Reflexión educativa de fin de año
Andrea Ramírez Barajas*
El año 2015 está punto de concluir, ha sido un año controversial en el campo educativo, tenemos a un secretario de educación que se ha encargado de impulsar un discurso beligerante, persecutorio y amenazador en donde se condensa la desconfianza existente en su propia obra educativa; la reforma educativa hoy fuertemente cuestionada.
En este año miles de docentes asistieron por primera vez a ser objeto de las evaluaciones producto de las nuevas leyes que regulan el desempeño docente en nuestro país, dichos maestros no lo hicieron con gusto, ni con convicción. Las evaluaciones del desempeño docente estuvieron mediadas por el discurso amenazante y persecutorio de las autoridades educativas.
Se posterga para más adelante los asuntos importantes de la reforma: el modelo educativo, el enfoque pedagógico de la misma, la reforma a las escuelas Normales, las medidas educativas para corregir los errores o desaciertos que arrojen las evaluaciones recientemente practicadas. Ante todo ello, en el presente año no hubo capacidad de responder a las preguntas, ni tampoco hubo disposición de arribar a un mejor estadio educativo.
La conclusión a la que se llega del balance educativo del presente año, es que seguimos operando con déficit pedagógico. En el terreno local se anuncian fuertes cifras de inversión en infraestructura educativa, pero se mantienen rezagos en cuanto a recursos dirigidos al factor humano, retroactivos, nivelaciones, reconocimiento por cambio de categoría, etcétera. En este año se ha manifestado una especial pichicateo de los recursos financieros, el secretario no quiere soltar o aflojar recursos, sobre todo en aquellos rubros que comprometan el estimular recursos humanos.
En el año 2015 se reedita un profundo clima centralista, dependemos de la federación hasta los tiempos para realizar todo tipo de actividades, no existe iniciativa local de generar políticas públicas dirigidas al sector educativo que emanen de problemáticas locales previamente detectadas y diagnosticadas.
Parece que el secretario de educación local tiene pensado un proyecto político de aspiración personal a partir de cobijarse en una secretaría que garantiza un gran escaparate y todo ello con recursos públicos que se ha hecho muy evidente a todo lo largo del 2015.
Por último, en este año se realizaron elecciones intermedias, (para elegir a diputados locales y federales y presidentes municipales), los resultados obtenidos sirvieron para cuestionar la hegemonía priísta y sirvió de aviso de lo que serán las elecciones federales del 2018. Para ello los proyectos políticos rodarán a toda su capacidad esperando que en lo educativo se tenga un proyecto local claro que beneficie a los jaliscienses.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]