El desarrollo del pensamiento crítico en docentes a través del posgrado

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El posgrado en educación dirigido a docentes en servicio tiene muchas aristas, y una diversidad muy grande de programas de formación continua y profesionalización de y para el desarrollo docente. Algunos tienden a la especialización en campos disciplinares específicos, otros al diseño de propuestas de mejora e innovación y otros más a la habilitación en cuanto al manejo de técnicos, herramientas y metodologías en el campo de la investigación educativa; lo que uniforma a los posgrados en educación en México es que un elemento vertebrador son programas profesionalizantes que buscan la mejora del desempeño profesional de los educadores en servicio a través de la investigación y la formación teórico-metodológica.
En ello, los perfiles terminales de la mayoría de los programas de formación en el posgrado están pensados en generar un cambio en los sujetos que los cursan, dicho cambio tiene tres dimensiones: la persona, la relación con el contexto institucional y el desempeño y desarrollo de la profesión.
En los últimos años, tanto en el seno de los congresos que organiza el COMIE en forma bianual, como en algunas iniciativas y líneas de investigación en distintas instituciones se analizan las contribuciones del posgrado en educación, no solo para los usuarios, sino también para las instituciones que lo ofertan.
Sin embargo, un aspecto poco estudiado tiene que ver con el desarrollo del pensamiento crítico de los profesionales de la educación que cursan un programa de posgrado.
Otra veta ligada con el punto anterior, está relacionado con la formación de investigación o la formación para la investigación. Si bien, los centros de formación docente forman para la docencia (perdón por la obviedad), la formación para la investigación tiene otras especificidades y otras tareas que competen a las universidades y ,dentro de ellas, a espacios rigurosos, en donde se diseñan y habilitan programas de maestría y doctorado para formar investigadores que insidan en la generación de conocimiento dentro del campo educativo y sus distintos componentes.
De esta manera, la formación en el posgrado se vincula con cuatro componentes específicos, los cuales son:

• Formación metodológica. Saber investigar.
• Formación disciplinar. Saber teorizar.
• Formación ética y humanística. Saber relacionarse con respeto y tolerancia.
• Formación para la transposición del saber aprendido. Saber vincularse con la realidad y el contexto para poner en práctica y diseminar los saberes aprendidos.

En ello, la tarea del sujeto en formación es muy importante, no solo deberá estar abierto a temas nuevos e inéditos con disposición y apertura para aprender, también deberá demostrar, capacidad cognitiva y profesional para aprender y aplicar la complejidad de los saberes nuevos.
En una sociedad a la cual se le denomina del conocimiento, y que se define cada vez con mayor fuerza a partir del poder que da el avance científico y tecnológico, es decir, la producción y circulación de conocimientos, la forma específica de pensamiento crítico puede decirse que es el corazón de dicho proceso.
En todo ello, es importante abrir líneas de investigación que nos demuestre que efectivamente, los docentes en formación en el posgrado, son capaces de hacer uso crítico de su pensamiento específico, el cual les sirve para resolver los problemas y las exigencias no solo de su proceso formativo, sino también y ,sobre todo, de lo que se despende de las exigencias y desafíos de su profesión.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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