Las narrativas en primera persona

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Mientras se publica este artículo, se desarrolla de manera presencial y concluye la segunda jornada de la fase intensiva de las maestras y maestros de educación básica.
Para las actividades del encuentro dialógico y desarrollo profesional se proponen actividades de escritura sobre la propia práctica docente.
El marco es el cambio curricular de la Nueva Escuela Mexicana que impacta normatividad, planes, programas, metodologías, evaluación, uso de libros de texto gratuitos, autoconcepto y autoestima profesional de los maestros y maestras, entre otros aspectos.
Nociones como el acompañamiento pedagógico y el bienestar para las figuras directivas y docentes aparecen de nuevo (aunque con intermitencia y poca sistematización institucional) como tema de autorreflexión.
Las estructuras superiores que degustan las mieles de sus triunfos políticos y hacen cálculos económicos son resistentes al cambio por definición; y cíclica y paradójicamente ovacionan con burdas consignas el cambio de los otros.
Conócete a ti mismo, narra tu propia odisea, comparte con respeto con el yo colectivo, no prejuzgues y no juzgues, fortalece tu identidad y toma decisiones para tu propio bienestar, parecen ser consignas a cumplir en las jornadas diferenciadas de trabajo para las educadoras y educadores de educación preescolar, primaria, secundaria y otros servicios como educación especial, indígena y educación física, entre otros.
Esta narrativa nuestra, la paternidad pedagógica de múltiples padres y madres en continuidad en tono de gris, la incomprensible verticalidad en tiempos de autonomía profesional y curricular.
Los tiempos para la escritura, el sujeto de la narración y el texto autobiográfico a producir que no son procesos de aprendizaje y elaboración sencillos.
Existe el riesgo de trivialización de los procesos, de condicionamiento anticipado de la calidad de las producciones.
Mañana, la llegada de los alumnos y alumnas disipará, como en un pasado remoto, una fase intensiva más que intentó tocar el corazón y la inteligencia de las maestras y maestros de educación básica con autores asincrónicos norteamericanos o muy europeos como Jürgen Habermas; todos lejos de una acción comunicativa contextual.
No hay colectivos idílicos practicantes responsables de la escucha activa; no hay biografías docentes que hagan de la escritura una práctica generalizada. El oficio de ser maestro no establece en su manual de funciones la de ser escritor y, sin embargo, se talló el lápiz y se aporreó la tecla.
Bien por los participantes.
La profesionalidad ampliada de los docentes reducida al punto cero para los diseñadores y ejecutores de currículum, el nivel simplista de los actualizadores a nivel cupular, acarreadores de videos, guías del taller intensivo, orientaciones o como se denomine.
La bibliografía lejana a los profes que se desmorona en citas de aparato crítico carentes de relevancia.
Las arenas movedizas de lo pedagógico y el débil estatus de su cientificidad a tal punto que prima la dimensión política, precipitada.
Estas coyunturas de transición y cambio tan nuestras que serían también buen objeto de narrativa.
¿Cómo decidí ser funcionario del sector educativo? ¿Cómo llegué a formar parte del equipo ahora en el gobierno? ¿Cuáles son los constitutivos de los tomadores de decisiones? ¿Cuál es la formación profesional personal? ¿Cuál es la autobiografía ética, la productividad? ¿Cuáles son los referentes sobre el oficio de la docencia? ¿Cuál es la formación en materia curricular, en materia de formación inicial y continua de maestros y maestras?
¿Desde qué horizonte interpelan la calidad de la docencia y la apropiación de la propuesta curricular? ¿Qué ocurre en los estados conservadores donde se boicotea explícita e implícitamente desde los LTG hasta las palabras que no hacen eco de la NEM?
Abandonemos este ejercicio imaginario de narrativas imposibles y enfoquémonos en las dimensiones escolar y de aula.
La interpelación necesaria a las continuidades y discontinuidades en la coyuntura de transición del Plan de Desarrollo Nacional en su primera versión y del Plan Estatal de Desarrollo en materia educativa, sin hacer.
La masa crítica del magisterio ausente y sólo necesaria para en una estrategia instrumental con piso normativo (eso sí) a nivel del Consejo Técnico Escolar, entretener. Orientaciones con preguntas de embudo para el juego de la reflexión sobre la autobiografía y los registros propios del tránsito sobre la profesión.
El oro de cada biografía profesional en materia de experiencia del magisterio mexicano y jalisciense legitima la necesidad de hacer textualidad sobre la práctica reflexiva del magisterio de educación básica con un video de un poco más de 13 minutos del académico universitario argentino Daniel Suárez, titulado “La narrativa como herramienta docente”.
El lenguaje averso de toda reforma curricular, que es un golpe bajo al ethos profesional de quienes tienen como oficio el magisterio.
La incomprensión. Las prácticas docentes de los de cero años de servicio, de los de 40, de los credencializados con licenciaturas y posgrados patito, de los maestros urbanos y rurales, de los golpeados y excluidos por el Programa de Carrera Magisterial, por las K peñistas, por la PH de la 4T.
La debilitación sospechosa de la cultura normalista.
Desde la SEP se hace política educativa y se instrumenta un cambio que aspira a ser decolonial de los moldes y estructuras de pensamiento heredadas del largo periodo eurocentrista y norteamericano de las formas como pensamos la educación y las pedagogías.
La antítesis ahora de una bibliografía base de la guía que no tiene nada de decolonial, ¿quién pone orden en ese caos de acarreo emergente de fuentes?
Desde la SEJ se intenta hacer política con el tema educativo desde un enfoque de supuesta resistencia a lo central-federal. La estrategia local al estilo Jalisco está en ciernes y habrá de evidenciarse en mallas curriculares y pedagógicas que den cuenta del corpus teórico-metodológico necesario para este propósito.
Desde 1992 (corte temporal de un proyecto académico reiteradamente involutivo) hay una historicidad de vanos intentos fallidos hasta nuestros días.
Ambas dimensiones, la NEM y Recrea estilo Jalisco, una vez más en etapa prepedagógica por razones de transición, continuidad y discontinuidad política concurren, aunque el decir verbal de los textos de los mandos medios, asesores colaboradores y colaboracionistas desdicen desde un frágil sentir, falsa sonrisa y mensaje de inicio de año.
Es urgente en la práctica educativa el orden del caos, la coherencia interna entre políticas públicas locales y federales.
La niñez, adolescencia y juventud no deben ser rehenes de bienintencionados falaces.
El principio del orden del caos es reconocer y valorar la profesionalidad ampliada de las maestras y los maestros y pensar en una agenda de formación continua que rebase la visión insular y reduccionista de formar para los procesos del USICAMM que tanto ha impactado la autoestima de muchos docentes; que rebase la versión inmediatista de direcciones encargadas de la ingobernabilidad y practicantes de una comunicación fragmentada, lejana y mediática.
La evaluación punitiva y los K de hace ya una década en la reforma 2012-2018, USICAMM hoy, son en la práctica sistemas excluyentes que incentivan pobremente, y hasta el pensar de muchas voces no está relacionado con la mejora de las prácticas educativas.
A la postre ha legitimado el ego de muchos que volaron sobre los peldaños de los sistemas escalafonarios y se especializaron en “llenar bolitas” en los exámenes de promoción de lo que se denominan generaciones 2015, 2016 y 2017 de la reforma peñista educativa.
La narrativa de los maestros y maestras, las “Letras que hicieron eco” en las 4 paredes donde sesionaron los colectivos.
El sistema educativo nacional hizo sentir su voz directiva antes del 6 de enero con un par de documentos, la primera inasistencia de los talentos de Recrea II.
Días de propósitos, la transformación de la práctica docente, el bienestar de los educadores y el acompañamiento pedagógico necesario más allá de un taller Intensivo intermedio en el ciclo escolar.

*Doctor en Educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]

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