Las máquinas, el internet, las redes sociales y los dilemas educativos
Jaime Navarro Saras*
“La nueva inteligencia artificial puede tornar la colaboración
hombre-máquina mucho más eficaz…
Y en teoría, las máquinas tendrían
que hacernos seres más inteligentes”.
Garry Kasparov
Hace unas semanas, quien es considerado el mejor jugador de ajedrez de la historia, Gary Kasparov, fue entrevistado en un evento donde señaló (con relación al internet) que es necesario un debate público serio en un mundo libre, principalmente por el uso indiscriminado, la falta transparencia y el cuidado en los contenidos que se divulgan y que tienen que ver con la desinformación y las fake news.
Lo dicho por este personaje, independientemente que no sea un experto en el tema, tiene mucho de razón porque lo que ganaron en popularidad las redes sociales y el uso del internet en la población, en realidad se perdieron las sensaciones que genera la comunicación cara a cara entre pares y en colectivo, hoy en día la soledad y el aislamiento son los principales comportamientos que presentan las personas generados por este fenómeno mundial.
Cabe señalar, como un gran problema, que los niveles de analfabetismo en el manejo de las computadoras, teléfonos inteligentes y tablets son bastante evidentes, los expertos se han preguntado sobre qué tanto de la capacidad de un aparato es dominado y se aplica en la resolución de problemas de la vida cotidiana, seguramente muy poco, ya que por más moderno que sea un teléfono inteligente y aunque tenga las aplicaciones más sofisticadas, nunca se utilizarán éstas al 100% por los usuarios, a lo sumo se utilizan las aplicaciones más básicas para tomar fotos, videos, enviar mensajes y cosas por el estilo en el terreno de la producción, pero su verdadero uso es en el terreno del consumo para ver videos, chatear y hacer juegos de todo tipo.
El siglo XXI tenía entre sus planes que la población se acercara e hiciera uso de las computadoras y de todos los medios digitales, hasta antes de la pandemia dicho propósito iba muy lento, en el caso de la escuela, apenas se acercaban unas cuantas al uso ideal de ello, en la actualidad, podemos decir, que la mayoría de personas se vieron obligadas a aprender a utilizar una computadora, una tablet o un celular casi a la fuerza y por las necesidades que generó el impacto del Covid-19 en la sociedad; de la noche a la mañana el uso de plataformas y la cultura de la digitalización pasó a ser parte de la vida de las personas, principalmente para hacer pagos, trámites o solicitudes de todo tipo (boletos de avión, transferencias bancarias, compra de boletos para espectáculos, etcétera).
Tanto docentes como estudiantes han hecho de la educación a distancia una cosa común, es por ello que el uso de plataformas institucionales, así como el Classroom, el Meet y las estrategias que se han diseñado para facilitar la comunicación es el pan de cada día, hay experiencias formidables y proyectos que son dignos de presumir en muchas escuelas, lamentablemente es algo que será pasajero debido al retorno a las escuelas y, por desgracia, todo lo que se hizo ante estos modelos educativos se quedará en el baúl de los recuerdos.
El problema es que las escuelas no quieren dejar de lado lo que siempre han hecho, y porque el control de las personas es la principal preocupación de directores, supervisores y quienes coordinan a éstos, la semana pasada fue muy lamentable ver la actutud controladora de éstos en el evento de Recrea Digital en donde a los docentes (de las escuelas donde suspendieron clases) se les exigió enviaran selfies que dieran cuenta de que estaban atendiendo las actividades del evento tanto virtual como de manera presencial, no cabe duda que cuando falta cerebro y abunda autoritarismo las ideas no fluyen, ¿acaso no habría sido más productivo haber hecho una actividad presencial o virtual con el personal y debatir o compartir visto en el evento y como resultado haber planeado proyectos para aplicarse en las aulas?
En fin, lo cierto es que la digitalización es una realidad que está entre nosotros y, por lo visto, ni nos han hecho más inteligentes o generadores de conocimiento a la par de cómo las empresas actualizan y modifican los dispositivos, la realidad es que somos más dependientes y hasta adictos al uso de éstos y, a quienes tienen la responsabilidad de regular los contenidos, poco les importa porque el tema de la economía de las grandes corpiraciones tiene mayor prioridad que los procesos educativos de la población.
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]
Muy buenas reflexiones maestro.
Ojalá que en el regreso a clases presenciales se aproveche la experiencia digital adquirida durante el confinamiento para mejorar los procesos de enseñanza y elevar el aprendizaje de los educandos.