La primavera es más que flores

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

En el imaginario colectivo, el concepto de primavera es de iconos, cromos y literatura diversa sobre aves, mariposas y flores, posters de riachuelos formados por el deshielo, entre otros.
Alguna vez el niño se entera de que hay una manera de medir el tiempo con el ritmo de las estaciones.
La organización de los tiempos familiares y juegos de temporada son algunos observables.
Además de conocer sobre la dinámica de actividades humanas durante el día y la noche, el niño aprende primero que hay días de lluvia y días secos.
En ese conjunto de emociones que se disparan al estar en casa, al estar en la escuela o al jugar con los iguales, la primavera es una estación del año que se encuentra entre los primeros registros y vivencias.
Desde el jardín de infantes, la primavera es un proyecto educativo formal de la escuela.
Tiempo de hacer pensamiento científico y observar la naturaleza, tiempo también de leer la historia nacional y uno de sus personajes más interesantes: Benito Juárez García.
Las observaciones del niño no son sistemáticas y su capacidad de percibir y comprender está por formarse.
Aprende a imaginar y, en algunos casos, a fortalecer creencias a través del decir adulto y a través del decir de los textos y los collages.
Hay colores en las miradas y en las manos que dibujan y crean representaciones.
Las ineludibles flores decoradas minuciosamente por las manos de las niñas, las flores apresuradas de círculos imperfectos en las florecillas que obligadamente dibujan los niños.
Las flores secas y las semillas silvestres que pisan los niños del medio rural al asistir a la escuela.
Un buen día, las flores y las abejitas en las paredes del jardín de infantes le provocan sentimientos encontrados; otro día, mientras mira a través de las ventanas de su escuela primaria, se le invita a dibujar la primavera y llena su hoja en blanco de arbolitos y flores, por contagio del compañero de al lado; otro día, en la secundaria, su mirada de la belleza e interés se extiende más allá del lenguaje de la flora y del vuelo de las aves.
Superior a lo aprendido en los libros de texto en asignaturas como Biología o Geografía, a veces la primavera caminada son colores ocres y ausencia de agua.
La primavera en la ciudad tal vez exprese otros lenguajes del comportamiento humano no visibles en la infancia y adolescencia, no visibles al ojo distraído.
Los humanos como especie hemos desarrollado un reloj biológico estacional y aún más, paralelo a ello, hemos desarrollado un reloj espiritual del comportamiento social, por ejemplo, los días ahora de temprana Semana Santa.
En algunas tierras agrícolas de las costas es tiempo de cosechar el grano; en algunas tierras agrícolas altas es tiempo de preparación de los terrenos para la próxima siembra. Ahí también el riesgo de incendios forestales.
Para el habitante citadino, el escenario de los tandeos de agua y suspensión del servicio ya son cíclicos en áreas como la zona metropolitana de Guadalajara.
Ante la carencia o disminución, la emergencia del preciado líquido, la ciudad y sus habitantes gestionan su uso y cuidado de manera diferente.
El ajuste a los precios de las pipas, que es una manera de resolver la emergencia, el uso extensivo de agua para consumo humano y el precio especulativo de los garrafones.
El sincretismo del espacio público de la ciudad, el corazón de sus habitantes en la bruma de la cotidianidad y la indignación, apenas el sábado expresada en la marcha que concentró más de dos mil personas por el caso Teuchitlán, apenas anteayer la vía recreativa del 17 de marzo de caminantes detrás de sus perros y de ciclistas a bordo de sus bicicletas; jóvenes a bordo de patines y patinetas.
Las copas de las jacarandas, primaveras, amapolas y pochotes que saludan con frondosos floreros; el dolor y las homilías del domingo que se pierden en el polvo del viento de la tarde y la insensibilidad social que se tiende para hacer siesta, mientras en los límites de Michoacán y Jalisco se cierra el fin de semana con bloqueos y balazos que segaron la vida de militares y fuerzas del orden público.
En el ritmo de las caderas de Shakira, la catarsis de los tapatíos y los jaliscienses el domingo por la noche en el repleto estadio Akron de Zapopan. Las masas consumidoras de espectáculo, la convocatoria. No importa el precio, no importa la impuntualidad de la cantante bailarina, el limitado aporte a la cultura musical; no importa la odisea de la llegada y la doble odisea de la salida, la generación incomunicada unida en la masa anónima que compra ruido y se deja seducir con luces.
Shakira y la presencia en la masa anónima de la excandidata por MORENA al gobierno de Jalisco en la elección 2024, la expriista Claudia Delgadillo en su palco, a la que le recetaron una rechifla sectorizada en el evento, un audible y anónimo ¡fuera Morena!
La mañanera del día de hoy y la expectativa de conocer en voz de la FGR los avances de la investigación sobre el rancho Izaguirre en Teuchitlán. La voz calma de la presidenta para dejar a las ciencias forenses que emitan su opinión sustentada en investigación científica.
Un día más de la expropiación petrolera que celebramos en la historia nacional ayer; la reversión de la crisis de PEMEX y la fiesta de soberanía nacional que fue aquella página en el mandato del inspirador General Lázaro Cárdenas del Río.
La fiesta de soberanía nacional a la que estamos convocados hoy los mexicanos.
La soberanía nacional como noción de significación ampliada para el ciudadano mexicano, la noción en construcción para los niños y las niñas desde la historia, el relato institucional, desde el valor económico y objeto de deseo en la competencia entre países, desde la propuesta de análisis científico del petróleo como compuesto de análisis químico.
Soberanía y petróleo, la historia reciente, los sexenios inmediatos y la visión nacionalista diferenciada.
Las fuerzas políticas representadas en el Congreso debaten y luchan por un proyecto de país que administre de manera soberana su riqueza petrolera; el petróleo, aunque es negro, se tiñe de colores partidistas.
La mayoría del Congreso -por ahora- está al lado del pueblo y el interés nacional.
La primavera en la historia nacional, las figuras señeras de Lázaro Cárdenas expropiador y su propuesta de educación socialista; la grandeza de Benito Juárez y su proyecto educativo liberal y emancipador de los cauces parroquiales.
El retiro de la reforma del ISSSTE y el comunicado de la presidenta a través de la Secretaría de Gobernación.
Marzo es más que la primavera y la primavera, desde un enfoque formativo, comunitario y social, es más que flores en el portafolio de creatividad de la infancia y adolescencia.

*Doctor en Educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]

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