¿De verdad hay un plan para la infancia?

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

El sentido de mi pregunta se enfoca principalmente a lo educativo y lo social, ambos en su sentido más amplio. Aún en la consideración y la conciencia de que cada época considera algunos aspectos y deja de lado otros, es evidente que la población infantil y adolescente enfrentan un momento difícil que, obviamente, por su nivel de maduración cognitiva no alcanzan a comprender y tampoco dimensionar.
A partir de la aparición de los medios de comunicación, ya sea escritos, dibujados, en audio o video, es un hecho que cambiaron la forma de percibir la realidad y de relacionarse con el mundo. Sin embargo, las formas que pueden identificarse en la actualidad tienen un semblante que preocupa por los alcances e impacto que tienen en la vida de los menores.
Pese a los cambios vertiginosos que la década de los 60 del siglo XX trajo consigo, todavía tuvimos la ventaja de contar con una programación de radio y de televisión dirigida a las poblaciones de menor edad: entre canciones infantiles, cargadas de inocencia e imaginación, y una televisión de contenido blanco o con algunos programas centrados en el aprendizaje de diferentes conceptos o valores que reforzaban contenidos escolares, transcurrían así varias horas del día, lo que permitió a familias sentarse juntas a mirar algunos programas, se mantenía un enfoque educativo social con miras a desarrollar personas respetuosas de sí y de los demás. En las escuelas el respeto y la disciplina tenían un carácter estructurante y se logró formar a grandes profesionistas.
Lamentablemente, con el avance de la tecnología, en especial el internet y el amplio mundo que abrió, algunas políticas educativas y sociales, aunado al abandono físico y/o psicológico parental que ha desmoronado la idea de familia, los medios de comunicación libres y sin nadie que les pusiera un alto, cambiaron paulatinamente su programación y hoy ofrecen muchos contenidos poco formativos, sin ningún contenido pedagógico y sin fomento a desarrollar valores, banales, sexualizantes y que fomentan la irresponsabilidad, creando una idea y una visión del mundo que pone de relieve que no hay un plan para estas poblaciones, aspecto que estalla en las escuelas y son advertidos y sufridos por cada docente, pero minimizados en casa y por las personas de oficina, con una curul o de puesto burocrático. Siempre resulta interesante preguntarles directamente cuál es el plan que tienen para los menores porque inmediatamente revelan su ausencia de un enfoque o mínimo conocimiento pedagógico, pero es totalmente preocupante que no visualicen el futuro que se está construyendo con estas generaciones, dadas las bases (¿?) que están fincando.
Así que, entre una pobreza de contenido en internet, radio y televisión, sobreprotección o abandono en casa, fomento al mínimo esfuerzo, minimización política de los problemas sociales y la descalificación del magisterio y las escuelas, ¿cuál es el mensaje, el proyecto o el plan para los menores de edad? Por favor, que alguien me lo explique con manzanas, sigo sin ver alguno.

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. [email protected]

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