La XV Edición de la Cátedra Pablo Latapí y la vigencia del pensamiento pedagógico de Don Pablo

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Fue en las instalaciones del ITESO los pasados 29 y 30 del mes de agosto, junto con una liga para el encuentro virtual, la realización de la XV edición de la Cátedra Pablo Latapí, que cada año organizan las instituciones de educación superior de la Compañía de Jesús (los jesuitas).
Gracias a la hospitalidad de Juan Carlos Silas como responsable del evento, pero en general a todo el departamento de educación de dicha institución. El tema central de esta XV edición fue el compromiso (social) de las y los académicos. Esta edición se empalma con el aniversario luctuoso de Don Pablo, como se le conocía al Dr. Latapí; ya Miguel Bazdresch ha hecho un recuento de la trayectoria de este autor en el portal de la Revista Educ@rnos (jueves 28 de agosto).
Quero referirme en este espacio editorial de manera combinada al rescate de algunos pasajes del evento citado, junto con rescatar el valor de los aportes del Dr. Pablo Latapí Sarre.
Después de la ceremonia de inauguración, la apertura del evento fue con la conferencia de inicio a cargo del Dr. Adrián Acosta de la UdeG acerca del compromiso de las y los académicos. Fue una brillante conferencia que sirvió para ordenar las discusiones posteriores del propio evento. Adrián Acosta hizo un recuento de los distintos aportes en torno al compromiso social, político, académico y cultural del llamado sector de académicos en nuestro país. Daba cuenta de que, del número total de académicos universitarios en nuestro país, solo una cuarta parte son profesores de tiempo completo, el resto son profesores de asignatura que trabajan por horas, esto –reconoció– dificulta el trabajo y el compromiso de la producción académica.
Enseguida se realizó un panel de expertos en torno al compromiso social del académico, refiriéndose a las aportaciones de Pablo Latapí; ahí casi en paralelo se anunció la apertura de lo que será el Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ). Este primer día concluyó con un taller por la tarde dirigido por Erick Juárez de Educación Futura sobre comunicación efectiva para académicos.
Para el segundo día de actividades hubo dos mesas de diálogo, una sobre “Los medios de comunicación en la construcción de opinión pública” y la segunda sobre “Algunas estrategias de colaboración entre académicos, gobiernos y organismos de la sociedad civil”. El evento cerró con una conferencia de clausura por parte del Dr. Miguel Bazdresch Parada del ITESO acerca del legado de Pablo Latapí y el futuro de la academia comprometida.
Como podrá notarse, el punto nodal de esta quinta edición giró en torno a la relación entre trabajo académico y compromiso con la sociedad de los propios sujetos llamados académicos. En el centro de dicha relación se destacó la figura de Pablo Latapí como un personaje visionario, que fue capaz de contribuir en la conformación de importantes proyectos como la creación del Centro de Estudios Educativos (CCE), del propio COMIE y en la formación de destacados académicos que fueron sus alumnos.
La figura de Pablo Latapí, desde mi perspectiva, es vigente en estos días, debido a que logró hacer de los temas de coyuntura educativa verdaderos temas de debate a través de sus publicaciones e intervenciones públicas y diálogo especializado con expertos.
Es un acierto para las universidades jesuitas la organización de esta cátedra. La figura de Pablo Latapí se ha convertido en un pretexto importante para pensar y analizar la educación del presente.
En esta XV edición, ha sido un acierto tanto en la agenda de trabajo como en los personajes que han sido invitados para desarrollarla. Queda pendiente un debate que se abre, el aportar más elementos en torno al compromiso social del trabajo académico. Los claustros deben salir y la sociedad debe penetrar las universidades. Asistimos ante una dialéctica en la relación entre trabajo académico y necesidades de la sociedad actual. Se requiere algo más que sensibilidad para afinar dicho vínculo. Se requiere también congruencia y una militancia mesurada y, como decía Adrían Acosta en su intervención, se requiere hacer trabajo para iluminar las áreas oscuras tanto de la academia como de la sociedad.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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