Mirada de ratón y otros re-cuentos

 In Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Existe toda una diversidad en las formas como la fauna nociva de los ratones se ha adaptado a las condiciones de vida humana.
¿Déficit de Higiene, alimento asegurado? Tal vez el conjunto de ambos factores, lo cierto es que es excepcional el hogar que no tiene encuentros con los ratones y ratas, esos singulares e indeseados inquilinos.
Viene a cuento porque recientemente he emprendido una guerra centrada por estrategia en el microespacio de casa, donde se han alojado una pareja de ratones que amenazan con convertirse en familia –supongo ese es su plan de desarrollo–.
Después de intentos de escobazos y menos efectivos chanclazos; de observación preliminar de uno de los enemigos, he dado con la cueva donde hay evidencia de su estancia.
Mi última persecución fracasó porque sin mucho esfuerzo el perseguido se deslizó por la seguridad de su guarida, no sin antes observarme con unos ojillos cuya profundidad de mirada jamás había experimentado.
Su mirada expresaba curiosidad, reto o sorpresa, vaya usted a saber la intención comunicativa de esos pequeños mamíferos, en quienes depositamos miedos ancestrales.
Mirada de ratón también observadora, escrutadora; elocuente mirada, de involuntaria y por ahora obligada convivencia.
El tiempo extendido en casa ha dado marco para notar su presencia, que en condiciones de normalidad habría tardado algunos meses.
Mi subsecuente estrategia de ataque ha sido un pequeño aparato de tecnología norteamericana que supuestamente emite sonidos insoportables para la víctima –espero esto no sea una declaración de culpa– para los apasionados defensores de los derechos de los animales.
Mientras se coordinan procesos administrativos del fin del ciclo escolar 2020-2021, estos si, para nada virtuales, compruebo que el aparatito en comento tiene un par de días de ineficacia.
La convivencia entre ratones y humanos es muy antigua. Mucho antes del surgimiento en la Edad Media de la leyenda del flautista de Hamelin, localidad alemana, como muchos pueblos y aldeas, con el mismo problema de la plaga; mucho antes tal vez, de la domesticación del trigo silvestre en las riberas fértiles de los ríos Tigris y Eufrates, en la antigua Mesopotamia, posiblemente, mucho antes de la domesticación del gato, supuestamente en el área del Nilo en el antiguo Egipto.
El cuento adaptado de los hermanos Grimm, la mercadotecnia extensiva de la literatura infantil, el flautista de Hamelín y las ratas que se ahogaron en el río; el no pago de la deuda por los pobladores, el flautista de Hamelín y su enojo, la desaparición de los niños; 1284 la casa del cazador de ratas, la transacción incipiente de “te deshago de las molestas ratas y me pagas”. Los derechos de las niñas y los niños, kindergarten “Jardín de niños” concepto popular en Alemania en el siglo XIX, la vulnerabilidad de la infancia, Kinder palabra alemana que en el momento de la leyenda del cazador de ratas refiere no sólo a los niños, sino de manera general a los hijos del pueblo. Los hijos del pueblo también están hipnotizados por la interpretación del flauta, el precursor de Goebbels.
Exceptuando algunos lugares del inmenso territorio de la India, donde no se les ataca, y ocasionalmente hasta se les alimenta; desde tiempos inmemoriales, se han creado muchas formas para abatir tal plaga, algunas tan crueles que sólo dan cuenta del odio y del temor juntos.
Las trampas trituradoras de cuellos y cabezas, las trampas celdas y los cebos envenenados son apenas un recuento mínimo.
Las ratas y la peste, las ratas y las pulgas, las ratas y la rabia, la rata como icono de películas de terror y escenas de cárceles inmundas y malolientes, las ratas de experimentos de laboratorio, las ratas y las fobias, las ratas y el entendimiento de la psicología conductista, el premio y el castigo. La rata del campo, la rata de ciudad, las ratas que protegen y alimentan a los hijos rosados y chilladores, las ratas que los abandonan.
El caldo de rata en la oferta culinaria de estados como Zacatecas, las ratas bebés y su desnudez, la asamblea de ratones en el poema de Lope de Vega y la pregunta central: ¿Quién pondrá el cascabel al gato?
La mirada de ratón en muchos asuntos humanos, en muchos asuntos de convivencia social.
Más allá de la ternura de las películas de Mickey Mouse de Walt Disney y otros cómics donde el ratón es personaje, más allá del mexicano Speedy Gonzales, la convivencia de hombres y mujeres con ratones y ratonas, es un problema.
Pero lejos del laboratorio de ciencia que puede ser el ratón o sus formas de vida, la metáfora o analogías ricas en la literatura para fabular o ilustrar ausencia de valores como honradez y honestidad; valores estos de comportamientos muy humanos; en este texto de matiz educativo, sólo recuperar ese segundo del cruce de miradas entre humano y roedor y abusar un poco de ese momentito para, sin extender la mirada sobre esa miradilla, si extender y abusar tal vez de la reflexión, guardando sana distancia de moralejas y otras disquisiciones literarias.
Extender la mirada sobre la complejidad para captar la fina urdimbre de la realidad social sin los lentes de hipermetropía ideológica ortodoxa, como ha mostrado el maestro universal y filósofo ya centenario Edgar Morin. Superar nuestra mirada de ratón huidizo, que se esconde ante la amenaza de la luz del conocimiento y las implicaciones éticas del mismo.
Extender la mirada sobre la práctica postelectoral política de gobernantes que regresan verificaciones a la ciudadanía con un falso discurso ecologista, entre sequía de presas y de incendios forestales, apenas un mes después de competidas elecciones y lejos de la solidaridad necesaria con los gobernados, que padecen de variadas formas el flagelo de la pandemia.
Extender la mirada compleja en retrospectiva sobre los resultados de 30 años de gobiernos neoliberales que multiplicaron la pobreza, el endeudamiento y la violencia, la relatividad, cruzar miradas de participación y de asunción responsable de un juicio histórico.
La muerte de Alfonso Zayas y el valor del aprendizaje informal en la formación cultural del mexicano en materia de morbo, sexualidad y albur.
Extender la mirada sobre los medios de comunicación y sus comunicadores cebados en el pasto de la deshonestidad y la falta de veracidad, ellos quienes violentan el derecho de la información de una sociedad reactiva e inmediatista, que tan sólo por aparecer en televisión repitiendo falsas noticias y denostaciones, reciben jugoso chayote para comprar vivienda en Miami o en la zona vip de la CdMX.
Extender la mirada sobre esos falsos profetas de la información cuyo trabajo ha hecho llegar a la cárcel a inocentes, meretrices de gobernantes obesos y metrosexuales, los sonrientes comunicadores de las televisoras monopólicas y de las estaciones de radio donde tamborilean informaciones parciales por el rating objeto de deseo.
La mirada de ratón sobre el bloqueo cubano, sobre el asesinato del presidente de Haití, sobre la responsabilidad de la corona inglesa y de la Iglesia católica en el genocidio de indígenas en Canadá, el valor de la veracidad que no es joya de la corona.
La mirada de ratón sobre el modelo capitalista que legitima hambre, pobreza, guerra y los modelos educativos que de él derivan. La legitimidad de las inequidades y las clases sociales imaginarias de letrados e iletrados, las franjas de exclusión de territorio mínimo de éxito y de ampliación del ejército de las mayorías que hace táctica y sobrevive en ghettos de invisible fracaso individual.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comments
  • Griselda Gómez de la Torre

    Abrir la mirada con ojo visor, de ciudadano, sociólogo, educador, convocar a miradas otras con pensamiento crítico, metáfora del trabajo aún en ciernes de los docentes, miradas otras por descubrir, por poder nombrar lo callado, por significar al sujeto – histórico que hemos sido y miradas aún por nacer.
    Nuestra existencia es un acontecimiento, solo cuando nos dejamos sorprender y trascender con miradas otras, llenas de posibilidades que se permean de los otros, por lo otro, y trasciende al nosotros que es una suma del yo y el tú en un encuentro de experiencias concretas que dan sentido al sentipensar del otro en la la mirada … asombrémonos de la sorpresa con miradas otras, cuestionémoslas y vivamos en movimiento como las nubes, cambiando a cada instante, develando el aprendizaje senti pensante del presente potencial en imágenes nuevas y enriquecidas por citar a Benedetti: “Sereno en mi confianza
    confiando en que una tarde
    te acerques y te mires,
    te mires al mirarme”.

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