Las escuelas Normales, va de nuevo, lo último que faltaba de la reforma educativa
Jaime Navarro Saras*
La semana pasada el secretario de educación, Otto Granados, presentó ante directores de educación Normal de los estados, el documento “Escuelas Normales. Estrategia de fortalecimiento y transformación”, es un texto de 96 páginas que se compone de 4 apartados y cuya esencia se centra en dos de ellos: Hacia la conformación de un modelo de formación inicial docente en las Escuelas Normales y la Estrategia de Fortalecimiento y Transformación de Escuelas Normales, además del estado que guarda actualmente la educación Normal en un apartado del último capítulo.
Este proceso inicia (a decir del documento) en 2014 cuando se organizaron los Foros de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo de las Escuelas Normales, en los cuales recabaron información de los maestros y demás protagonistas de este nivel educativo, estos foros fueron criticados debido al formato consulta vía fast track y cuyos datos sistematizados (cuantitativamente hablando) apenas se dieron a conocen, sobre todo lo relacionado con el número de escuelas, la cantidad de profesores, sus cargas horarias y el nivel académico.
Llama la atención que el ciclo escolar 2018-2019 inicie con nuevos planes de estudio y cuya capacitación de los maestros será unos días antes, este tipo de decisiones nos hacen recordar otros procesos del normalismo, tales como la reforma de 1984 donde de la noche a la mañana las escuelas Normales se convirtieron en instituciones de educación superior (IES) al exigir el certificado de bachillerato y no de secundaria (como era antes) para el ingreso y otorgar el grado de licenciados a los egresados, de facto se convirtieron en IES pero con más limitantes que las universidades, fue, aseguran los expertos, un gran error haber incorporado de tajo y sin previa preparación a los docentes de las Normales a la educación superior y donde, por descuidos, prisas y discursos triunfalistas de los promotores de esa reforma, una gran cantidad de profesores de las Normales no tenían el grado de licenciados, amén de otras habilidades y competencias necesarias en la educación superior.
Igual pasó con las modificaciones curriculares del Plan 97 y 2012, salvo los documentos que las sustentaban y las deudas no cubiertas por las autoridades por diversas razones, principalmente las de orden económico, dichas modificaciones poco lograron aportar a los niveles de calidad de los egresados, uno de los grandes problemas (por su estructura e idiosincrasia) es que las escuelas Normales no han logrado madurar, ya que, aunque nos duela decirlo, se parecen más a una escuela secundaria que a una universidad por todo lo que ello implica y la distancia entre las Normales y las universidades cada vez se hace mayor.
El debate sobre si las escuelas Normales son IES está más que hablado, son eso porque cumplen con los requisitos que le impone la DGESPE, pero están lejos de serlo por los vacíos ancestrales en relación a su cultura y prácticas acerca de la investigación, la extensión, la producción académica, la difusión, la movilidad de alumnos y maestros, entre tantas cosas.
Las escuelas Normales están a años luz en comparación a las universidades públicas en México, esas carencias se deben a la cultura magisterial, sobre todo a las prácticas endógenas, promovidas y aplaudidas por la lógica sindicalista y el control del SNTE sobre éstas, por años han insistido que la vida de las Normales es determinada por sus lógicas, de hecho, la elección de los puestos directivos es con su consentimiento y voluntad.
Pensar en una trasformación y fortalecimiento de la Educación Normal nos remite a todo lo que se ha dejado de hacer y que no necesariamente es responsabilidad de los maestros, hay demasiadas cuentas pendientes en el plano laboral y el desarrollo profesional. Es lamentable la inexistencia de un esquema formal de promoción y profesionalización docente y no tanto por el desconocimiento de cómo deben funcionar las IES, en el fondo se percibe la falta de voluntad para intentar remediar las cosas.
La aparición de la Ley del Servicio Profesional Docente fue la punta de lanza de crisis de las escuelas Normales, el dar apertura para que egresados de otras licenciaturas ajenas al normalismo pudieran concursar por una plaza, generó la disminución de aspirantes para estudiar la carrera de profesor en las diferentes Normales, que en promedio decreció hasta un 30% en algunos estados.
Hablar de transformar 446 escuelas Normales (263 públicas y 183 privadas) no es tarea fácil, sobre todo debido a que las condiciones materiales, laborales y los cuerpos docentes (por citar algo) son bastante heterogéneos, hay diferencias significativas entre las urbanas y las rurales, las del centro de la república y las del sureste de México, entre otras limitantes.
Destacan (para dimensionar el problema de las Normales) realidades como la existencia de 163 cuerpos académicos totales reconocidos en PRODEP (147 en formación y 16 consolidados) habilitados en 21 entidades federativas; Jalisco (por citar un ejemplo) con 25 escuelas Normales (11 públicas y 14 particulares) tiene 4 cuerpos académicos en formación y ninguno consolidado, así las cosas. No por algo, ahora mismo, se realiza una reunión en el estado de Chihuahua para generar estrategias que fortalezcan y aumenten la cantidad (aunque sólo sea en teoría) la formación de nuevos cuerpos académicos.
En este maremágnum de ideas desconcertantes, destaca la petición de la comunidad académica de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, quienes solicitan urgentemente al secretario Granados el aplazamiento de la reforma inconclusa de las escuelas Normales para el ciclo escolar 2019-2020 por la serie de inconsistencias de la propuesta, la cual, al igual que las reformas que le antecedieron, la intentan imponer al cuarto para las tres ante la inminente derrota electoral de este gobierno el primero de julio, y sobre todo, porque quien va a ganar de ha manifestado en contra de la reforma educativa y propone mejorar significativamente las escuelas Normales y las UPN.
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]
A decir verdad, la historia de las reformas “educativas” o cambios de planes y programas en la formación docente normalista tiene un viejo mal hábito y es: hacerlas desde mandato superior y no desde las bases. Los docentes se ven obligados a “capacitarse “ por su cuenta… esto da malos resultados y cuando el docente se preparo y comprendió la propuesta del plan de estudio vigente ( en el mejor de los casos ) viene otro cambio. Hasta cuando vamos a seguir repitiendo los errores !!! Exigimos profesionalización y no una capacitación de 3 días que solo acerque a la lectura y revisión del documento. Somos formadores de docentes no administradores de las escuelas normales.
Gracias por actualizarnos , sobre las escuelas normales caso méxico. Aquí en venezuela ya extintas que formaron personas y fueron tan útiles.
A pesar de todo, los Maestros de las IES salimos adelante, como lo dice Moncayo: “Con gis y buenos deseos”. Además, cuando regresemos a clase tendremos nuevo Presidente de la República y Secretario de Educación y como consecuencia ….. mejor oremos para que los nuevos gobernantes realicen mejor su trabajo pedagógico y administrativo
Buen artículo, muy completo, yo soy docente en nivel medio superior, pero hubiera dado lo que sea por ser normalista.
Sin duda concuerdo con el artículo que esto es una movida del gobierno al ver su eminente pérdida del poder.
Saludos desde Nogales Sonora.
Artículo nuevo completo, soy docente docente en nivel medio superior; pero hubiera dado lo que sea por ser normalista.
Concuerdo con el autor, esto es una movida del gobierno al ver su eminente derrota.
Saludos desde Nogales sonora
Las normales han sido presa y botín de gente sin escrúpulos que por su poder manipula tanto a estudiantes a Docentes a la economía y administración de bienes y servicios con el fin de presentar va la sociedad una institución sin cultura y hacerla parecer como obsoleta para este siglo XXI. Los medios masivos de comunicación e información denigran al magisterio hacen creer a la sociedad lo que no existe más que en las mentes perversas de quienes tienen el dinero que manipula la verdad absoluta por la verdad relativa. Está caída vertiginosa de las normales de las debemos al tratado del libre comercio, a la globalización yva las reformas que solo benefician a los que tienen el mando, el poder y el dinero. No les interesa muestra historia y menos nuestra raíz ancestral. Mantengamos unido al magisterio formado en las Escuelas Normales. Y generemos espacios de formación, profesionalización y valoración de procesos de mejora continua a pensar del gobierno que tenemos. Recapitulemos juntos la formulación del nuevo Normalismo.
Un artículo muy interesante para reflexionar, difiero en el planteamiento que realiza respecto del Plan 1997 para la licenciatura en educación primaria; quizá el único que contó con una completa estrategia de fortalecimiento para las escuelas normales, que incluía la gestión, la infraestructura, la formación y seguimiento del profesorado; así como los materiales de estudiantes y docentes; desde ese año se dotó de una completisima bibliografía de apoyo que ya no se ha vuelto a dar; ello permitió que en 1999 la licenciatura de preescolar contara también con el mismo impulso. En ese periodo se presentaron las propuestas curriculares diseñadas por completo y materiales impresos; desde luego las academias docentes siempre hemos realizado ajustes que se consideran necesarios y ello también responde a las necesidades del contexto; un gran acierto lo fue el contar con un año de práctica docente en condiciones reales de trabajo, a la par del curso con el que se diseñaba su informe de práctica con el que se titularon un alto porcentaje de los que egresaron. Toda propuesta curricular es perfectible, sin embargo el 2012 para preescolar y primaria ha estado plagado de inconsistencias; por lo que sería deseable que el que se propone este 2018 no siga los mismos pasos, de allí la solicitud de la BENV Enrique C. Rébsamen de APLAZAR LA REFORMA CURRICULAR.