¿Quién será el secretario de Educación Jalisco en el gobierno de Pablo Lemus?

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Después de una resolución profundamente controversial por parte del Tribunal Federal Electoral, se le dio por fin el triunfo a Pablo Lemus Navarro para ser gobernador electo en el estado de Jalisco del periodo 2024-2030; ya desde mucho antes dicho candidato se sentía gobernador electo sin haber concluido plenamente la calificación de la elección. Las inconsistencias y los reclamos son muchos, pero aun con todo ello, Pablo Lemus es gobernador electo en Jalisco.
No solo es producto de una elección totalmente cuestionada, Pablo Lemus también gobernará con un congreso local adverso y con una relación no del todo amigable con la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Aun así, Pablo Lemus rebosa de triunfalismo y ya comenzó a hacer las primeras designaciones sexenales de colaboradores en lo que será el Gabinete, primero comenzó con sus colaboradores en el sector salud, luego en el rubro de la seguridad social y ciudadana y ha continuado con el gabinete social.
En todas las designaciones anunciadas hasta ahora, se nota una preocupación creciente por ganar legitimidad, los personajes designados son en su mayoría potencialmente buenos servidores públicos. Pero bajo este contexto falta la designación de quién será el secretario de Educación para el mismo periodo sexenal.
Después de la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa de mayo de 1992, que descentralizó el poder y los sistemas educativos a los estados, las secretarías de educación en los gobiernos estatales obtienen un alto nivel de poder y de protagonismo, desde entonces no solo controlan o administran la mayor parte del presupuesto estatal, sino que en términos políticos gozan de mucha visibilidad y proyección mediática.
Ahora bien, en recientes declaraciones, Pablo Lemus afirmó que en su gabinete habría puras caras nuevas. Se trata de un relevo total de la estructura de gobierno. (Periódico El Occidental, 9 de septiembre y Canal 44 de la UdeG.)
Pero en educación es altamente probable que se ratifique al actual titular de dicha Secretaría. Existe una alta probabilidad de que Juan Carlos Flores Miramontes sea ratificado y continúe al frente de la SEJ, aunque sea por un período corto.
Juan Carlos Flores proviene de los grupos conservadores en la entidad ligados a la Universidad Panamericana, Pablo Lemus es un empresario que ve con buenos ojos buscar la forma de hacer negocios desde la Secretaría de Educación. A ambos no les interesa el servicio, les interesa el dinero y el capital político que ahí se encuentra. Ya el proyecto Recrea les retribuyó algunas ganancias políticas y económicas.
¿Cuál es la desventaja de Juan Carlos Flores al frente de la SEJ en el gobierno de Pablo Lemus? Lemus ha generado una expectativa muy grande en una sociedad dividida y su deseo es legitimarse ante la ciudadanía, pero principalmente ante el magisterio. Por tal motivo, el sector educativo es un espacio estratégico; Juan Carlos Flores es un personaje predecible, que ya dio todo lo que podía. Buscar un nuevo personaje que refresque a la SEJ y le dé nuevos aires y nuevos bríos es loable, pero ello tiene su contraparte: experimentar en estos momentos se torna altamente riesgoso.
Pablo Lemus no sabe de educación, como no sabe de muchas cosas, pero de lo que sí sabe y está seguro es de cuidar la estabilidad en su gobierno que está por iniciar, y en ello, la decisión para el titular de educación se ha detenido un poco, porque la designación pasa por distintas negociaciones, cabildeos, proyección, valoraciones de los pros y contras. Con el SNTE, con la cúpula de la UdeG; con los empresarios a los que sirve, con su socio Enrique Alfaro y hasta con los grupos magisteriales. Yo le aconsejaría a Pablo que un cambio es recomendable. Esto abre la posibilidad de la sorpresa y la incertidumbre productiva, pero él y sus asesores tienen la última palabra, independiente de lo que ésta valga ante la sociedad jalisciense.
Además, puede decirse que en el seno de la SEJ se ha pactado unidad de compromisos de todo tipo; ahora bien, Juan Carlos Flores no cumplió con sus compromisos, cometió errores en el manejo de los recursos y en decisiones estratégicas (el ejemplo de las Unidades de la Universidad Pedagógica en el estado y de las instituciones de posgrado, la relación con los trabajadores del Colegio de Bachilleres, los problemas de pago en infinidad de plazas afectando a miles de trabajadores, entre tantas cosas). Lo anterior es claro ejemplo de que hay un exceso de autoritarismo en torno a su persona y a su equipo de colaboradores, incluida, por supuesto, la nula autocrítica.
Lo más importante –pienso yo– es establecer en educación compromisos claros y estratégicos para los próximos seis años y que sirvan para mejorar los indicadores educativos en la entidad, así como mejorar la relación estratégica con el centro del país. Los eventos organizados alrededor del proyecto Recrea han servido solo para derrochar recursos, pero que no garantizan realmente una mejora sustantiva en la calidad educativa y en el servicio en la entidad, por tal motivo se justifica el cambio.
Pero, por otro lado, un elemento a favor que tiene Juan Carlos Flores, es que ya conoce el sistema y que podrá tener un equipo de colaboradores cercanos y afines a su proyecto, ya que en este sexenio le pusieron una serie de personajes no compatibles a su ideario, y si algo sabe Juan Carlos Flores, es trabajar en equipo a partir de demostrar que él es el jefe y, por lo tanto, sabe ordenar y delegar tareas.
Por último, me refiero al secuestro de la educación por parte de los grupos conservadores en la entidad, como el Opus Dei enquistado en la UP, Mexicanos Primero y la injerencia de empresarios en las decisiones de los asuntos educativos de la escuela pública. Pablo Lemus se debe a todos ellos. Aquí también tiene una excelente oportunidad de deslindarse y dar un golpe de autoridad, una vuelta de tuerca y recomponer el sentido que tiene la educación pública en la entidad. El perfil ideal de un titular de educación para la entidad es que conozca el sistema desde adentro, que establezca buenas relaciones con las secciones sindicales locales, pero también con la dirigencia nacional del SNTE, con las organizaciones de padres de familia, que tenga habilidades básicas de liderazgo para estar al frente de un organismo complejo, grande, monstruoso, además, que tenga claridad de las necesidades educativas en la entidad y, así, que tenga voluntad y capacidad para desplegar un proyecto sexenal con visión estratégica para garantizar compromisos de mejora continua. No existe la persona que reúna todos estos requisitos, pero si alguien se acerca a cumplir con ese perfil, sería bueno que pudiera recibir la oportunidad de estar al frente de la SEJ.
Con respecto a la continuidad de Juan Carlos Flores al frente de la SEJ, tiene dos posibles respuestas: una buena es que ya lo conocemos y una mala es que ya lo conocemos. Habrá que esperar al interior de los círculos de colaboradores del Gobernador electo qué se decide: quién será la o el responsable de atender la agenda y los asuntos educativos de la entidad para el periodo 2024-2030. A los ciudadanos de a pie, incluso a los académicos e investigadores de las instituciones educativas de la entidad, solo nos queda esperar y esperar…

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]