso de conocimientos novedosos y pertinentes que se vinculen con la gestión y con la vida cotidiana de los sistemas educativos, aspirando al cambio y a la mejora del mismo. Entonces, la investigación equivale a producir conocimientos.
Sin embargo, dichos conocimientos no surgen en el vacío; están vinculados con las agendas públicas, sociales y de gobierno, con las prioridades producto de la demanda social y de las exigencias políticas de grupos de presión o grupos de interés, incluyendo los organismos gremiales, las asociaciones civiles y los colegios de profesionales de los distintos campos de conocimiento.
De igual manera, los conocimientos producidos de alguna comunidad académica determinada deberán ser validados o legitimados por los pares o instancias ajenas a dicha comunidad. Es común que en los círculos académicos emerjan algunos grupos, sectas y tribus que se erigen como los dueños del conocimiento y de las reglas que sirven para validar tal o cual conocimiento.
Los personajes que se encargan de la producción de conocimientos y que legítimamente pasan por los filtros de dichas comunidades son las y los llamados investigadores educativos o investigadoras del campo educativo. Después de mucho darle vuelta, los requisitos para ser considerado o definido como investigador o investigadora nacional son básicamente tres:

A) Contar con estudios de posgrado, preferentemente con grado de doctor en disciplinas afines a las que se ubica el campo en turno.
B) Producir y publicar libros o artículos en revistas arbitradas o especializadas y, junto a ello, ser citado por los pares.
C) Tener algún reconocimiento como investigador nacional con perfil Prodep o formar parte del sistema nacional de investigadores (SNI).

Existe, como siempre, algunas disidencias académicas: investigadores que andan por la libre haciendo cosas, publicando sus libros y dando algunos cursos de metodología o dando clases en escuelas patito.
El problema del reconocimiento y la relación de los investigadores con las instancias de gobierno es de dos tipos:

a) Que desde la instancia de gobierno necesitan legitimar las políticas y sus lineamientos oficiales; más que producir conocimientos, terminan haciendo maquila académica.
b) Las y los investigadores requieren visibilidad para que su trabajo sea conocido y referenciado por los pares, de ahí su vinculación con organismos oficiales.

Un asunto adicional tiene que ver con las agendas políticas y las agendas de investigación que no siempre son compatibles entre sí. La investigación educativa también sirve para develar los elementos oscuros o nebulosos que subyacen al funcionamiento del sistema, sobre todo en aquellas áreas o con aquellas circunstancias que no le sirven al sistema o que no conviene que se conozcan, por ejemplo, índices de rezago educativo, indicadores de violencia y abuso en las escuelas, índices de reprobación y fracaso escolar, mal manejo de los recursos públicos, etcétera.
Hubo un tiempo en que existió un organismo llamado Consejo Interinstitucional de Investigación Educativa (CIIE), que servía para coordinar y fomentar la investigación educativa en las distintas instancias de la Secretaría de Educación en Jalisco. Dicho organismo era coordinado por el Dr. Víctor Manuel Ponce Grima, que desafortunadamente se nos adelantó al dejar esta vida terrena. Aparte de ser un excelente investigador, Víctor era generoso, convocaba y le gustaba dar juego y espacios de participación a todo tipo de personas. Hoy los espacios de investigación educativa en el seno de la SEJ han sido copados por un pequeño grupo.
Tenemos que, como dictan los manuales, toda investigación inicia con el planteamiento de una pregunta lo suficientemente potente, de tal manera que sirva para conocer lo que no conocemos. Las preguntas están ligadas con los proyectos y los proyectos con la agenda pública de investigación. Preguntas como: ¿Cuáles son las dificultades que tienen los docentes en la actualidad para apropiarse de los lineamientos de la actual reforma educativa y realizar un estilo de práctica docente que vaya acorde con la misma? ¿De qué manera las instancias de gobierno, en los distintos estados de la república, realizan mediaciones para vincularse con las y los docentes en servicio y responder a las necesidades de formación continua? ¿Cuáles son las distintas formas de liderazgo que sirven para desplegar procesos de cambio institucional en las escuelas públicas de educación básica? Las anteriores preguntas son solo algunos ejemplos que pueden servir para desplegar proyectos. En este momento desconocemos las preguntas que desde la SEJ se han planteado para conocer el actual proyecto de gobierno y su propuesta en educación.
Otro asunto ligado con lo anterior tiene que ver con la formación de investigadores; estudiar el posgrado no se traduce en automático en formarse como investigador educativo, pero puede decirse que ahí inicia. En nuestro medio, aparte de la UdeG, existen solo tres instancias que forman en el posgrado con maestrías y programas de doctorado: el sistema de unidades de la UPN, el ISIDM y el CIPS. Las escuelas Normales, por una circunstancia extraña, aún no cuentan con programas de posgrado. Este tema incluso ha servido para el surgimiento de auténticos mercenarios de la educación, los cuales se han encargado de emitir constancias y certificaciones (solo en el papel) de organismos de dudosa solvencia académica, pero que muchas veces son avalados por la organización sindical, los cuales extienden documentos que avalan el posgrado.
En estos momentos, cuyo contexto es la hipervelocidad de los avances tecnológicos, se requiere encapsular algunos segmentos de realidad para poder estudiar a fondo dichos fenómenos educativos que se mueven a alta velocidad.
Sería bueno conocer en este momento cuál es la agenda de investigación del actual gobierno en Jalisco, qué intencionalidades se tienen para formar a nuevos investigadores e investigadoras y de qué manera se pretenden vincular los programas de gobierno con la producción y circulación de conocimientos.

*Doctor en Educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

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