Los componentes de la política educativa y las tendencias mundiales en educación

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Puede decirse que la política educativa forma parte de la política social, ahí se sintetizan deseos, aspiraciones, posibilidades de acción, pensado todo ello en garantizar un servicio de buena calidad para los ciudadanos.
La política educativa, como sucede al interior de todo el mundo académico, también tiene modas y modos de hacerse, lo que los especialistas le llaman el curso de acción de la política, de confeccionar dichas acciones, de encontrarle sentido y de poder llegar al puerto deseado, es decir, generar lo que se desea generar. Dentro de dichas modas aparecen una serie de conceptos, los cuales se van tornando en conceptos claves a modo de conceptos estelares, que contribuyen a darle sentido y razón de ser a dichas iniciativas de política. Dentro de dichos conceptos destaca, en primer lugar, el de calidad educativa, comunidad de aprendizaje, equidad, inclusión y respeto a las diferencias y diversidades.
Dentro de todo ello, a lo que se aspira es que el sector de población ubicado en los grupos etarios de las infancias, las juventudes y las adolescencias; tengan prioritariamente el acceso de un espacio digno de atención educativa, que tengan un buen servicio y que, más adelante, se garantice el cumplimiento de la mejor calidad posible de dicho servicio, para cumplir con los ciclos escolares y poder concluir con la formación profesional.
Dentro del universo de los componentes estelares de política educativa, hay tres que son especialmente relevantes por su alto nivel de visibilidad y relevancia. Éstos son:

• La calidad educativa. La aspiración de mejorar la calidad educativa, aparece dentro de todas las reformas o en su gran mayoría, así como en los planes sectoriales de gobierno, se habla de mejorar la calidad educativa como un fuerte deseo. La calidad es un atributo cualitativo que sirve para adjetivar el servicio de la atención educativa. Una educación de buena calidad trasciende el crecimiento cuantitativo. Dicho concepto se puso de moda en la década de los ochenta precisamente cuando la calidad educativa se había ido por los suelos, producto de la crisis económica que comenzó en dicha década.
• La Inclusión Educativa. Desde su origen la inclusión educativa surgió con la integración, con el compromiso de incorporar o, mejor dicho, de incluir a los sujetos escolares que manifiestan procesos de aprendizaje diferentes debido al reconocimiento de su condición de diferencia a través de la detección de NEE, con o sin discapacidad. De esta manera, tanto las ideas pedagógicas como las tendencias educativas tuvieron un destacado desarrollo en dicho campo. Además, se reconoce que, la aspiración de inclusión, atención educativa a las diferencias y diversidades, es una veta importante para la generación de conocimientos nuevos y de propuestas de acción e intervención. El siglo XXI ha estado colmado de la irrupción y surgimiento de distintas manifestaciones humanas, de grupos y tendencias minoritarios, como los nuevos feminismos, las manifestaciones de la comunidad LGTB+, las manifestaciones religiosas de sectas y grupos alternativos incluso las migraciones de grupos amplios de población mundial que dejan sus lugares de origen y se trasladan a otro sitio que les ofrezca mejores condiciones de vida, de trabajo, de desarrollo, etcétera. Todos estos grupos requieren una atención educativa específica que respete sus manifestaciones genéricas, culturales y religiosas. De esta manera, la educación flexibiliza sus diseños curriculares para dar cabida y poder atender las necesidades específicas a través del diseño de propuestas de inclusión.
• Equidad y Justicia educativa. El tercer concepto tiene que ver con la equidad y la justicia educativa. Se trata de generar un entramado educativo que sea capaz de llegar a todos los rincones y que lleve una mejor atención educativa a los que menos tienen, no solo en la parte material, sino también en las carencias culturales. Hace algunos años cuando existía el OCE (Observatorio Ciudadano de la Educación), en una de sus publicaciones se preguntaba, ¿la educación de un país pobre tiene que ser forzosamente pobre? Aquí el dispositivo pedagógico se asocia con la justicia, ¿por qué la mejor educación va dirigida a los grupos privilegiados? ¿Porque -incluso- si alguien quiere tener una educación de excelente calidad tiene que pagar por ella? La contraparte de este punto son los rezagos (siempre insuperables), las asimetrías, y la injusta distribución del servicio educativo. Los grupos vulnerables, los más desprotegidos son los indígenas, los hijos e hijas de migrantes y jornaleros agrícolas, incluso en ciertos lugares aun prevalece la discriminación hacia las mujeres por motivos religiosos, culturales a partir de una profunda inequidad de género.

Las políticas educativas tienden a invisibilizar las carencias y a maquillar los avances, nunca en un informe de gobierno encontraremos un relato del desastre educativo de inequidades, del mal uso de los recursos públicos que tienden a privilegiar a la burocracia y a las personas con cargos públicos de alto nivel, etcétera.
Éste es un componente trasversal de la política, la forma de cómo se gasta y cómo se administra o cómo se proyecta el gasto social en educación, cómo se definen las prioridades y por qué se invierte más en un rubro por encima de otros.
La justicia o su contraparte, las injusticias educativas, comienzan aquí, en la forma en que se prioriza la atención educativa a través del gasto público. ¿Por qué se tiende a privilegiar a los privilegiados, a premiar a los premiados, a incentivar a los incentivados? Es un problema ancestral de la política educativa. Muy pronto estaremos ante el arribo “del segundo piso de la transformación”. La inminente toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, junto con el anuncio del próximo titular de la SEP; sirve para dar malas señales, con dicho nombramiento no sabemos qué va a pasar dentro del proyecto educativo. lo que sí sabemos es que la SEP nuevamente estará repleta de improvisación, de grilla y de politiquería barata.
Hay otro componente transversal que tiene que ver con las tendencias educativas y las recomendaciones de los organismos mundiales, pero por cuestiones de espacio, a ello me referiré en una próxima entrega.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • Moisés Ledezma Ruiz

    Efectivamente las señales no son en absoluto esperanzadoras ni se pueden tener expectativas positivas ante este panorama. Una vez más hemos sido engañados

  • Fabiola Acosta Nafarrate

    Saludos mi colega esperemos no dar un retroceso en lo que respecta a la educación Inclusiva que en lo personal apenas esta entrando en la resistencia de los docentes💕

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar