¿Cuándo estamos listos? Pregunta difícil

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

No es fácil responder la pregunta, sobre todo porque el verbo estar y el adjetivo listo poseen una relación interesante. En otros tiempos, la palabra listo se empleaba como una forma de referirse a alguien sumamente inteligente, prácticamente como sinónimos. Sin embargo, con el tiempo ha estado en desuso el término, dejando atrás ese sentido. Hoy en día “estar listo”, el uso más frecuente en una frase del término, se define como estar preparado, dispuesto, con las condiciones necesarias para empezar algo, o para recibir una noticia inesperada, o algo que ya está en su punto máximo de preparación o maduración, o bien ir a un lugar, en donde están implicados sentimientos y/o emociones regularmente. “¿Ya están listos?” dice alguien en casa para asegurarse de que todos están presentables para el lugar al que van a salir o es una pregunta que se le hace a una persona o grupo antes de su presentación en un evento, juego, competición o un enfrentamiento. “Está lista la comida” implica que ya está para servirse y degustarse; “estás listo para partir” alude a que alguien reunió las condiciones necesarias para ser independiente. En la oración “en sus marcas, listos, fuera” nuevamente adquiere el término el sentido de estar preparado o con todas las condiciones para empezar una carrera en este caso.
Sin embargo, dentro de la significación de estar preparado, podemos encontrar subsumidos o implícitos otros conceptos que denotan un algo con una relativa connotación negativa, como irresponsabilidad, inmadurez o alude a alguien poco inteligente. Así, cuando una persona o pareja aborta o abandona a sus hijos, se tiende a decir “aún no estaba listo-lista para ser padre o madre”, frase interesante cuando implica que si estaban listos para tener relaciones sexuales. Un artista cuya obra no es del agrado de un público también suele decir “no estaban listos para mi arte”, sugiriendo falta de preparación, sensibilidad o inteligencia para entender y apreciar su obra. “La oposición no estaba lista para los resultados” significa que no estaban preparados, que les faltó previsión y análisis para no ver lo que la mayoría de la población esperaba desde antes.
De esta manera, la pregunta del título ¿cuándo estamos listos?, podría ser realizada de forma continua, a uno mismo o los demás, con fines de previsión y preparación, para responder idealmente de forma adecuada ante las circunstancias de la vida, lo cual parece impensable y difícil de lograr. Dejo aquí, entonces, unos ejemplos de situaciones para las cuales difícilmente estamos listos: ver perder al equipo de tus amores una final, la muerte de un ser querido, el rechazo o el engaño del amor de tu vida, ser corrido de un trabajo cuando se tienen deudas y necesidades económicas, perder un puesto o una plaza por una injusticia (o ante alguien que se considera menos listo), no ingresar a la Universidad que uno anheló por años, ser diagnosticado con una enfermedad terminal o degenerativa, que te demuestren que no eres tan bueno en algo en lo que te creías muy capaz, que tu ex encuentre alguien mejor que tú, que un estudiante sea más inteligente que tú como docente, en fin, las opciones pueden ser muchas, por lo que ahora la pregunta obligada es: ¿cómo hacerle o qué hacer para estar listo ante este tipo de situaciones? Difícil ¿no? ¿O alguien está listo para responder la pregunta? Compartan soluciones.

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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