Necesidades y atenciones profesionales de docentes en servicio, ¿para cuándo?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Como dicen los mismos maestros y maestras: reformas van, reformas vienen, pero las problemáticas persisten en educación. La llamada NEM se anunció como la gran salvadora de todos los males y todos los problemas, y solo fue –como dice un colega-, “la misma gata, solo con un nuevo collar”. Parece que el proceso y el compromiso para atender las demandas del magisterio es un tema sin solución en nuestro país.
La demanda central de maestras y maestros se reduce a dos grandes cosas:

a) Profesionalización de la tarea de enseñar, que no se reduzca al salario, sino a la formación permanente, a la capacitación en y para el trabajo, y reconocer y respetar los saberes experienciales y validarlos para el otorgamiento de apoyos.
b) Mejora de las condiciones laborales e institucionales en donde se realiza la tarea de enseñar y que no se reduce al equipamiento de escuelas. Fue muy sintomático que el año y medio que vivimos atrapados y confiscados en la pandemia por COVID-19, no hubo ni un solo apoyo para la conectividad; ya que, los monopolios del internet y de la distribución de equipos electrónicos aumentaron sus ganancias y sin un sentido humanitario, solo lucraron a costa del sufrimiento de la población.

Nuestro país es de los pocos lugares en el mundo donde maestros y maestras tienen que pagar para continuar con su carrera académica y aspirar a mejorar en la escala de los títulos y grados académicos. Tanto las universidades públicas, como privadas, incluso las escuelas patito, de cochera y las Universidades OXXO, cobran distintas cuotas por formar para la profesión, cuando debiera ser a la inversa y pagarles para que estudien y mejoren su desempeño docente.
Son pocos los estudios que relatan y documentan sistemáticamente cuáles son las necesidades profesionales de las y los docentes en servicio, incluso el sindicato ha querido acercarse a través de encuestas y sondeos para conocer cuáles son las necesidades docentes que les permitan mejorar su desempeño profesional.
El espectro de docentes y de prácticas educativas es muy amplio y diverso en nuestro país; de igual manera, las necesidades son igualmente complejas. Por niveles, desde preescolar, primaria, secundaria, media superior hasta el superior y modalidades de atención: especial, física, indígena, de adultos; por regiones: escuelas urbanas, sub urbanas, rurales, alejadas de los polos urbanos, enclavadas en el medio indígena y por organización: escuelas unitarias, multigrado, de organización completa, etcétera.
Este espectro tan diverso dificulta poder colocar bajo una sola narrativa las necesidades docentes. Aunado a todo lo anterior, tenemos la relación con la autoridad escolar; también es reconocido el autoritarismo en muchos directivos, supervisores de zona, jefes de sector y de las personas encargadas de fungir como autoridad escolar. La autoridad se confunde con el autoritarismo y la autoridad también es la ausencia de liderazgo dinámico de personas que se encuentran en una posición superior en la estructura institucional.
Junto con todo lo antes dicho, el problema central que atraviesa las dificultades de profesionalización de las y los docentes en formación o en servicio; es la falta de acompañamiento que sirva para que no realicen su trabajo bajo este contexto de soledad. Los docentes resuelven sus problemas en la soledad, en el aislamiento y en la inmediatez, lo dijo Eduardo Remedi aquí en Guadalajara, pero antes -sin haberlo citado- lo dijo Merlin Wittrock.
El acompañamiento docente, junto con los espacios de diálogo, de intercambio de experiencias, de seminarios de autoformación, de trabajo en comunidad de práctica y de aprendizaje, son la necesidad nuclear de la profesionalización docente. Habría que crear una salida profesional que sea de acompañamiento a docentes y que sirva para ganar la confianza de los docentes y, así, logren hablar lo que no pueden decir en ningún espacio por temor al castigo o perder su plaza.
Aprender a acompañar significa ser un docente que sabe caminar al lado de otras y otros semejantes.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

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