30 aniversario de la Escuela Preparatoria núm. 8 de la Universidad de Guadalajara
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
El pasado jueves 20 de este mes de mayo fui invitado por el director de la Escuela Preparatoria núm. 8 (EP8), Juan Antonio Castañeda Arellano, con la finalidad de exponer y establecer un diálogo con la comunidad académica de la esta institución, en el marco del 30 aniversario de dicha preparatoria.
Es por ello que a todo lo largo del 2021, y sacudiéndose o desafiando a la pandemia la EP8 está de fiesta, pero no de una fiesta convencional o propia del estilo de como festejarnos, su fiesta consiste en organizar y llevar a cabo una serie de eventos académicos y culturales (conferencias, teatro, cine, etcétera), con la intención de penarse y ser referencia dentro de la comunidad en la que incide.
La EP8 tiene 3 mil alumnos en su edificio sede por el rumbo del periférico norte de la ZMG, además cuenta con dos módulos que pertenecen a ella, uno en Cuquío y otro en Ixtlahuacán del Río, con 3 mil 600 estudiantes que asisten de lunes a sábado y el día sábado funciona el Bachillerato para trabajadores. Los alumnos son atendidos por 151 docentes con el apoyo de 49 personas de apoyo para sumar 200 personas de la comunidad.
El evento del pasado jueves tuvo como eje el de re-pensar la investigación para vincularla con el bachillerato y, otra grata sorpresa es que en la EP8 cuenta con una instancia infantil que coordina la mtra. Judith Orozco, junto con el Coordinador Académico de la Preparatoria el psicólogo David Mercado.
Todo esto sirve para reconocer la complejidad que implica el establecer un compromiso de atención educativa con jóvenes (mujeres y hombres), que se forman en un bachillerato propedéutico o por competencias.
Lo que yo exponía es que el bachillerato es uno de los niveles educativos con mayores tensiones institucionales y, paradójicamente, el menos estudiado por las comunidades académicas y de investigadores.
El hecho de que la EP8 cuente con un dispositivo formal encargado de fomentar, animar, incentivar y organizar un espacio que promueva la investigación en su seno es un gran acierto y, dicha tarea, no se concibe desligada del resto de las funciones sustantivas en la Universidad.
Para ello entonces se trata de ir construyendo y legitimando la figura del docente–investigador. La primera pregunta que se planteaba es acerca de la posibilidad de que los docentes de la preparatoria puedan hacer investigación dentro de su institución, ¿es posible hacer investigación en la preparatoria siendo docente frente a grupo de alguna asignatura en específico?, si es posible siempre y cuando se tenga la disposición y la claridad para desplegar dicha tarea.
La aspiración estratégica o el objetivo general es pensar al bachillerato desde la investigación, ello implica desmantelar una serie de prácticas y de tradiciones que se conciben como incompatibles. La tarea de vincular docencia con investigación y en paralelo, instalar todo lo que se requiera para desplegar dicho proyecto, es el desafío que se plantean los lideres académicos en la EP8.
La finalidad también es que la preparatoria tenga un referente para conocerse de mejor manera (desde adentro), re-pensar las preguntas que hacemos, las teorías y metodologías que hemos empleado, con la finalidad de re-pensarnos como profesionales de la educación en el nivel medio superior y a partir de ahí construir relatos, narrativas y reportes que permitan tener una gama amplia de posibilidades de este re-pensamiento institucional desde dentro de la preparatoria.
Ojalá y que el próximo año (ya fuera del 30 aniversario) asistamos a la feria de la exposición de los primeros reportes de investigación, para abrir un diálogo amplio, en donde la comunidad se la EP8 se piense desde sus primeros trabajos de investigación.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]
Saludos, maestro Miguel, fue muy ilustrativa e interesante su exposición, plática y conversación sobre las posibilidades de la investigación del docente en Bachillerato.