Del aula espejo a la SEJ espejo. ¿Qué pasaría si tuviéramos un titular de la SEJ espejo?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hace apenas unas cuantas semanas, el caso del maestro transgénero “Andrea Carolina”, acaparó los reflectores de la atención educativa en nuestra ciudad. Después de que la CEDH recomendara que se le debe respetar su derecho humano al trabajo, sin importar como vaya vestido. Ante ello, el responsable de despachar en la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ); ideó algo que nunca se había visto en nuestra ciudad, “la creación del aula espejo”. Esto es, si a juicio de los padres de familia e incluso de los mismos alumnos no querían tener como docente a Andrea Carolina, entonces la autoridad educativa enviaría otra persona por si los jóvenes quisieran tener la clase con esta otra maestra.
Aunque los recursos educativos cada día son más precarios y la forma de administrarlos se está tornando cada vez más austera, el aula espejo terminó por gastar un recurso más para atender a adolescentes que ya estaban atendidos. El aula espejo es un invento creativo e imaginativo generado por el titular de la SEJ y recomendación de sus asesores, aunque en el fondo se trata de ‘esquirolear’ al maestro transgénero.
¿Y si a partir de este hecho la sociedad impusiera la implementación de un secretario de educación espejo? Esto es, un titular de la SEJ que sirviera para atender ciertos asuntos o atender a ciertos sectores de la población.
Es obvio pensar que para lograr esto nos topamos ante dos grandes limitantes:

a) Por un lado, la sociedad no tiene el mismo poder que un secretario del gabinete, en sentido inverso, el titular de una dependencia goza de todo el autoritarismo que su envestidura le permite y puede disponer y decidir aun cuando muchos no estemos de acuerdo.
b) ¿Cómo sería en términos operativos la instalación de un secretario de educación espejo? Es difícil concebir dicho escenario, con ello se concluye de que la estrategia de la creación de “instancias espejo” aplica con algunas cosas y para otras no. Pero lo que está en el fondo, es el establecimiento de una forma de exclusión fina o legal, y terminar burlándose de la recomendación de la Comisión de Derechos Humanos.

En educación se le tiene mucho miedo a las cosas novedosas y a los experimentos, no siempre éstos resultan benéficos en cuanto a obtener mejores resultados educativos.
El aula espejo fue un invento creado para excluir, el secretario espejo sería una ocurrencia pensada para criticar y descalificar al titular de la dependencia educativa local. En ambos casos se trata del desplazamiento por no considerar capaz a uno u otro.
La creación del aula espejo crea un precedente negativo, todos podemos llevar nuestro espejo a todas partes, vivir con él, o incluso la educación espejo podría ser la que nos saque adelante.

*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. [email protected]

Comentarios
  • Librado Rivera

    ¿Y se podría tener, aprovechando el viaje, un profesor-inverstigador espejo, también? Sugiero porque cómo abundan supuestos profesores investigadores de la UPN, que en realidad ni su sueldo desquitan, que no producen nada, como este quien escribió el artículo y que ni siquiera sabe redactar de forma correcta y todo el tiempo productivo más bien holgazanean y se la pasan dizque “haciendo crítica social” que porque se dicen de “izquierda”, cuando en realidad son incongruentes, simuladores, falsos y no conocen en realidad nada de educación.

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