La no violencia

 In Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

La violencia y sus manifestaciones. Capitalismo, colonialismo, la fuerza de las armas y las estructuras económicas y dominio de mentalidades, derecho a la liberación y emancipación de los pueblos y las naciones.
El 2 de octubre es la fecha conmemorativa del nacimiento de Mahatma Gandhi, el líder de la Independencia hindú. Su lucha política de muchos años contra el imperio inglés a través de la estrategia de lucha por la no violencia.
El natalicio es un homenaje a su obra, a su aportación a la convivencia pacífica entre los pueblos, las naciones, entre las personas.
Contra el código de Hammurabi la propuesta alternativa, el replanteamiento de la relación social, económica política y decolonial “Ojo por ojo y el mundo quedará ciego” refería una frase multicitada de este líder de la historia nacional de la India y Pakistán, de la historia mundial.
La resolución pacífica de conflictos, la no violencia, la resistencia pacífica del débil ante el fuerte como medio para acercar al diálogo a los desiguales, a los diferentes, como medios para reestructurar el tejido social y la democracia, como medio de lucha de las mayorías.
La no violencia y el lejano puerto de la paz como medio de convivencia, las dificultades para construir entornos educadores en la familia y la escuela cuando hay una atmósfera que legitima de distintas maneras la violencia, cuando ésta se cuela visual y auditivamente en la televisión, la radio, la música, las redes sociales.
La familia y sus estructuras relacionales y la gestión del sano desarrollo en condiciones de ausentismo maternal y paternal, muchas en condiciones de violencia intrafamiliar.
La formación para el diálogo, para la aceptación del diferente, aprender a convivir juntos en los entornos escolares, para reflexionar, para enriquecer los programas escolares, para trabajar de manera interdisciplinaria a favor de la no violencia, para escuchar y dialogar.
Las escuelas secundarias y preparatorias caracterizadas por conatos de violencia entre adolescentes, los entornos escolares violentos, potencialmente riesgosos, el mercado ilegal en sus periferias.
El impulso natural de agresividad del niño, la niña y la adolescente, sus emociones y proceso de adaptación, la habilidad social de comunicación con el otro, la apropiación lenta del respeto mutuo y empatía.
La violencia de Estado, la violencia simbólica y el ejercicio del poder y el control, la injusticia como sombra en el entorno y la vida cotidiana de la sociedad mexicana.
La no violencia y nuestro país, la divisa política para atacar al adversario, el clamor social por la seguridad, la delincuencia organizada diversificada.
El proyecto educativo, los alcances y las limitaciones.
Las armas, las ideas y la organización social, las páginas de la historia.
En otro horizonte, la vulnerabilidad de los movimientos sociales encabezados por los estudiantes queda manifiesta en los eventos del 2 de octubre de 1968 y en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero la noche-madrugada del 26-27 de septiembre de 2014.
De Gustavo Diaz Ordaz a Enrique Peña Nieto periodización sexenal de la ignominia de nuestra historia presente, el priismo como práctica política de exclusión y de reparto entre pocos, la opacidad y la apuesta gubernamental por el olvido, las armas ensangrentadas del ejército y la policía.
Las versiones sobre la desaparición de los 43.
La presencia militar, el uso de la violencia como prerrogativa del Estado, los débiles como objetivo, el odio y la táctica justificatoria de frenar revoltosos y comunistas. Las persecuciones venideras, golpear para atemorizar, golpear para desmovilizar.
Los padres de los normalistas desesperados en las marchas de este 2023, el gobierno de López Obrador y el nudo gordiano de las pruebas y los hechos.
Iguala y el país.
Los 43 normalistas, la ausencia de información. Las manifestaciones del 2 de octubre no se olvida que resuenan de nueva cuenta desde la plaza de las Tres Culturas al territorio nacional. Los años que agregan polvo a los archivos, las memorias de actores y colectivos que se niegan a envejecer.
La piedra en el zapato para estabilizar credibilidad y proyecto de gobierno, las respuestas necesarias que llegan a cuentagotas, los militares en su laberinto, parafraseando a Gabriel García Márquez.
La no violencia contenida de las masas. La paradoja de la fuerza y el número.
Las lecciones históricas por procesar, el lugar de los estudiantes, la difícil vía de la democratización de la sociedad en los sesentas y los setentas, el advenimiento de la hegemonía estadounidense en Latinoamérica, la guerra sucia de los sesenta, el arrinconamiento del proyecto de las escuelas Normales rurales.
La generación mayoritaria de estudiantes de los olvidos, la generación de estudiantes minorías del recuerdo y la memoria, de la movilización.
La revolución cultural que nunca llegó a las universidades y escuelas Normales mexicanas, el ghetto de la protesta, la cortina de humo de la autonomía y su reproducción generacional de mentalidades derechistas, de conformistas y reproductores del status quo.
La coyuntura histórica como escuela de liderazgos políticos y sociales, el impacto y el rol de los medios de comunicación que en el presentismo cotidiano machacan información desechable y apuestan al olvido.
El currículo de lo social en educación básica, educación media y superior, los tecnócratas que borran y resaltan contenidos, las presencias y ausencias, la escuela como institución reproductora de exclusión.
La no violencia como utopía.
La economía nacional y el aumento progresivo de la pobreza de sectores amplios de la sociedad, la exclusión como resultado colateral, la cosificación de la conciencia de los explotados y el festín de la riqueza en pocas manos.
El Estado, la milicia, la deificación de la empresa al amparo del poder y la impartición popular de la injusticia. El dinero también es un arma.
El tablero de los partidos políticos, la causa política social para ganar elecciones, 1968 y 2014, sus múltiples focos de impacto, la memoria histórica que se niega a fenecer.
Las emociones del “Ni perdón ni olvido”, la revisión de los hechos, la formación de la conciencia histórica y política de los estudiantes del hoy, el necesario acercamiento a las teorías filosóficas que habilitan la lectura particular de la Historia.
Los iconos y causas por defender hoy. El compromiso necesario y el liderazgo de los estudiantes para transformar las cosas, su participación necesaria en la transformación de la sociedad hacia la justicia.
La no violencia física, ni simbólica, los derechos humanos fundamentales y la prospectiva de igualdad como meta por alcanzar.
El espíritu de Mahatma Gandhi, abogado líder de la no violencia; las prácticas educativas y sus formas particulares de autoritarismo y negación, las habilidades sociales por formar y la construcción de los puentes necesarios para una sociedad diferente e integradora.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

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