Las escuelas Normales de México en muerte súbita

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

El pasado 22 del mes de marzo el secretario de educación Aurelio Nuño hizo el anuncio que ya se esperaba, “las Escuelas Normales terminarán con el monopolio de la formación de maestros en México y quedará abierta la posibilidad de incorporar a todos los profesionistas provenientes de todas las carreras con el grado de licenciatura a ocupar una plaza, siempre y cuando se la ganen en el concurso de oposición”.
Si bien, las 432 escuelas Normales en nuestro país no pasan por su mejor momento en cuanto a la capacidad de desarrollo profesional, su aporte histórico es insustituible. Con más de 100 años de existencia, vienen siendo un punto de referencia en la formación de maestros en nuestro país, emblemáticas, con una identidad y un prestigio ganado, sus aportes son dignos de ser reconocidos.
En términos educativos el anuncio del secretario asusta no tanto por el contenido de la decisión en sí misma, sino por lo simbólico de la misma. La amenaza se da bajo un clima dentro del cual dicha decisión no va acompañada de un diagnóstico previo acerca de las mejores vías para formar docentes en este país, dicha medida también es producto de la presión de organismos empresariales comp Mexicanos Primero a la cabeza, que ya no están dispuestos a soportar “las grillas y las políticas de las escuelas que forman a los maestros en este país”, creen bajo su miope visión que de esta manera se terminaran marchas, manifestaciones y protestas magisteriales, haciéndose creer que “matando al perro se acabó la rabia”, lo que no saben es que la rabia y el perro están en la parte gubernamental y no en el sector del magisterio. En este marco nos sorprende un poco la postura del SNTE que ha cedido de manera incondicional al gobierno de Peña Nieto para que tome esta medida, en la historia ha sido el SNTE el principal beneficiado del patrimonio de las escuelas Normales y hoy de nuevo tienen una responsabilidad histórica en su proceso de desaparición inminente.
Ya en este espacio hemos hecho fuertes críticas a la gestión y organización de las 11 escuelas Normales públicas del estado de Jalisco, la defensa no es a ellas, debido a las profundas inconsistencias en su forma de gestionar la formación de los futuros docentes, la defensa es un llamado a los aportes históricos del normalismo, a mantener la postura crítica y comprometida de los educadores, a defender uno de los pocos espacios que nos quedan de escuela pública abierta a los hijos de pobres de obreros y campesinos en este país, que cuando deciden ser maestros lo hacen con el compromiso de mirar hacia abajo a sus orígenes de pueblo y a manifestarse a favor de dicha causa.
Me opongo profundamente a una medida burocrática que formara maestritos de frac y corbata carentes de vocación y de compromiso social. Las escuelas Normales deben vivir transformadas de cara al futuro respetando el profundo pasado que les ha dado sentido, identidad y respeto público en la historia de la educación de este país.

*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]

Comentarios
  • Leopoldo Juárez Rodríguez

    Te opones, pero solo una pregunta …. y que propones ?

  • Andrea

    Estimado Leopoldo, a lo largo de la mayoría de artículos que he escrito en este espacio he defendido las escuelas Normales, de las que creo hace falta que el Estado les dé más apoyo y que sean verdaderas instituciones de educación superior, que además de la docencia desarrollen investigación en condiciones similares a las universidades.

    Saludos

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