Los cambios en el sistema de formación docente en el estado de Jalisco. No en nuestro nombre
Andrea Ramírez Barajas*
En una famosa carta que dirigieron críticos e intelectuales de los Estados Unidos a su presidente en turno con respecto a las absurdas guerras (una de tantas que han protagonizado para dominar el mundo), le decían, le gritaban a dicho mandatario: NO EN NUESTRO NOMBRE. De esta manera se deslindaban de la atrocidad y la irracionalidad que muchas veces es lo único que otorga el poder y de esta manera también, (nos) aportaban que existen formas diferentes para resolver los conflictos o para abrir líneas de acción en los proyectos sociales y hoy lo podemos reconocer acá tanto en política, como en educación.
De aquel ejemplo valioso rescatamos el NO EN NUESTRO NOMBRE los cambios a las instituciones de posgrado y formadores de docentes, NO EN NUESTRO NOMBRE a las acciones absurdas de hacerse creer que las Escuelas Formadoras de Docentes son pequeñas empresas que se rigen por sistemas administrativos de trabajo por horas ligadas a la producción en serie sin pensar y sin reflexionar acerca de lo que se hace y del significado social de lo que representa lo que se hace. NO EN NUESTRO NOMBRE a la nueva estructura que se le pretende dar a las instituciones encargadas del posgrado (ni en las formas y mucho menos en el contenido). NO EN NUESTRO NOMBRE en cuanto a esta visión híbrida de administrar las instituciones de posgrado en donde se les exige mucho a cambio de muy poco o casi nada.
Me parece indignante el nuevo estilo personal de admisntrar la SEJ, en donde el estilo autoritario se asocia con la bonita imagen femenina sólo como escaparate no hablan pero están ahí.
Las aspiraciones transexenales de la gente ligada al poder que se refugia en el seno de la SEJ, comienza a perder la perspectiva de donde se encuentre ahora en aras de pensar en donde desean estar en meses futuros. El proyecto educativo de Jalisco (si es que existe verdaderamente) está manifestando un viraje involutivo, muchas acciones y muchas iniciativas desde la esfera de gobierno se hacen de facto, no existen documentos, minutas, actas de acuerdos, resolutivos que sean signados por las partes, todo lo dejan a la palabra o a los mensajes en twitter, pero la formalidad legal e institucional ha quedado desplazada ante nuevas prácticas de acordar y gestionar los asuntos educativos.
Si bien en México somos gente de palabra, si pero también las palabras se las lleva el viento o como rezaba aquel viejo promocional “papelito habla”, hoy no hay ni palabras ni papelitos, comenzamos a atenernos ante los dobles mensajes, a los cercanos se les premia aun violando la ley y a los enemigos se les da de palos, aun cuando no existan leyes para hacerlo.
Este doble rasero o este doble criterio de decidir muy pronto le cobrará factura a los “poderosos”, no todo les saldrá como esperan por falta precisamente de un soporte documental que les permita objetivar sus excesos de poder.
NO EN NUESTRO NOMBRE es sugerente, hoy en día se trata de deslindarse de los excesos, del lodo barato de tanta corrupción, se trata de desprenderse de la improvisación y la ceguera de poder, se trata de pensar y comenzar a gestionar un proyecto diferente. NO EN NUESTRO NOMBRE procura trazar una línea divisoria, en donde podamos diferenciar que existen dos proyectos y dos visiones del tipo de educación que requiere México y Jalisco, y buscando ser mayoría para trazar las profundas diferencias que nos hacen profundamente diferentes.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]
¡Pero deberás si somos!
Los mexicanos incapaces de buscar en la lectura, los errores de las administraciones y políticas públicas (Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Salinas de Gortari, Miguel de la Madrid, López Portillo y Luis Echeverría…);
Los mexicanos incapaces de buscar en la lectura, como el gobierno apoyo en los 40’ a los empresarios, (solo por mencionar una de ellas) con el control de la inconformidad de la clase obrera por medio de sindicatos oficialistas, conocidos como charros, esto a la caída de Lombardo Toledano, sería el inicio de la subordinación de las centrales obreras al estado;
Los mexicanos incapaces de caminar con una clase política diferente a la actual, que tanto daño le ha hecho al país;
Los mexicanos incapaces de proponer iniciativas, para quitarles el presupuesto a los PARTIDOS POLITIOS;
Los mexicanos incapaces de derrocar, a los caciques o líderes morales de las universidades públicas;
Los mexicanos incapaces de derrocar, a los caciques o líderes morales de los sindicatos;
Los mexicanos incapaces de derrocar, a los grandes monopolios llamados informativos, que lo único que han hecho es llenarnos de propaganda;
Los mexicanos incapaces de derrocar a la clase empresarial, que solo ha aprovechado a la clase trabajadora para enriquecerse sin compartir esa riqueza con los trabajadores;
Los mexicanos incapaces de derrocar, a los funcionarios de primer nivel que no han sido capaces de demostrar un proyecto en beneficio de la sociedad civil y de las instituciones…