Ser docente especializado en la atención de las adolescencias
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Los problemas de la educación secundaria y en general de toda la educación media siguen creciendo, el auge tecnológico trajo consigo los retos virales, a ello se le suma la cuting, la intimidación o violencia entre iguales y el uso de aparatos para vincularse virtualmente con “amigos o amigas”, todo lo anterior, trae aparejado problemáticas inéditas que no se han vivido antes y que por lo tanto poco sabemos de cómo atenderlas.
Las escuelas secundarias aun en los colegios que se presumen como prestigiosos, son incapaces de responder ante dichas problemáticas. En la mayoría de las escuelas priva el autoritarismo, las amenazas veladas o latentes, y querer condicionar el comportamiento de las y los adolescentes, sobre la base del chantaje o el poner condicionantes.
Las y los adolescentes de hoy en día se han tornado en la asignatura más difícil de acreditar, debido a los cambios en el desarrollo social y afectivo de los sujetos y a la demanda de nuevas necesidades de y para la formación.
Las y los docentes de las escuelas secundarias son educadores que atienden o anteponen los contenidos de sus asignaturas. El maestro de Física, tiende a priorizar los contenidos de la Física y así les exige a las y los alumnos aprendizajes relacionados con los contenidos curriculares. Igual sucede con todas las asignaturas, lo curioso es que exigen a que los chicos y chicas de los tres grados de la secundaria, les responden satisfactoriamente a partir de dar evidencia de aprendizajes, que son insulsos e inespecíficos en la mayoría de los casos, porque se olvidarán pronto y porque sus intereses están colocados en otro lugar.
Son muy pocos las y los docentes, que se detienen a mirar, a escuchar y a entender a la persona, la gran pregunta que habría que hacerse es la siguiente: ¿cuáles son las necesidades formativas de las y los adolescentes de hoy, en un mundo turbulento de cambios acelerados? Y junto a ella una más ¿de qué manera las escuelas en su entramado institucional, las prácticas educativas, los dispositivos de atención están preparados para ofrecer una respuesta formativa favorable en la atención a los sujetos adolescentes a partir de sus demandas reales o potenciales?
Ser educador o educadora de adolescentes implican una serie de retos y desafíos que obligan a habilitar a los docentes de dicho nivel a algo que no están acostumbrados o, a tener algo para lo que no fueron formados. La atención educativa de las y los adolescentes implica saber trabajar en medio de conflictos, de reclamos, de deseos cambiantes por parte de las y los adolescentes. Los sujetos que forman parte del grupo etario llamado adolescencia, son sujetos en tránsito en donde asocian los cambios físicos, culturales, sociales, y en donde los intereses y las necesidades no son cabalmente atendidas. Son tres años el tiempo es corto, pero es en un momento en donde muchas vivencias dejan huella.
Habría que habilitar un espacio institucional que logre especializar su mirada y sus dispositivos de atención para poder convertir a las y los docentes de todas las asignaturas en educadores de las adolescencias de este tercer milenio, generar narrativas para dar prácticas exitosas al respecto. Ello sigue siendo hoy en día una asignatura pendiente.
Para ser docente de las y los adolescentes de ahora se necesitan cuando menos tres grandes requerimientos pedagógicos:
1. Las y los docentes tienen que entrañar la escucha y asumir una postura empática con los chicos y chicas.
2. Reconocer que más importante que los contenidos curriculares o disciplinares, son las necesidades sociales y afectivas. A las y los adolescentes les preocupa mucho más su estabilidad emocional por encima de los contenidos que la escuela tiene establecidos para aprender en torno a ellos.
3. Cuidar el trato, lo que se les dice a las y los chicos en edad adolescente y la forma de cómo se les dicen las cosas.
Hay más elementos, pero si garantizamos los tres anteriores, la mejora será muy grande.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]