Valoración de la educadora y pedagogía froebeliana

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

El 21 de abril de 1782 nació el alemán Friedrich Fröebel considerado el padre del Kindergarden y cuyos aportes a la Pedagogía son ampliamente reconocidos.
Por esa razón, el día del natalicio de Fröebel se instituye como el día de la educadora, subrayando la importancia capital de la escuela-guardería para la educación temprana.
El día de la educadora celebrado el día de ayer en confinamiento y con los jardines de niños silenciosos, con apenas algunos frisos primaverales de colores opacos, ayunos de rondas, risas y persecuciones de pies ágiles y saltarines, es un buen momento para revisar algunos apuntes que dan sentido a la educación preescolar tal como hoy la concebimos.
Por supuesto que es un buen momento para fortalecer nuestra cultura pedagógica y releer y significar las sagradas escrituras y el ethos fundacional de la práctica educadora.
Con algunas ideas complementarias propias del estado de conocimiento dos siglos después, tienen vigencia los textos y aportaciones del autor de los dones o regalos, pupilo a su vez del pedagogo suizo Pestalozzi.
No abundaremos sobre el hecho de que Fröebel era de religión protestante, específicamente de la visión reformista luterana, que de alguna manera explica el sentido de aprender a leer y escribir y el sentido de la escuela misma sustentada en las leyes de la naturaleza.
El día de la educadora básicamente se recupera la noción de infancia y la consecuente visión formativa de este estadio de edad, se valora la cultura normalista que forma a estas profesionales. Desde aquel Fröebel decimonónico (desde 1836, se dedicó exclusivamente a la educación preescolar) data la sugerente idea de que el niño ha de estar al centro de toda la acción curricular del jardín de infantes. Fröebel es un pedagogo que movía los cimientos de la escuela tradicional, que daba sentido a la educabilidad el niño por medios diferentes.
A veces el estudio de la Pedagogía, de la Psicología relativa a la primera infancia, lo desideologizamos temerosamente, lo envolvemos en papel de celofán asépticos con discursos pletóricos de amor y romanticismo.
Desde la institucionalización del kindergarden como escuela con fin social hay un proyecto de hombre, hay un proyecto ideológico que inicia desde la primer infancia.
Fröebel, en cuyo honor se establece el día de la educadora o jardinera como se le denomina en algunas latitudes como Israel, es el padre, como todos sabemos, del concepto y del método educativo denominado kindergarden.
Fröebel alumno de Pestalozzi, cuya Pedagogía es muy rica, subraya sobre todo conceptos estelares ahora presentes en nuestro Artículo Tercero Constitucional por ejemplo, como el desarrollo armónico e integral (la visión de las etapas del desarrollo del ser humano).
Desarrolla una sugerente propuesta de educación especializada en los niños ya visible desde la publicación en 1820 de sus ideas sobre la educación de los niños.
Una ruta de reflexión es por supuesto el contexto del naciente nacionalismo alemán que tan caro sería para Europa y el mundo en el siglo XX, sustentado en la disciplina militar prusiana.
El jardín de niños metáfora del romanticismo y de la aportación pedagógica alemana se plantaba en terreno firme donde sonaban las botas militares y se abrían paso al aire los gorros prusianos.
En México la historia de la educación preescolar puede ser rastreada también en la dictadura porfirista de fines del siglo XIX.
Educación preescolar como curioso paso de modernización nacional en tiempos de dictadura política y militar.
Secretarios como Joaquín Baranda y Justo Sierra en los últimos años del porfiriato, apoyaron a las señeras educadoras Estefanía Castañeda y Rosaura Zapata Cano para viajar a Estados Unidos y empaparse del modelo estadounidense en materia de educación preescolar. Educación progresista sí, pero también las jóvenes docentes abrevaron de la práctica y construcción de un proyecto educativo para formar a la infancia estadounidense, que será unos años después la generación líder en varios campos del tablero internacional.
Desde la creación de la SEP en 1921 y luego la creación de la Inspección General de Jardines de Niños hasta la Dirección General de Educación Preescolar en los cuarenta y la fundación de la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños, en la coyuntura del surgimiento del SNTE, hasta el boom del crecimiento del servicio en los noventas, se construyó una burocracia color de rosa y una estructura que por sí misma sería objeto de estudio para la historia y la administración.
Por ahora enfoquemos un poco sobre las ideas pedagógicas de Fröebel y valoremos en extensión sus aportes para construir la práctica profesional de la educadora:

1. El niño como estadio de edad con características y particularidades, como objeto de estudio sobre el que se sustentarían luego conferencias, investigaciones e intervención pedagógica. El niño y la niña como categorías de análisis que aún estamos lejos de comprender del todo.
2. El juego, como medio de socialización privilegiado; como alternativa para el aprendizaje de reglas, como escuela permanente de tolerancia a la frustración y el reconocimiento de liderazgos. La visión lúdica de jugar para aprender.
El juego tan duramente cuestionado por educadores como el francés Celestin Freinet quien sostenía que el niño solo juega ante la ausencia de trabajo creador.
3. El juego como medio de expresión vital y de salud pero también como prometedora industria dirigida al niño como consumidor. El juguete y la visión clasista del juego, una primera lección de tolerancia a la frustración en navidades y patios de recreo.
4. El jardín de infantes como prolongación del hogar con sus cualidades de amor, trato personalizado, seguridad y paciencia; en la malla educadora el niño es importante, cada familia es importante para tejer la relación humana.
5. La visión de educación integral entendida como el desarrollo molar del ser humano; esto es educarlo no solo como totalidad intelectual sino como sujetos con necesidades afectivas y psicomotoras, como sujetos con necesidades de expresión y movimiento.
6. Por ende, la comprensión de los distintos estilos de aprendizaje en los que deviene el desarrollo biopsicosocial de las niñas y los niños. La necesidad de respetar ritmos y procesos.
7. La participación de los padres en la formación sana de la infancia; ahora paradójicamente en estos días complejos, la dialéctica del respeto y el reconocimiento del hogar-escuela como espacios que comparten responsabilidades. La colaboración entre padres y maestros en la educación del niño preescolar como insustituible.
8. El uso de la papiroflexia; el canto y el juego, del movimiento libre y canalizado, como medios educadores; uso del papel, cartón, barro, arena aserrín, como materiales educativos.
9. La influencia de Fröebel en aportaciones como las de Montessori y las de Reggio Emilia, entre otras. La línea continua de investigación hasta llegar a las aguas dulces piagetianas para seguir aportando conocimiento sobre la educación de los preescolares.
10. Usar las manos, desarrollar la inteligencia. Armar y desarmar materiales educativos. Del sentido concreto al abstracto en el proceso seguido ordinalmente con sus dones.

Mientras celebramos un Día de la Educadora en casa por el Covid-19 que nos priva de la presencia infantil ya extrañada, abracemos virtualmente su importante labor y vayamos leyendo poesía social del poeta español Gabriel Celaya:

Educar es lo mismo
Que poner motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar…
Y poner todo en marcha.

Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma
Un poco de marino…
Un poco de pirata…
Un poco de poeta…
Y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
Mientras uno trabaja,
Que ese barco, ese niño,
Irá muy lejos por el agua.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    En primer término, gracias por el artículo que significa la labor docente del Educador.
    La educación preescolar se reviste de importancia en México al ser integrada en carácter de obligatoria en el artículo 3ro. Constitucional a partir del año 2002 para los niños y niñas de 3 a 5 años. Se reconoce a la educación preescolar como la que contribuye a mejorar las oportunidades de desarrollo futuro de una persona incluidas las del aprendizaje en y a lo largo de la vida. Por ofrecerse a temprana edad, representa el cimiento del desarrollo. Los aportes de las teorías del Constructivismo, la Psicogenetica, la Neurociencia y Neurolonguistica, sin olvidar a Vigostsky y la teoría Sociocultural, dan el soporte necesario para que este nivel educativo sea fundamental en la formación del futuro ciudadano Mexicano, de ahí que el perfil de egreso, marca el tipo de mexicano que queremos formar.
    Montessori y los periodos sensitivos, llega a afirmar que : “El Niñ@ es el padre del hombre”.
    Día como el de hoy en que se celebra el día del educador, renueva el compromiso vital de aportar y sumar voluntades en el esfuerzo, es la misión que guía como faro el sentido de la educación preescolar.
    Educadoras de la Normal
    En tus manos, ellos están
    Si te rindes morirá
    Un pilar de la nación.
    Magna Flor, luz de amor
    A la patria quieres dar
    Con tu esfuerzo y tesón
    Educadora, te guiará. (Himno a la Esucadora ENEG)

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