Reduciendo humanidades y aprendiendo a ser menos personas
Enric Prats*
Muchas son las iniciativas que arremeten contra la esencia de la educación básica, normalmente en nombre de la eficacia y la practicidad. En un mundo altamente competitivo, marcado por unos valores claramente orientados a la ganancia fácil y a resultados rápidos, los postulados por una educación que se asiente sobre el sentido común y la capacidad de raciocinio no tienen lugar.
En favor de la máxima excelencia educativa, pues, reducida a su mínima expresión, se establecen distinciones entre asignaturas importantes y asignaturas menos importantes. Las primeras se presentarán como lo relevante a aprender y serán objeto de exámenes estandarizados, que terminarán apareciendo en ránkings internacionales. Las segundas quedarán relegadas a lo marginal, a aquello que divierte pero no sirve. La utilidad será el argumento central.
Según lo que nos llega de Mendoza, en Argentina, a partir del nuevo curso se relegan contenidos de filosofía y de artes en la “nueva secundaria” que se pondrá en marcha. Para apaciguar los ánimos, se nos informa que los profesores de filosofía dictarán una nueva materia en quinto año, Formación para la Vida y el Trabajo, «en la que se les enseñará a los chicos a encauzar su proyecto de vida a partir de su egreso en secundaria».
Se cambian nombres y se reorientan currículas, manteniendo el mismo plantel de docentes, pero no se replantea a fondo la escuela y su función. En cualquier caso, se pone la tijera en las humanidades, contenidos que realmente forman para la vida y son argumentos centrales para encontrar trabajo.
Valga esta noticia para refrescarnos que la escuela es un campo de batalla donde los decisores van acometiendo su trabajo con un olvido importante de los que se fraguan en las trincheras de las aulas. Si preguntáramos un poco más que es lo importante en educación a los que día a día se dedican a ello nos llevaríamos más de una sorpresa. De todos modos, las humanidades nos enseñarán, ahora y siempre, a ser mejores personas.
*Profesor de Pedagogía Internacional, Universidad de Barcelona. [email protected]