Inicio de la tercera Generación del Doctorado en Desarrollo Educativo con énfasis en formación de profesores de la UPN en la Región Centro–Occidente

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El pasado sábado 7 de septiembre dio inicio formalmente lo que será la tercera promoción del Doctorado en Desarrollo Educativo (DDE) con énfasis en formación de profesores. Con un enlace virtual y con la presencia de las y los estudiantes admitidos al programa. Dio arranque con un diálogo o panel entre María Antonia Casanova de España y Matías Romo de la UPN Aguascalientes y coordinador académico de la pasada generación.
El coordinador de esta promoción, Dr. Francisco Marín de la UPN de Morelia, hablaba de que en este momento se cumplen 10 años del Doctorado en la Región Centro-Occidente, dicha región abarca a 15 Unidades de 6 estados de la república (Michoacán, Guanajuato, Colima, Aguascalientes, Nayarit y, por supuesto, Jalisco). La UPN en la región tiene, 96 entre doctoras y doctores y abarcará seis sedes de la promoción que recién arranca.
Este programa de Doctorado es una oferta de lo más emblemático que ofrece la UPN ya que se ubica en el nivel más alto de la formación educativa y junto con ello, es un programa regional.
Las preguntas obligadas, en el arranque de esta tercera promoción, son las siguientes: ¿para qué queremos doctores y doctoras?, ¿de qué se ocuparán?, ¿cuál será el uso de los conocimientos generados con la operación del programa y cuál será el compromiso de generar nuevos conocimientos en el campo de la formación docente?
En este programa de Doctorado se ha discutido que el campo de la formación docente es el componente nuclear sobre el cual (junto con las propuestas de desarrollo educativo), deberán girar los distintos proyectos e iniciativas de indagación de las y los doctorantes.
El problema del doctorado en Desarrollo Educativo de la región centro-occidente es que carece de un sello o de una identidad, en donde a partir de la cual, le permitan desprender algunas distinciones con relación al resto de programas afines, ya sea en cuanto a teorías o metodologías utilizadas o a los hallazgos generados y el uso de los mismos o a la forma de cómo se dialoga con el resto de la comunidad académica del país y de la propia Universidad Pedagógica.
El ser capaces de operar un programa de doctorado regional es un gran privilegio, pero también es un enorme compromiso debido a la necesidad de generar conocimientos o, también, que lo producido logre dialogar críticamente con lo ya existente. Además, el campo de la formación docente en todas sus formas y modalidades es un campo especialmente complejo por todo lo que conjuga en términos institucionales, académicos e incluso hasta políticos; en este campo se abren preguntas como las siguientes: ¿cuáles son los huecos o los espacios sobre los cuáles se hace posible aportar algo que haga falta por conocer en el campo de la formación docente o que sean áreas desatendidas por investigadoras e investigadores sociales y educativos?, ¿cuáles son las oportunidades que debieran aprovecharse desde la operación de un programa de Doctorado con énfasis en formación de profesores, para profundizar en el conocimiento de dicho campo y aportarle al mismo?
Me parece que la operación de un programa de doctorado implica que los usuarios o, los estudiantes en formación en un proceso doctoral, establezcan compromisos puntuales de consumo y producción de conocimientos y estén asistiendo a eventos académicos especializados, a discusiones y que se metan al debate de la formación docente en el momento presente.
Es importante conocer las distintas aristas de la formación, las tendencias y nuevas teorías, las políticas públicas sobre lo que subyacen los cambios curriculares y las reformas, las nuevas identidades de los sujetos que forman y los que están en formación, las tensiones al interior del sistema de formación a nivel nacional, y en la región y cuáles vienen siendo las metodologías más adecuadas para el estudio de la formación docente entre otras muchas cosas.
Esperemos que esta tercera promoción, ya con 10 años de experiencia en la región, nos permita mostrar que hemos aprendido y que los agrupamientos académicos de la región centro-occidente se tornen en una digna promotora de la formación doctoral.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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