¿Lecciones aprendidas?

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Está por terminar el ciclo escolar oficial y tanto el gobierno federal como el de Jalisco ya hicieron planes para culminar las actividades de la educación a distancia desde que las escuelas cerraron las clases presenciales, incluso ya hay propuestas para regresar a la normalidad y que las escuelas se vuelvan a llenar de niños, niñas y adolescentes.
En todo este tiempo hemos escuchado y vivido múltiples historias, ha habido desde propuestas pedagógicas creativas hasta quejas por la falta de apoyo tecnológico, en estos procesos educativos a distancia los padres de familia y tutores encargados de los estudiantes son quienes han extrañado y “sufrido” la ausencia del papel que llevan a cabo los maestros en las clases presenciales.
Mucho se ha insistido en que, una vez terminada la cuarentena (que será noventena o tal vez más), la escuela y los procesos que se llevan a cabo en ella ya no serán los mismos, propiciado, en parte gracias a la sana distancia, a los protocolos de higiene y cosas por el estilo, por el otro lado, también se modificará la relación docente-estudiantes y las mediaciones para generar los aprendizajes escolares, en ese sentido (y si realmente esta pandemia le dejará lecciones a la educación escolarizada y no escolarizada), será muy necesario que tanto la SEP a nivel federal como la SEJ en lo que respecta a Jalisco, realicen diagnósticos e investigaciones formales para recuperar lo que han hecho bien y lo que han dejado de hacer y así poder llevar al estudiantado a paradigmas escolares diferentes a lo que han sido las prácticas educativas hasta antes de la pandemia.
En este sentido, señalo algunas realidades que me han compartido estudiantes, colegas, amigos y demás conocidos en lo que va de este recogimiento obligado, son reflexiones a partir de cómo han vivido la experiencia:

• Las computadoras, las tablet, los celulares, las plataformas y el internet no generan procesos de aprendizajes por sí solas, para ello es necesario un tutor, asesor y docente como mediadores para establecer una relación educativa.
• La pandemia visibilizó la realidad que viven las escuelas tanto con sus limitaciones tecnológicas como en la deficiente conectividad a internet, de igual manera la falta de mediaciones para desarrollar actividades educativas digitales, lo mismo dentro de las aulas como en los procesos escolares a distancia.
• Descubrieron que los estudiantes (niños, niñas y adolescentes), también llamados nativos digitales, lo cual son, pero de las redes sociales, no así de todo lo que tiene que ver con el uso educativo de lo digital, la realidad es que la gran mayoría de nativos digitales saben entretenerse con todo lo que está en la red, usan el TikTok, realizan memes y videos, pero no saben diferenciar si un contenido que les llega es real o falso (fake news) y mucho menos saben utilizar un simple diccionario para entender alguna palabra desconocida o Googlebooks, entre otras cosas.
• Los maestros se subieron a un escenario desconocido, la gran mayoría, al ser inmigrantes digitales, debido a que parten de estructuras diferentes a sus alumnos, mientras ellos fueron formados para hacer una tarea a la vez y paso a paso, en tanto, sus estudiantes están acostumbrados a hacer trabajos paralelos y la multitarea es lo común en sus prácticas cotidianas, ya bien sean escolares o no.
• Se dieron cuenta que el trabajo en casa no se da con hábitos sanos de estudio, lo común, si es que hay apoyo de padres o tutores con los niños, niñas y adolescentes, las tareas o actividades escolares a distancia se realizan en medio de otras actividades paralelas como el quehacer de casa, mientras comen, cuando miran televisión, cuando contestan el teléfono, con música de fondo, etcétera, lo cual poco ayuda para desarrollar aprendizajes.
• Creen que la responsabilidad de los buenos o malos resultados de la educación a distancia recaerá sólo en maestros y directivos, independientemente si hubo o no el apoyo necesario. De igual manera, los informes realizados y solicitados por la autoridad educativa distarán mucho de lo que realmente pasó mientras los estudiantes estaban en casa recibiendo lecciones y actividades.

Lo cierto es que cualquier experiencia buena o mala siempre trae aprendizajes, lo cual será el punto central de lo que dejará para docentes, directivos, padres de familia, autoridades educativas y la sociedad en general esta parálisis de las instituciones educativas y sociales, insisto, estamos ante una nueva oportunidad para hacer las cosas diferentes, de otra manera sucederá lo de siempre: haremos lo necesario, sacaremos cuentas, mediremos nuestras fuerzas y miraremos a los otros para que todo siga igual, ya veremos…

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

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