Los problemas estructurales en la formación de formadores de agentes educativos
Andrea Ramírez Barajas*
Los problemas estructurales en la formación de formadores se enmarca en el actual clima de reforma, seguimos bajo el manto de la reforma educativa en todas las aristas del sistema y aunque los discursos han cambiado las intenciones siguen siendo las mismas: sacar adelante a toda costa la reforma educativa a la mexicana.
En el terreno de la formación de formadores de agentes educativos, éstos se ubican mayoritariamente al interior de las Escuelas Normales (EN), es ahí en donde se despliega y desarrolla lo más fuerte del trabajo de y en la formación. En términos estructurales y como parte de un trabajo de investigación amplio que se realiza de manera interinstitucional en varias instancias de educación superior, reconocemos tres problemas estructurales que influyen de cierta manera en términos negativos en la formación para la formación. Dichos problemas son los siguientes:
1. Dentro de los imaginarios para la formación, los agentes habilitados a esta tarea, no han contado con referentes fuertes (en términos formativos), que les ayuden a arribar de la mejor manera a su tarea. Las tareas de formación para la formación se llevan a cabo de manera artesanal hasta cierto punto, a partir de un esquema de ensayo/error, cuyo proceso está desprovisto de referentes teóricos rigurosos (Pérez Guerrero, María, 2013).
2. Las Escuelas Normales como instituciones de educación superior, no cuentan hasta ahora con espacios institucionales formales que permitan discutir entre los pares académicos el asunto de la formación, los pocos espacios de colegiación son utilizados para abordar asuntos burocráticos o de tópicos vinculados con la racionalidad administrativa, los aspectos sustanciales de la formación son evadidos debido a la ausencia de una cultura de trabajo colegiado que discuta los aspectos de fondo por encima de las formas.
3. La formación para la formación vive un proceso de alejamiento del rigor intelectual para abordar los asuntos ligados con la formación, de la figura del docente como intelectual orgánico, como profesional reflexivo (Schön, Dewey), como investigador de y en práctica, asistimos ahora a un modelo centrado en la cultura del menor esfuerzo, en la burocratización, en donde a muchos formadores les preocupa más cuánto van a ganar por encima de cuánto y de qué manera deberán enseñar.
Los anteriores problemas estructurales están ahí, forman parte de la cultura cotidiana de las escuelas, están vinculados a las identidades de los docentes y sobre todo, se convertirán en un obstáculo para el cumplimiento de los objetivos de la reforma, que se tiene pensado anunciarla en un par de semanas.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]