Educar es riesgoso

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

 

Desde la antigüedad, las sociedades humanas comprendieron la necesidad y la importancia de la educación de los nuevos miembros del grupo, comunidad, pueblo o sociedad. Esa importancia está basada en la sabiduría de los pueblos. Sin importar características distintivas; las sociedades humanas comprenden la importancia de que todos los miembros de esa sociedad conozcan (no que “sepan” de…) las características de esa comunidad en la cual viven y crecen.

Entre esas características está un cúmulo de costumbres identitarias de cualquier sociedad. Está la historia de los hechos y sucesos que constituyen el espesor de la cultura del grupo; también los modos de hacer las acciones cotidianas: qué comer, cómo comer, cómo vestir, conversar entre diversas personas y escuchar lo dicho, construir los edificios necesarios para dotar a los miembros de un lugar seguro y otras más. Esa sustancia, su esencia, es indispensable hacerla del conocimiento de los nuevos miembros del grupo o comunidad. Así, podrán contribuir a enriquecerla, cuidarla y aprovecharla frente a las amenazas y asechanzas, y vencerlas o aprovecharlas.

¿Cómo los miembros del grupo recién incorporados (por voluntad o por nacimiento) se apropian de esos modos de pensar, hacer y ser? Con la educación. Esta acción permite transmitir a los miembros jóvenes del grupo las ideas y los hechos de los miembros anteriores, entre los cuales estarán sus padres y las personas dedicadas a hacer la historia y saberes del grupo para enfrentar los riesgos, las tareas de sobrevivencia y las motivaciones y creencias fundamentales del grupo, constituidas durante el proceso de consolidación del grupo o sociedad.

¿Cuál es el riesgo de este proceso? Se pueden definir tres riesgos. El más sencillo es la resistencia de algunos a aceptar los modos anteriores, inventar otros y proponerlos como mejores. Por ejemplo, el modo de conseguir los alimentos propios de esa comunidad, pues a los jóvenes les puede no gustar el conjunto de los ingredientes de la dieta del grupo. Otro riesgo está en inventar nuevos modos de conseguir y manipular los elementos de la cultura, no para atacar o desconocer los anteriores, sino con afán de mejorarlos; una nueva herramienta, un alimento nuevo, una expresión artística diferente. Así, un pequeño grupo crece y la mayoría se estanca. El tercer riesgo es acaparar modos, controlarlos y manipularlos para conseguir objetivos individuales: riqueza, prestigio, control, autoridad. Esto es, ofrecer una educación controlada para que sólo un grupo privilegiado obtenga los saberes fundamentales de ciencia y humanidades y usarlos para el beneficio de ese grupo acaparador. Sería una educación desactivada de su poder de hacer pensar, sentir y desear la aplicación de los beneficios del conocimiento para crecer y desarrollarse. Resultado: una sociedad frenada, ignorante y manipulada.

Pues sí, la educación es un riesgo. Por eso dictadores, abusadores, egoístas y manipuladores para lograr sus objetivos controlan la educación y a los educadores, incluso con medios violentos. Ejemplo: Hace unos días el estudiante de doctorado del ITESO, hondureño, Juan López fue asesinado al salir de un oficio religioso, en la ciudad de Colón, Honduras. Vean: ARTICLE19 https://articulo19.org/asesinan-a-juan-lopez-defensor-y-comunicador-social-en-honduras/

 

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar