Rebajas de enero

 en Jorge Valencia Munguía

Jorge Valencia*

La mercadotecnia ha diseñado el plan perfecto para deshacerse de la moda de la temporada: cobrar a menor precio lo que ya de por sí cuesta caro. Enero ofrece “oportunidades” que embarcan a los incautos y comprometen a los ingenuos. Los coches que no se vendieron de febrero a diciembre, con las estrategias adecuadas salen en enero. Lo mismo que la ropa de invierno y las emociones de fracaso.
Las películas han popularizado la escena apocalíptica de multitudes haciendo fila para la apertura de los centros comerciales, donde la gente practica su más depurado gandallismo para apoderarse de una blusa que casi nunca es de su talla, pero casi siempre es la que todos compraron en octubre. Colas excesivas para poder gastar. Nadie tiene por qué quedarse fuera del registro. Se paga mucho para ser igual.
El comercio de buena fe también incluye los servicios públicos con costo: si se paga el agua de todo el año, SIAPA ofrece un atractivo descuento. Los engomados de los coches se adhieren a la estrategia que vuelve oportuna la obligación. El que tiene coche paga el derecho de conducirlo. Lo mismo la casa propia y el seguro médico para enfermarse sin culpa y morir con dignidad. Enero es el mes donde se paga para vivir (vivir a medias) el resto del año.
Las rebajas de enero incluyen promesas que -es casi seguro- no se cumplirán. Pero es el precio de transitarlo. El primer mes del año cobra las promesas como un derecho de peaje. Los que no saben, quieren hablar inglés; los que no estudian, quieren obtener un título. Y los que nada quieren prometer, esperan febrero con envidia y discreción.
Entre las rebajas de enero también se incluye la remodelación de la imagen personal. El cabello largo se recorta, las barbas se afeitan, las arrugas se disimulan con bisturí y maquillaje… La gordura motiva la adquisición de una membresía (usarla es otra cosa) para experimentar la culpa durante el resto del año. Los tacos de chicharrón se canjean por las pesas; los pasteles, por ejercicios aeróbicos y exámenes gratuitos de colesterol.
En enero, las rebajas de la temporada aspiran a una hermenéutica del mundo en el que no se admiten descuentos, pagos diferidos ni préstamos de Infonavit… Enero es un mes como cualquiera. Con algo de frío y mucho de hastío. Todos los inicios son difíciles.

*Director académico del Colegio SuBiré. [email protected]

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