No me desfiendas compadre

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

 

La frase del título es muy utilizada cuando una persona allegada hace o dice algo para ayudarnos, pero en el fondo, y por intereses personales, por envidia o por cualquier otra razón, termina por perjudicarnos (la s es a propósito, suele utilizarla una persona de la familia como una manera de hacer énfasis cuando defiende a sus hijos de cualquier alegato o cuando los derechos de ellos son pisoteados).

Dicha frase, la podemos utilizar perfectamente en estos días ahora que el gobierno federal le hizo reformas al Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sale en defensa de dicha reforma, en esta narrativa han salido a protestar, de una u otra manera, la mayoría de trabajadores de la educación (salvo los de Jalisco), basta abrir los periódicos, las redes sociales y demás medios de comunicación y ver que se manifiestan en marchas y plantones trabajadores de la educación de estados como Chihuahua, Sonora, Chiapas, Baja California, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Colima, Guanajuato, Estado de México, Quintana Roo, Yucatán y Ciudad de México, principalmente.

Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE, por su parte, sale a dar sus testimonios y asegura que la reforma no afectará a los trabajadores de base el aumento de las cuotas al ISSSTE; de lo demás no aporta ninguna modificación. En tanto, las secciones 16 y 47 se han dedicado a difundir dicha nota; hasta Catón (un periodista oficialista reconocido) ha salido en defensa del mismo Cepeda y sus decisiones.

¿Qué tanto le debemos creer a Alfonso Cepeda? Cuando, aparte de ser el máximo dirigente del SNTE, es Senador por el partido en el poder y se ha comprometido a afiliar a 2.5 millones de maestros a MORENA, además de otros 3 millones de familiares y amigos de los trabajadores del SNTE. Realmente muy poco, ya que haciendo un recuento histórico de lo que ha hecho el SNTE en los últimos 15 años, no ha sido otra cosa que avalar y promover lo que el Estado le presenta. Recordemos dos hechos: la reforma al ISSSTE de 2010 y la Reforma Educativa de 2013. En ambas al SNTE se le derramaba la miel de los labios (a Elba Esther Gordillo y Juan Díaz de la Torre) al decir que todo era para mejorar las cosas de los trabajadores. En la reforma al ISSSTE se aumentó la edad para jubilación y en la Reforma Educativa se perdieron muchos derechos, principalmente el del escalafón que regulaba la promoción magisterial, Carrera Magisterial y, qué decir, de las perversiones del INEE.

El SNTE no es de fiar como interlocutor en lo que se refiere a reformas del Estado, y menos porque Andrés Manuel López Obrador se había comprometido con la CNTE, no con el SNTE, a revisar y modificar la situación del magisterio con el ISSSTE y eliminar aquellos aspectos que presentan deficiencias como los servicios médicos, la vivienda, el salario y las pensiones de los trabajadores. Contrario a ello, la nueva Ley del ISSSTE contradice el compromiso de Morena con los trabajadores adheridos a este Instituto.

Sabemos de sobra, porque de eso se jacta el SNTE, que su compromiso es con el presidente de México, esté quien esté, lo mismo del PRI, el PAN, MORENA o el partido que llegue en el futuro, lo cual nos hace pensar que las propuestas, inconformidades o denuncias de los trabajadores adheridos al sindicato, que se supone defienden y velan por sus intereses, es de poco interés para el SNTE. El 1% de la nómina magisterial que les pertenece no es garantía suficiente para hacer el intento por defender los derechos que se han ido adquiriendo, sino que han ido más allá: avalar que se vayan perdiendo con el paso de los años a cambio de migajas como una Senaduría, unas cuantas diputaciones y ser parte de la nómina de algunas secretarías de Educación en los estados.

Acá por Jalisco las cosas las miran bien los secretarios generales de las Secciones 16 y 47, ya que este estado es un gran promotor y defensor de lo que diga el SEN del SNTE; no por algo Jalisco siempre ha estado muy bien representado en la cúpula de este sindicato. Juan Díaz de la Torre es un ejemplo de ello y su sombra aún pesa allí.

Por lo tanto, ojalá que el SNTE deje de defendernos tal como lo hace, ya que hacerlo así no nos lleva a ninguna parte en lo que se refiere a mejora de derechos; en ese caso es mejor no tener interlocutor porque solo velan por ellos mismos, en síntesis: NO NOS DESFIENDAS COMPADRE… Así estamos bien, aunque no lo estemos.

 

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

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