Se aprende dentro y fuera de la escuela
Verónica Vázquez Escalante*
El aprendizaje es el motor de todos los docentes o por lo menos, de los que amamos nuestra profesión. En realidad cada que “alguien” desea que otro aprenda y se monta en los zapatos docentes es porque quiere dejar una enseñanza en el sujeto con quien se está trabajando y por consecuencia puede quedar y crear una ideología; buena o mala pero es educación.
En estos breves renglones podríamos encontrar hasta cinco palabras clave y hacer todo un congreso de cada una de ellas. Aprendizaje, realidad, docente, sujeto, ideología, trabajo…
¿Quién dijo que sólo se aprende en la escuela? ¿Acaso la escuela (como organismo) conoce la realidad del alumno? ¿El docente tiene la certeza de saber que está trabajando con la especialidad requerida orientada al alumno así como el oftalmólogo sabe que sólo puede trabajar con los ojos porque conoce, sabe y entiende la complejidad de tal órgano? El sujeto que está asimilando todo ¿tiene la actitud y aptitud para aprender? ¿Hablar de ideología(s) lleva a comprender la enorme esfera que abarca y se tiene dominio del tema? Y al final del día ¿todo es para el trabajo? Entonces ¿Cómo para qué…?
En esencia se afirma que el aprendizaje nos acompaña toda la vida, lo interesante es comprender que hay niveles, formas y especialidades de este campo por lo que se asume qué aprender, cómo y para qué. Howard Gardner (1943) que es un Psicólogo y Pedagogo estadounidense de ascendencia alemana, egresado de la universidad de Harvard habló en 1993 de manera amplia y fundamentando sus tesis, sobre ocho tipos de inteligencias, éstas, desarrolladas en distintas áreas del cerebro y por lo tanto, con el progreso gradual que puede corresponder a cada individuo según sus propias habilidades. La primera es la inteligencia lingüística-verbal, segunda lógico-matemática, luego la corporal-cinética, la inteligencia musical, la inteligencia interpersonal, inteligencia intrapersonal y capacidad de lograr introspección, el octavo lugar es para la naturalista, que es la capacidad de conectar empáticamente con la naturaleza y ahora se sabe que queda abierta la posibilidad de añadir nuevas vertientes.
Las ideas se convierten en posibilidades y terminan siendo una realidad que genere cambios. Los aprendizajes están en todo momento, en todos los espacios y principalmente en uno mismo. Hay mucho que aprender de lenguaje y matemáticas pero nada tiene la razón de ser si no se tiene una inteligencia inter e intra personal. Las concepciones son para mejorar al punto de vista de algunos, lo importante es poseer las herramientas necesarias para vencer el temor a hablar, a escribir, a comprender que todos estos aprendizajes de la vida son nuestros mejores aliados. Asistir a la escuela es un derecho y para muchos, un privilegio o un lujo, sin embargo, no es suficiente.
*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. [email protected]