¿Queremos neuro-educación?

 en Alma Dzib Goodin, Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodín*

La idea de la neuro-educación radica en aplicar conceptos tomados de las neuro-ciencias y aplicarlos en los espacios educativos. Como mencioné en otra ocasión, no se trata de adoctrinar a los maestros en como aprende el cerebro, proceso que además, cabe mencionar, aún no se acaba de entender, pues implica claves genéticas, proteínicas y adaptaciones al ambiente.
En este sentido cabe pensar, si se deseara tanto hacer uso de la información que se genera en las neuro-ciencias en la educación, primero vamos entendiendo al sistema educativo. El sistema educativo es dictatorial, donde las decisiones son tomadas por la cúpula política.
La política la entiendo como un conjunto de buenos deseos que nada tienen que ver con la realidad, de ser así, el gabinete presidencial tendría a científicos, académicos, economistas, gente conocedora del derecho y no a políticos que creen que el servicio público es el mayor poder posible.
El secretario de educación actual es licenciado en ciencias políticas y administración pública, sin duda sabe de asuntos de dinero, pero ¿cuánto sabe de diseño curricular?
Es ahí donde debemos comenzar. Generalmente se busca adoctrinar a los maestros sobre como se debe enseñar, pero ¡ese es el primer gran error de los expertos!, los maestros no toman decisiones clave sobre el currículo, no pueden cambiar la estructura, formas o tiempos del mismo. Su labor está limitada a hacer cumplir el currículo. Eso es más que suficiente para que merezcan un monumento y el respeto social.
Si deseamos un programa educativo deberíamos comenzar por convencer al secretario de educación el porqué una visión científico-pedagógica valdría la pena. Imagino que se requieren muestras, como lo que se ha logrado en otros países y muchas horas y expertos para que diga: ¡ah, ok, ahora entiendo! Luego sería muy importante abrir focos de investigación, donde los estudiosos del cerebro pudieran primero observar las necesidades de cada población y donde el maestro, como experto del proceso de enseñanza y vínculo entre el currículo y el aprendizaje haga notar las directrices para lograr la tarea. Juntos, maestros y neuro-científicos analizarían los puntos buenos y los que sobran en los programas.
Ya que convencimos al secretario de educación, de una vez hablamos de la importancia del arte, el bilingüismo y el deporte en las aulas como medios que benefician el aprendizaje. Con ello convencemos a gente que ame estos tópicos y a la sociedad y les abrimos las puertas de las escuelas.
En tal caso, tenemos que convencer a los maestros que ellos tienen una labor titánica, y que no pueden ser artistas plásticos y porteros de la selección escolar mientras enseñan algebra. Necesitamos que cada uno reconozca la importancia de su papel y lo cumpla con orgullo.
Entonces reclutamos a la sociedad y les convencemos de que el cambio debe venir de todos, pues cada comunidad tiene necesidades específicas.
Es entonces que se crean centros de estudio, donde psicolingüistas, neurocientíficos, psicopedagogos, artistas, deportistas y demás crean programas a partir de las necesidades de la comunidad y los prueban. En tal caso, los niños y las familias tienen mucho que decirnos.
Luego se vuelven a reunir con los maestros y se analizan las bondades y problemas de las propuestas y se comparten con las zonas escolares, teniendo siempre como meta beneficiar a la comunidad.
Todo esto vuelve a subir a los altos mandos para hacer modificaciones generales, mientras que las específicas se quedan en la comunidad.
Para ello necesitamos elegir políticos que sepan lo mismo de ciencia, de pedagogía, de arte… porque hasta ahora solo se les eligen por su cara bonita o por romper el status quo.
Historias de éxito, hay muchas en países como Canadá, Suecia, Reino Unido, Dinamarca, donde se han cambiado programas, horarios de clase, temarios y se han logrado mejores ambientes en los centros de enseñanza, pero comencemos comparando los gabinetes de estos países con los de Latinoamérica.
Personalmente los trabajos que más me han gustado son dos: los referentes a la cronobiología, que es el estudio de la percepción del tiempo a nivel evolutivo y como esto impacta en cosas tan simples como los ciclos de sueño-vigilia, que derivan en el análisis del proceso del sueño y su impacto en el aprendizaje. Lo que se logró en algunas comunidades de Canadá y Suecia basándose en estudios de este campo, es que a partir de la adolescencia, las horas de clase se recorran y comiencen y terminen más tarde, pues es la forma en que las hormonas empujan a funcionar, por ello los adolescentes se levantan tarde y siguen la fiesta hasta las horas de la madrugada, a diferencia de los niños que tienden a dormir más temprano, en parte por los hábitos parentales, pero influidos por cronotipos.
Otros cambios logrados son los concernientes a la comprensión de las necesidades tempranas de los estudiantes, que en los Estados Unidos ha derivado en un gran apoyo a los primeros años de la educación. No se permite avanzar a un alumno que tiene signos tempranos de dificultad en la adquisición de los aprendizajes. A diferencia de América Latina, donde se trabajan los retrasos de aprendizaje, en algunas escuelas se busca que el niño consolide todos los procesos, antes de la adquisición de los procesos de aprendizaje académico.
Podemos hacer mucho juntos, pero necesitamos convencer a los altos mandos primero. ¿Qué opinan?, ¿sería posible?

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

Comentarios
  • ROSE EISENBERG WIEDER

    Si estimada Alma interesante tu artículo, de ahí que sugiero, prueben el Método Feldenkrais de autoconciencia a través del movimiento. Feldenkrais fue el primero en crear ambientes para el desarrollo de la neuroplasticidad cerebral donde no separa mente cuerpo. El Método se basa en cuatro premisas, movimiento, sensación, sentimiento y pensamiento en interacción constante Existen dos libros donde Feldenkrais, además de ser crítico incisivo de la educación inicial uno de ellos denominado “Autoconciencia a través del movimiento” de Paidos, en su primera parte viene esta crítica y luego presenta 10 lecciones de este Método. Existe otro libro que se llama “La dificultad de ver lo obvio” y el mismo nombre señala a que se refiere. Imagínate el nombre de “educación física” y adonde nos puede llevar…. se forman como físicos???

  • Alma Dzib-Goodin

    Mil gracias Estimada Rose por la sugerencia, conozco el método. En el Congreso virtual de neurología de la Asociación Mexicana de Neurología, le han dedicado dos modulo al método. Mi único comentario es que si bien tienen análisis empíricos, no han sido muy exitosos en explicar el por qué el movimiento tienen tanto impacto en los procesos cognitvos.

    La respuesta quizá esté en los procesos evolutivos, por eso la necesidad del movimiento para la memoria por ejemplo, http://www.cnps.cl/index.php/cnps/article/view/274, pero el movimiento tiene otras aristas.

    Sin duda la neurociencia tiene mucho que aportar, el problema es convencer a las alturas:)

    Mil gracias por tu aportación. Métodos como esté harían mucho bien en las aulas

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