Lo nuevo ¿es valioso?

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Es probable encontrar un cierto silencio de y acerca de las profesoras y los profesores, cuando se considera la importancia de los debates y discusiones recientes con el tema de los libros de texto gratuito. Por una parte, existe el reclamo relacionado con la no entrega del libro de texto gratuito, pues hasta ahora el contenido de los libros gratuitos establecían cuáles aprendizajes (contenidos) se proponían, con cuáles actividades de aprendizaje y con sugerencias para la didáctica.
Por otra parte, los autores de los libros discuten y proponen una modificación al método establecido hasta ahora mediante el cual los libros de texto proponían los contenidos y los profesores hacía una programación para enseñarlos y, desde luego, los estudiantes aprendieran. Si la hipótesis no se cumpliera, el profesor/a entraba al quite y ayudaba a los estudiantes mediante mayores explicaciones, sea con actividades adicionales para lograr el aprendizaje programado.
La idea de los nuevos autores de los nuevos libros es, dicho en general, evitar la asignación de contenidos mediante los libros, sino proponer un proceso de indagación entre las comunidades involucradas en la escuela para determinar necesidades, saberes necesarios en esas comunidades y con esa información, estudiantes y profesores pueden definir los aprendizajes de interés y recurrir a libros, no de texto, sino de actividades planeadas para aprender lo definido en aquellos intercambios comunitarios. Los estudiantes liderados por el profesor desarrollarían las acciones necesarias, dentro y fuera del aula, para aprender, digamos, los contenidos involucrados en ese proceso arriba descrito.
Vale la pena reconocer el intento de ir más allá de la memorización como modo privilegiado de aprender y sustituirlo por aprender a través de buscar soluciones a problemas de la vida real, los cuales involucran estudiar, aprender y conocer aspectos de la realidad cuyo estudio implica a diversas ciencias y técnicas. Sin embargo, no es poca la dificultad para que los profesores/as se olviden de contenidos y aprendan a diseñar procesos de aprendizaje mediante progresiones didácticas, que inician con un pregunta, problema, situación y terminan, idealmente, con una solución y un mayor conocimiento de varias disciplinas y de la realidad en la cual viven los estudiantes.
Visto desde la galería de formas de aprendizaje, todo lo planteado como novedad no es otra cosa que el aprendizaje basado en proyectos integradores y sus ricas variantes. Visto desde una serie de textos francamente tendenciosos, lejanos a promover el pensamiento autónomo de los estudiantes introducidos en los nuevos libros la novedad es deficiente. Visto desde la práctica habitual los últimos años, se comente el error táctico de no proceder con modo para que los profesores/as se apropiaran del nuevo modelo y apreciara las ventajas frente a la memorización y también evitar los diversos errores que la prisa y el neo-sectarismo han introducido en algunos de los libros de proyectos.
Muchos analistas piensan que esta cuestión antes citada, invalida el intento y piden volver a “lo de siempre” mientras se corrigen esos errores. Sin éstos, la propuesta diversa ya está validada en los anales de la pedagogía. Si se instala con rigor metodológico y con el cuidado exigido por la magnitud del cambio, veremos frutos amables. ¿Será posible?

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]

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