Literatura para tiempos recios y el peso de vivir en la tierra

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Literatura para tiempos recios, es el nombre que lleva el V Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, certamen de novela hispanoamericana que se desarrolló del 25 al 28 de mayo de 2023 en Guadalajara, las sedes fueron el Conjunto Santander de Artes Escénicas, el Centro Universitario de Ciencias Económico y Administrativas (CUCEA), así como el Paraninfo Enrique Diaz de León, con este motivo se reunieron autores, catedráticos y lectores para recrear la literatura y dar a conocer la novela premiada y su escritor, se recibieron más de 300 participaciones, teniendo 6 finalistas.
El domingo 28 las actividades se desarrollaron en el Paraninfo Enrique Díaz de León. Esta Bienal fue dedicada In Memoriam Raúl Padilla López, quien fue Presidente de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
El Nobel peruano Vargas LLosa estuvo presente para esta fiesta de la literatura, así como escritores de la talla de David Ortuño, Sara Poot, Claudia Piñeiro, Olga Merino, Jesús Ruiz Mantilla, Ray Loriga, Gustavo Rodríguez, también los finalistas Héctor Abad Faciolince, Piedad Bonnett, Brenda Navarro, Cristina Rivera Garza, Juan Tallón y David Toscana, así como otros presentes, en las mesas hablan de su obra, que a veces es un reflejo de la realidad y otras veces se acude a la imaginación para crear mundos paralelos, son las novelas que combinan un apabullante mundo con la ficción, la literatura les da el permiso y los escritores han tenido el don de concretarlo en los libros.
Un paralelismo fantástico sucedió, mientras puertas adentro acontecía la Bienal y se contaban historias que tienen la gracia de estar escritas, por las calles en Guadalajara se vive el fútbol, la gran pasión, por toda la ciudad los caminos conducen a la Avenida Juárez, que cuadras más adelante toma el nombre de Vallarta, se vive el vibrante momento de una multitud de personas que portan orgullosas la bandera rojiblanca y tienen muy bien puesta la camiseta de las Chivas, hay un orgullo que se respira en el aire, familias enteras acuden a estos sitios, la Minerva y las pantallas gigantes, los bares con la transmisión en vivo, todo para expresar su alegría por la final del fútbol, entre Chivas del Guadalajara y Tigres de Nuevo León, desfilan camiones con personas que cuelgan del mismo, tamboras, bengalas, la calle es toda música, celebran por adelantado, se puede perder, como aconteció, pero la fiesta, la alegría, la euforia de presenciar el momento, de salir de la colonia, de celebrar con los amigos, la familia, después de tanto tráfico, calor, carestía, pobreza, trabajo duro, eso nadie lo quita. Esta fiesta adelantada era de novela.
En su participación el Nobel Mario Vargas Llosa, hombre polémico que ha hablado de política causando rechazo, que ha vivido su vida emocional con intensidad, expareja de Isabel Preysler, también tiene una vida de novela, habla de su infancia, que no ha tenido padre, que su madre le hizo creer que estaba en el cielo, consentido por sus abuelos, tíos, conoce a su padre a los diez años, que cuando esto sucede le piden que no diga nada a los abuelos, está atemorizado con esta persona que dícese su padre y no le agrada esta aparición.
En esta juventud temprana va a la escuela Leoncio Prado, una escuela militar para gente pudiente, para quien deseaba seguir una carrera militar, pero lo interesante es que reparte 100 becas a niños de escasos recursos de todo el Perú, de lugares remotos a Lima, es su padre que influye acuda a educarse este lugar, esa fue su forma de conocer su país, a través de los ojos de sus compañeros, los cuales le piden que les ayude con las cartas de sus novias, él será la mano que registra, su escritura se desliza con tinta de amor, así se inicia en este mundo literario. Afición que después va a cultivar en la Universidad San Marcos, que era la única institución que se rebelaba contra la dictadura; Marisol Schulz le pregunta si el soñaba con escribir una novela, dice que si, pero la realidad le hacía saber que en Perú era ir en contra, no había editoriales ni librerías, se atrevió a escribir como una forma de rebeldía ante su realidad.
En esta Universidad gana una beca de literatura y va a París, cuenta que la primera noche en la ciudad de los soñadores compra un librito titulado Madame Bovary de Flaubert y ahí es cautivado por las descripciones, sus párrafos lo atrapan y avivan su deseo de ser escritor, descubre que los latinoamericanos quieren leer a los europeos, a los franceses, pero que ellos estaban leyendo a los latinoamericanos, a Borges y a Cortázar. Esto es un encuentro por medio de la palabra, el viejo y el nuevo mundo intercambian sus miradas.
En este mágico ambiente con seis finalistas escritores y un sólo ganador, anunciado por Soledad Álvarez de República Dominicana, el afortunado es David Toscana quien se lleva el premio, por mayoría, no unanimidad, el cual sorprendido y feliz nos habla de la novela “El peso de vivir en la Tierra”, editado por Alfaguara en 2022, este libro influenciado por la literatura rusa; narra que en su casa no había libros, sólo dos, el Quijote de Cervantes y Crimen y Castigo de Dostoievski, que la base para todo fueron estos cimientos, que su estilo es más de Antón Chejov, menciona que el escribir no ha sido fácil, que a algunos les ha costado la vida, otros se arrojaron por un precipicio dejando profesiones seguras. Recuerda al Quijote en su diálogo con Sancho acerca de la libertad, que es el don más precioso que han dado los cielos, que por eso se debe aventurar la vida, que la libertad se conquista en el día a día, él lo ha abordado desde los escritores rusos que han enfrentado regímenes totalitarios, pero otros Gioconda Belli y Sergio Ramírez han sido desterrados por su valentía de escribir.
Menciona que hay una diferencia con las historias contadas, que es una plática entre personas, de sucesos combinados con inventos, pero que cuando esto se escribe, se pule, pone en contexto, se enriquece con vocabulario, entonces se convierte en literatura, ya no es más un chismesillo, ahora puede ser todo un cuento o también la trama de una novela.
Como maestros somos promotores de lectura, tenemos ese compromiso social, cuesta trabajo en comunidades poco lectoras y por ello pregunto en entrevista ¿cuál es el mensaje que tiene para los niños y los jóvenes?, ¿que les diría?, ellos más tarde serán lectores o no de su obra.
Me dice que esa es nuestra tarea, que no se le dan las estrategias, que ni en sus hijas le va de contar cuentos, me devuelve la pregunta ¿qué es lo que haremos para promover la lectura?, lo que si sabe y señala es que debemos alejar a los niños de las pantallas hipnotizantes o idiotizantes, con contenidos o imágenes invasivas que están colonizando el pensamiento. Que las series traen ya una visión, una imagen de las cosas, que en un libro cada quien es el creador, la imaginación se despliega en el interior, cobra vida propia, que es una noble labor acercar las hojas blancas con símbolos negros, pero con significados increíbles, son espacios para desplegar la creatividad, la fantasía, la imaginación, recursos tan importantes en todas las áreas de la vida. Enfatiza que la labor del maestro es primordial en este fascinante mundo que se lee y se escribe.
Cierro este artículo con la frase de David Toscana: “Si de algo debe servir lo que escribo es para darle a la literatura el peso que tiene en nuestras vidas, la que nos da la dignidad de seres humanos, el deseo de libertad y ensanchar el espíritu”.

*Doctora en educación. Jefa de Sector Preescolar en la SEJ. [email protected]

Comentarios
  • IRMA

    Delicioso relato, de la bendición de vivir en la tierra y disfrutar intensamente las experiencias como la pasión por el fútbol y la combinación de palabras que hacen los y las escritor@s como Tú.
    Gracias siempre por lo que enriqueces los escenarios y las visiones del mundo.

  • Elvia Sandoval Hernandez

    Un placer indescriptible me generó la lectura de este artículo, entrelaza magnifícamente lo vivido con el sentir, gracias por este regalo que nos deja con un gran sabor de boca, gracias por remontarnos al reconocimiento de nuestra escencia como mexicanos en la pasión y el disfrute de la vida en un acontecimiento social y multitudinario, como lo es una final de fútbol y gracias por acercarnos cadenciosamente a eventos literarios como el aquí narrado, Un abrazo

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