Trabajo y educación
Miguel Bazdresch Parada*
Sin duda, la relación entre educación formal y trabajo formal es una medida capaz de alentar o desalentar las decisiones del gobierno, en especial del gobierno federal, en vistas a mejorar la situación del país, a partir de ese muy importante indicador. Puede ser uno de esos mitos venidos de la oscuridad de las cavernas. De todos modos es vigente aquella frase de los sesenta: “El que no trabaje, que no coma”, venida de los primeros modos de las sociedades primigenias.
Por eso conviene de vez en cuando revisar cómo están los números del “trabajo” en nuestro país y revisar si la educación tiene alguna relación con esa situación. El último reporte de INEGI sobre el tema, apenas del 3 de enero de 2025, nos ofrece seis datos generales muy claros.
• Población económicamente activa: 61.6 millones de personas.
• Tasa de participación económica: 60 millones (de personas trabajando o en búsqueda activa de empleo).
• Tasa de desocupación: 2.6%.
• Tasa de subocupación: 8.9%.
• Tasa de informalidad laboral: 54.6%.
• La tasa de condiciones críticas de ocupación fue de 31.3%.
Se puede jugar con los datos y, de todos modos, al llegar al grupo de maestros vamos a encontrar un grupo con un alto porcentaje de ocupación y muy poco desempleo. Por eso, obtener una plaza en el sistema educativo mexicano es una especie de seguro: no molestes a los jefes y a los estudiantes y vivirás para contarlo. Desde luego es una manera de decirlo, pues de verdad, para importantes grupos de graduados normalistas, es una tarea difícil conseguir una plaza definitiva.
Las dificultades no terminan ahí, en el largo camino de consolidar un empleo digno, remunerativo y retador. La educación nunca es igual, es decir, lo que pensamos sirve para un aprendizaje en la siguiente generación que puede ser catastrófico. El trato con los estudiantes puede ser muy ameno y rico, y de pronto una situación imprevista obligó al maestro a tomar unas conductas que no había enseñado todavía, y al “sacarlas”, los estudiantes, todos, se vuelven contra él. Arreglar el tema es equivalente a las pláticas entre judíos y palestinos hoy en día. En fin.
Vale la pena dos consideraciones más:
• ¿Cuál es el nivel de escolaridad en México en 2024?
La escolaridad promedio en México es de 9.7 grados. Secundaria y un “cachito más”. Este promedio nacional varía considerablemente según la región del país: Los urbanos están mejor calificados. Además, la brecha hombres–mujeres no se reduce con la velocidad necesaria.
• ¿Cómo está la educación en México en 2024?
Sorpresa: La educación en México en 2024 presenta avances importantes, pero también enfrenta desafíos críticos. Más escuelas, parece que sí. Mejor enseñanza superior, parece que sí, procesos educativos centrados en estudiantes participativos, sí, a pesar de las corrientes en contra.
Más o menos como los últimos 24 años. ¿Hay otro modo? En las actuales estructuras no hay mejor vía que intentar mejorar. Queda huella y será piso del siguiente paso.
Así, queridos maestros y maestras, al enviarles un sincero abrazo por nuestro primer cuarto de siglo del 21, a trabajar, que se vale proponer.
*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]