El segundo piso de la educación para la transformación

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El gobierno de Claudia Sheinbaum, que recientemente ha tomado posesión en este país, ha tenido como consigna de poder que a lo largo de su sexenio se llevará a cabo el “segundo piso de la trasformación” y, por tal motivo, en el terreno educativo se podrá hablar del segundo piso de la educación para la transformación.
Hasta este momento, el actual gobierno, a través del secretario de Educación Mario Delgado, que también tomó posesión el mismo día de la toma de posesión. Dicho secretario, no ha hecho públicas las formas o las estrategias de cómo se llevará a cabo dicho proceso.
El segundo piso de la educación es una frase ideológica. Habría que exigir la traducción pedagógica de dicha consigna. En otro lado se dan ideas dispersas o inconexas, que uno tiene que armar (a modo de rompecabezas). Aun no queda del todo claro de cómo será el segundo piso del proyecto educativo. De estas ideas dispersas rescato cuatro posibilidades de acción:

a) El Sistema Educativo Nacional (SEN) continuará con el sistema de becas para todas y todos los estudiantes de las escuelas públicas, desde primaria hasta el nivel universitario, la beca pensada como un apoyo para garantizar la eficiencia terminal del proceso formativo.
b) Según lo enunciado habrá una especial atención a la educación media superior (SEMS), mejor conocida como el bachillerato. El bachillerato es el nivel educativo que manifiesta mayores tensiones institucionales; además es el nivel educativo más ensanchado del sistema. Recientemente se ha llevado a cabo una reforma a la educación media superior, en donde se pretende conciliar una nueva organización de los contenidos de estudio y la carga programática, con el respeto a los intereses de las y los jóvenes estudiantes del nivel y que clarifique la proyección a futuro para un buen arribo a la formación universitaria.
c) Debido a los intereses que ha manifestado la actual presidenta y a distintas tendencias mundiales, se le dará una especial atención a la perspectiva de género en el actual modelo formativo, enfatizando mucho más la visibilidad y la defensa de la causa de las mujeres en educación.
d) Una cuarta perspectiva que se hará cada vez más visible tiene que ver con el interés en el fomento de la lectura y la escritura como un eje transversal que atravesará todos los niveles y las modalidades del sistema. Es urgente una estrategia de este tipo, ya que, debido al acelerado avance tecnológico, muchos sujetos escolares han dejado de leer en los formatos convencionales, sobre todo jóvenes universitarios y esto es especialmente grave. Ya que, como lo reconocen especialistas, la lectura no es una asignatura que esté desligada de todo el proceso para la adquisición y consolidación de aprendizajes vinculados con todas las esferas o disciplinas científicas, tecnológicas, humanísticas y artísticas. Habrá que conocer cómo piensa el gobierno federal a través de la SEP, para cumplir con dicha estrategia.

No hay mayores señales en lo que se espera de educación; un tema pendiente es lo que concierne al magisterio, desde la formación inicial y permanente, a las condiciones institucionales para el trabajo, las estrategias para garantizar la apropiación de la propuesta curricular, las medidas por tomarse para garantizar un involucramiento de docentes en la toma de decisiones, hasta la construcción de condiciones para garantizar la reforma sindical y culminar con el logro de democracia sindical para el magisterio nacional.
Como podrá verse, todos los retos y desafíos vinculados con las y los docentes, no han servido para develar una clara estrategia de trabajo.
No hay líneas que muestren claridad de cómo será el segundo piso de la educación y que vaya más allá del eslogan. No sabemos los cambios que vendrán en el seno de las escuelas Normales y en todo el subsistema de formación de docentes, que incluya a las unidades de la Universidad Pedagógica, el posgrado para docentes y los cambios para la incorporación, la atención y la profesionalización para maestros.
Esperemos que el segundo piso del proyecto educativo no se convierta en una pieza más de demagogia y de engaño para docentes y para la sociedad en su conjunto.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com