Por un voto educado

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Frente al muy próximo día de votaciones para variados puestos de gobierno, en especial el voto para quien deberá ocupar el puesto de presidente de la República Mexicana, se impone reflexionar sobre el aporte de la educación a las cualidades del voto, sobre todo en las condiciones actuales de la población mexicana.
Conviene preguntarnos si la educación, si el paso por la escuela ayuda a las personas a participar en esta votación y otorgar el voto reflexionado y no sólo por una simpatía pasajera o una esperanza de mejoría prometida y quizá incumplible. ¿Cómo puede colaborar la educación, la escuela en particular, a tener unas elecciones cuyo resultado satisfaga a los votantes, en especial a aquellos que han tenido la oportunidad de participar en alguna forma del sistema educativo?
Se conocen casos de maestros, sobre todo de educación media y de los primeros años de universidad, bien documentados sobre lo que se juega en esta elección, que ponen a disposición de los estudiantes materiales cuyo contenido orienta a los estudiantes a votar de manera razonada, pues siempre existen razones y argumentos para votar por algún candidato o candidata, sin que eso signifique evitar el voto por algún contendiente. Son maestros que ayudan a los estudiantes a reflexionar, revisar causas y efectos de uno u otro programa de gobierno y sus posibilidades de aplicarse en este nuestro país, estado o municipio.
También hay noticias de maestros promotores de un cierto candidato, candidata, partido o agrupación política, sin fundamento de tal promoción más allá de una cierta militancia o de simpatías porque X agrupación ha prometido “subir” los ingresos de los profesores o han prometido otorgar algunas prebendas a los sindicatos magisteriales. Desde luego que el gremio magisterial tiene sus necesidades y, al mismo tiempo, resolverlas o atenuarlas no pasa por aconsejar un voto por X mejor que por Y.
Más allá de estas situaciones usuales a la acción educadora le corresponde en especial y sobre todo introducir al saber llamado “ciencia política”, así sea a las bases mínimas o a los problemas de fondo que dicha ciencia trata de resolver. Un ejemplo sencillo es ayudar a los estudiantes a comprender la esencia de la democracia, sus virtudes y sus problemáticas. Los modosos como los políticos, hombres y mujeres, han tratado de gobernar con los principios democráticos o cómo los han burlado, escondiendo intereses personales o de grupo.
Otro ejemplo muy importante es reflexionar cómo la democracia ayuda a mantener el pluralismo entre las diferentes tendencias en un país o en una región, pues la democracia requiere promover el aporte de las diferentes soluciones a los diferentes problemas del gobierno democrático. Querer solucionarlos desde un punto de vista parcial y no desde un punto de vista que integra las mejores propuestas de solución sin fijarse si la proponen los de un grupo o los de otro, sin respeto e inclusión de las diferentes miradas de la vida pública y de las cuestiones de gobierno, la democracia no se aplicará. En otras palabras, aprender que democracia es incluir lo mejor de todas las propuestas para el mejor avance del país.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

Comentarios
  • Maria Catalina González Pérez

    Nos falta mucho por hacer

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