¿De qué escribir de educación hoy en día en tiempos de turbulencia y agitación social?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hace unas semanas vivimos la quinta versión del Encuentro Recrea Academy que organiza la SEJ, al final de la semana anterior tuvimos el anuncio de los “destapes” políticos de los que son precandidatas y precandidatas para ocupar el principal cargo político en nuestro estado: la gubernatura y, por último, este sábado se inaugura una nueva versión de lo que será la FIL en nuestra ciudad ya sin su creador y principal artífice Raúl Padilla López. El clima de turbulencia se vive por razones políticas y culturales todo se vincula con la educación y la educación, como bien se sabe impacta todo.
En los discursos de los políticos destapados, no hay mención pública ni una sola línea que, de cuenta de sus aspiraciones y compromisos en el campo educativo, con respecto a (su) proyecto sexenal al que pudieran comprometerse, la atención al magisterio, la demanda social en su concreción educativa ¿hasta cuándo? Tendremos pronunciamientos y, por lo tanto, compromisos públicos.
La FIL es un espacio emblemático que cada año obliga a que los ojos de la cultura en el ámbito mundial se dirijan a nuestra ciudad, tenemos muchos visitantes, entre escritores, libreros, aficionados y curiosos del mundo de las letras. La FIL prioriza la literatura, la poesía, la cultura, la ciencia, pero también hay espacios para discutir y analizar los temas de la agenda pública en educación, hoy en día los libros de texto y la reforma educativa de la NEM.
De esta manera, el periodismo educativo es un espacio acotado que combina o que engarza dos grandes capitales; por un lado, saber de educación y, por el otro, demostrar la habilidad para convertirnos en comunicadores, no cualquiera lo logra, no cualquiera junta dos talentos difíciles y especializados, los cuales quedan objetivados o concretizados en la publicación de notas semanales.
En nuestro medio el periodismo destinado o abocado en atender la agenda de los asuntos educativos, muchas veces (periodistas, reporteros, editorialistas, académicos que escriben sobre educación, etcétera), son tentados por el poder, se convierten en voceros o propagandistas de la fuente del poder y de los mensajes oficiales. En otro lado tenemos un periodismo marginal (casi siempre contestatario) de los grupos disidentes, que reclaman espacios y un ninguneo en el tratamiento en la agenda y, por último, tenemos un periodismo educativo crítico y propositivo, que está al pendiente de atender los asuntos de la agenda junto a ello, su tratamiento no es para reeditar la versión oficial, ni tampoco para descalificar el esfuerzo público de las esferas gubernamentales, el justo término.
Aunque no puedo hablar a nombre más que de mi propia persona, puedo afirmar (sin autorización) que el equipo de editorialistas de este proyecto, cumple un papel importante, la gama de estilos, perspectivas y visiones del mundo educativo generan en automático una pluralidad editorial que sirve para tener visiones diferenciadas de fenómenos afines. Aquí destacamos la presencia de académicos y cada día se tiene acceso a una cápsula desde el espacio de la opinión informada y autorizada de todas las personas que aquí publican. Algunos de los que aquí escribimos venimos de otros lugares y desde muchos años atrás de proyectos periodísticos como el del periódico El Occidental, el Jalisciense y seguimos en la tarea y con vocación por amalgamar un conocimiento educativo con una mística de comunicadores.
Es digno reconocer que, en esta ardua tarea, no hemos tenido premios, distinciones o reconocimientos, somos citados soterradamente incluso en espacios académicos, las voces críticas incomodan y más aun cuando del otro lado está el abuso del poder, el autoritarismo, el aferramiento a mostrar como bondades públicas las que no lo son.
Escribir sobre tremas vinculados con el mundo de la educación implica una sensibilización especial con la tarea, no sólo se trata de opinar por el simple hecho de hacerlo, hay que documentarse, balancear las distintas posturas y calibrar los riesgos diversos (éticos y educativos) por el hecho de hacer pública una voz, un esfuerzo, un abordaje personal de algo que está sucediendo en el entorno de la sociedad. Las voces emergentes y los contrapesos con sentido siempre serán necesarios en una sociedad cada vez más controlada por las agencias ligadas al poder.
Sin recursos, sin estímulos, sin financiamiento ni publico ni privado, el proyecto editorial de Educ@rnos cumple una tarea y una función social destacada. Sería bueno formar parte de la estructura educativa, tener un mejor trato por las instancias de comunicación social del gobierno del estado y de la SEJ, sería fabuloso que pudiéramos ser candidatos a un premio por el aporte al periodismo educativo, pero con eso y sin eso el trabajo sigue. Cada año en dos entregas diferentes el editor Jaime Navarro Saras, recupera todo el aporte de las y los editorialistas y lo coloca en un par de libros por año. Hay gente que desde el poder o desde el oficialismo se molesta por algunas cosas que aquí decimos, el espacio me parece que está abierto a todas y todos los interesados, el debate debe fluir y debe seguir.
Yo agradezco la oportunidad sin línea y también sin censura de poder hacer circular una serie de ideas en el bordaje de las propuestas y el abordaje de los asuntos educativos para bien o para mal. No somos perfectos en una sociedad en donde la perfección no existe, conocemos nuestras limitaciones, que cometemos errores, pero aun con todo ello el compromiso es el de brindar otra cara de la realidad educativa en movimiento.
Bajo esta coyuntura seguiremos pronunciándonos, que circulen las voces y las ideas. Que hablen las protestas y las propuestas.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar