En recuerdo de Chile en defensa de toda América Latina

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Fue aquel 11 de septiembre de 1973, hace cincuenta años, cuando los militares con Augusto Pinochet a la cabeza derrocan y dan golpe de Estado al gobierno democrático y socialista de Salvador Allende. La madrugada de ese día el presidente Allende recibe una llamada en su casa poco después de las cinco de la mañana, que tenía que presentarse de inmediato en el recinto oficial de su gobierno. Se reunió con sus colaboradores y dijo, que no iba a dar un paso atrás que, “prefería morir, traicionar a la Patria jamás”. No se sabe si el presidente Allende se quitó la vida por su propia mano o fueron los militares quienes lo hicieron. Después de ahí viene un largo proceso de persecuciones, ejecuciones y exterminio de todo tipo. Pinochet era malo y sanguinario y las secuelas de este golpe de Estado durarían mucho y sirvieron para abrir heridas y llagas a todo lo largo y ancho del continente.
Cantantes como Víctor Jara con otros miles, después de permanecer detenidos en el Estadio Nacional de Chile, fueron ejecutados delante de todos y todas, sin ningún derecho, ni siquiera a cantar.
Grupos de música como el Inti Illimani y el Quilapayún, generaron composiciones primorosas de este hecho, para relatar la masacre o para resistir a ella. El hermoso canto de Venceremos, junto con la marcha que enfatiza “El pueblo unido jamás será vencido”, son piezas que se generaron en esa época y cuya vigencia en el presente persiste; se cantan con mayor énfasis y con un profundo respeto por los miles de muertos y por aquellas y aquellos que sobrevivieron a los abusos de un régimen fascista.
Hoy, desde este lugar y con estas palabras humildes, pero sinceras me sumo al homenaje mundial, soy uno más de las voces que se unifican en defensa de la soberanía de los pueblos, de la autodeterminación del curso de su historia, y defiendo las causas de sus luchas. Viva Chile, Viva Chile, Viva México y viva toda la América nuestra.
Yo en ese año, era un adolescente de dieciséis años que recién terminaba la secundaria que recién comenzaba a coquetear con las causas de la izquierda revolucionaria en nuestro país.
Para la educación cívica y la educación ciudadana el ejemplo de Chile y el golpe militar de 1973, no puede y no debe pasar desapercibido. Chile hoy recuerda a sus muertos y reconstruye el pasado, nosotras y nosotros estamos obligados a aprender de este gran ejemplo global. De la Unidad Popular que llevó a Allende a la presidencia y del MIR con Miguel Enríquez a la cabeza, que decidió resistir desde adentro y nunca salir, y que todos o la gran mayoría de las y los miristas murieron torturados, humillados, pero jamás claudicaron.
Sería bueno que en nuestras aulas ordinarias desde el preescolar hasta el bachillerato y llegando hasta la educación superior, se hable desde el presente del golpe militar de 1973, de la muerte de Salvador Allende y de la experiencia de un pueblo que aprendió a caminar y a defender sus derechos. ¡VIVA CHILE, VIVA LA AMÉRICA NUESTRA!

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • Gabriel

    Excelente artículo, autobiografía y militancia . Abrazo desde el sur del continente

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