Recuentos de la resaca marchante del SNTE Jalisco
Jaime Navarro Saras*
Intentar pichicatear lo sucedido el pasado jueves en las inmediaciones de la Torre de Educación, marchando por prolongación, avenida y paseo Alcalde, para terminar en un templete de la plaza de El Santuario, está por demás. Ese día es considerado por los dirigentes, seguidores y amigos de las Secciones 16 y 47 del SNTE como un éxito y da cuenta del nivel de convocatoria que logran conformar cuando se lo proponen.
Las redes sociales se inundaron de imágenes espectaculares tomadas con dron y narrativas que dan cuenta de una serie de demandas y peticiones dirigidas a los gobernantes responsables de la educación pública, tanto a nivel local como federal.
Una marcha que blanqueó calles y avenidas con un conglomerado de 30 mil trabajadores de la educación (según sus organizadores), hecho del cual pocos medios de comunicación dieron cuenta; los periódicos locales publicaron notas cortas en interiores, ya que en la categoría de las 8 columnas no tienen cabida este tipo de acontecimientos, principalmente porque no venden y el SNTE no invierte recursos en ello. Justamente es todo lo contrario: mientras más silencio y oscurantismo, mejor; lo suyo son las negociaciones en las penumbras.
De lo que no se dijo, ni se dirá, es que la asistencia magisterial a la marcha tuvo algunas repercusiones significativas un día después, el cual era laborable; la asistencia no se dio al 100% en las escuelas del estado por dos razones: por la flexibilidad de directivos, supervisores y jefes de sector para aquellos que marcharon y porque era el inicio de un puente largo.
No menos importante es hacer las puntualizaciones debidas a todas las demandas por las que se marchó (las cuales fueron tomadas del Facebook de la Sección 47); las enumero:
• El calendario escolar de septiembre a junio.
• Despegue salarial para los trabajadores.
• Mejoras a favor de compañeras y compañeros de PAAE, Docentes, ATPs, Educación Física, Jubilados y Pensionados, Niveles especiales, Niveles superiores, Docentes de educación Musical, Directivos y Supervisores.
• Que se incremente el salario profesional, de las maestras y maestros.
• Que se otorgue un incremento significativo al sueldo de los directivos de preescolar, primarias y secundarias.
• Mejora de servicios médicos en el IMSS, y en el IPEJAL.
• Tener condiciones laborales dignas.
• Que se establezca un nuevo pacto y protocolo escolar en el estado y a escala nacional, para evitar que los docentes sean separados de su empleo, cuando son acusados falsamente por padres de familia en las escuelas.
• Vamos a recuperar los derechos que arbitrariamente nos quitaron.
Precisemos, en estas 8 demandas que ahora señalan, el propio SNTE tuvo participación y fue parte de ello; no solo las avaló, sino que ellos mismos se encargaron de aplacar algunas protestas y resistencias, principalmente de la CNTE y de algunas corrientes opositoras a lo que en su momento Elba Esther Gordillo Morales determinaba, al igual que en sus tiempos Carlos Jonguitud y, sobre todo, de Juan Díaz de la Torre hasta la fecha.
Cada uno de los 8 puntos es altamente cuestionado; en su análisis, el SNTE siempre saldrá embarrado y no hay manera de refutar este señalamiento, pero para no hacer mucha historia, vayamos al último punto: el de los Protocolos escolares. Desde su aparición y puesta en práctica, quienes tenemos tres dedos de inteligencia imaginábamos lo que podría pasar y qué personajes del proceso educativo se verían perjudicados; era indiscutible que estaban diseñados para perjudicar a los trabajadores de la educación y más porque parecían, parecen y se aplican como juicios sumarios. Hay miles de historias donde infinidad de docentes y demás trabajadores, una vez que se investiga y se da cuenta de su inocencia, nunca vuelven a ser los mismos, ni aunque haya una disculpa pública (la cual nunca llega). En este entorno las Secciones locales permanecen impávidas y no se desgarran las vestiduras por quienes, quincena tras quincena, les entregan contra su voluntad el 1% de sus ingresos.
Es cierto que hubo mucha labia e infinitas selfies, tanto de Ilich González, secretario general de la Sección 47, como de Leonel Mayorga, de la Sección 16, lo interesante es saber qué se van a lograr con esos 30 mil trabajadores que marcharon por las calles de Guadalajara, queremos ver si es cierto que por ser el sindicato mayoritario en México hacen que las autoridades les entreguen buenas noticias para sus representados o, ¿acaso será como el año pasado?, donde después de que el gobierno federal anunciara el incremento de mayo y Alfonso Salas, dirigente nacional del SNTE, salió a felicitar al presidente Andrés Manuel López Obrador y agradecer el trato; al mismo tiempo la CNTE se inconformaba y el gobiernlo anunciaba un nuevo incremento, para finalmente saliera Alfonso Salas a presumir que esto de debía a ellos. Pero en fin, sigamos siendo testigos del papel de patiño que le toca realizar a este SNTE camaleónico y acomodaticio para cuanto partido llegue al poder y seguir disfrutando de esas marchas que juntan más gente que un partido del Atlas o las Chivas; buen retorno para aquellos que se tomaron el puente y ni cuenta se dieron que hubo marcha del magisterio oficialista al Estilo Jalisco, ajúa.
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]
Gracias por mantener fresca la memoria colectiva. Indispensable desenmascarar a los farsantes que, luego de ser cómplices del despojo de nuestros derechos, ahora pretenden aparecer como adalides de la defensa de los trabajadores de la educación.
El SNTE y sus espectáculos.