Tareas del profesor y vacaciones
Carlos Arturo Espadas Interián*
Tareas administrativas, llenado de formatos, trámites, reuniones, participar en programas previstos y no, son algunas de las tareas propias del profesorado en nuestro país. En alguna ocasión, por curiosidad preguntábamos a los profesores sobre sus tareas en los centros de trabajo, sus respuestas dieron origen a una lista con al menos diecisiete tareas completamente distintas a la docencia.
Todo proyecto que se quiere iniciar en México se canaliza a la escuela; si hay un proyecto de nutrición, contra del tabaquismo, de prevención, seguridad y otros más, se le encomiendan a las escuelas y eso significa que lo tienen que operar los profesores, que son quienes están con los alumnos y estudiantes. Estos proyectos agregan varias tareas al profesorado.
La escuela se ha convertido en terreno fértil para implementar, articular y desarrollar proyectos diversos. Los profesores y autoridades escolares siempre colaboran. Se entiende el papel de la escuela en estas tareas por el hecho de ser formadora y tener público cautivo, sin embargo hay instancias que podrían operarlos.
Si a lo anterior le sumamos las características de los programas educativos, en donde el profesorado debe desarrollar varios aspectos, diseñar y lograr articular contenidos; se le suma entonces: planear, implementar y llevar a cabo; así como también otras tareas que de por sí le competen al trabajo docente y que la mayoría se realiza fuera del horario de trabajo:
1. Asesorar a los estudiantes y padres de familia, fuera de clase, cuando hay dudas o se requiere alguna orientación.
2. Continuamente realizar estudios y lecturas de actualización que le permitan enriquecer sus clases.
3. Revisar trabajos que fueron encargados a los estudiantes –tantos como estudiantes tenga en su grupo o grupos–.
4. Preparar los detalles de la clase o clases del día siguiente.
Además de todo lo mencionado, es necesario considerar que el profesorado realiza otras tareas como son: montar guardias a la hora de entrada, salida y recreo, reuniones y otras más, dependiendo del nivel educativo en donde labore.
En una hora de trabajo, el profesor puede atender de forma simultánea al grupo y al mismo tiempo las necesidades individuales que presenten sus estudiantes, esto representa un desgaste nervioso tremendo. Si quisiéramos ejemplificarlo, sería como si el profesor trabajara en un circo de dos pistas en donde, de forma simultánea presenta dos espectáculos distintos.
Se debe considerar también el número de estudiantes a cargo del profesor, por ejemplo, las principales universidades atienden por profesor un número reducido de estudiantes. Veamos las cifras emitidas por una empresa evaluadora: Quacquarelli Symond (QS), en un estudio realizado para determinar las mejores universidades de Europa. La universidad que ocupa el primer lugar, por profesor atiende a 4.45 estudiantes; la de segundo lugar a 6.5; tercer lugar 5.37 y la que se encuentra en cuarto lugar 10.73. Todo en promedio.
¿Cuántos estudiantes atienden nuestros profesores en las primarias, secundarias, preparatorias y universidades?
Tal vez esa respuesta, sumado a todo lo ya mencionado, nos ayude a entender un poco la magnitud del trabajo docente y su desgaste nervioso y emocional. La próxima vez que pensemos que un profesor tiene muchas vacaciones, será necesario recordar todas estas cuestiones.
*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com