La maestra de educación especial y su intervención educativa: un acercamiento a la innovación

 en Invitados

Luz Alejandra García Regalado*

El campo de la educación especial ha tenido diversos cambios a través del tiempo en la forma de llevar a cabo el trabajo. Se han hecho diversas modificaciones para brindar una mejor atención a los alumnos y alumnas que requieren más apoyo, principalmente a aquellos que presentan discapacidades, aptitudes sobresalientes y trastornos generalizados del desarrollo. La educación especial surgió de la necesidad de decir –todos tenemos los mismos derechos, todos somos diferentes, cada quien aprende de diferente manera–.
Hablamos mucho de diversidades pero cuando estamos dentro de una escuela y principalmente en el aula especial nos encontramos con una planeación diseñada para un determinado número de alumnos. En donde no se respeta ritmo, ni estilo de aprendizaje. Y en donde el tiempo es el más importante al revisar un determinado contenido se aprenda o no. La situación es revisarlo y decir que se ha visto. Pero qué pasa con aquellos alumnos que requieren de un mayor apoyo y tiempo para apropiarse de los aprendizajes. En ocasiones el hecho de que un alumno no aprenda es la justificación de que tiene alguna discapacidad, él no va a aprender como los demás.
Se busca que estos alumnos se integren e incluyan a la sociedad, en específico al ámbito educativo ya que les va a permitir adquirir y desarrollar conocimientos, habilidades y valores para ser ciudadanos que puedan enfrentar las diferentes situaciones de la vida social y personal.
Al incluirlos en las escuelas nos encontramos con algunos docentes que comentan que no están preparados para atender a los alumnos que presentan alguna discapacidad, que es complicado ya que tienen demasiados alumnos y carga administrativa hasta no poder.
En algunas escuelas regulares se cuenta con el servicio de educación especial USAER (Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular). Pero, ¿por qué aunque se cuente con el servicio no se logra que sean incluidos? Por tanto como docente de educación especial es importante analizar la práctica docente la cual es entendida como las acciones realizadas por el maestro, las cuales tienen una intención qué es enseñar y favorecer el aprendizaje de los alumnos de acuerdo a sus necesidades, intereses, edad, contexto, etcétera. Pero, cómo saber sí la intervención didáctica del docente va encaminada a potenciar el desarrollo del niño y/o adolescente. Con base en esto, considero que es fundamental que el maestro sea un investigador de su propia práctica para que de esta manera identifique, analice y reflexione su quehacer docente y mejore o transforme su práctica. ¿Cómo va lograr esto? Investigando su práctica y vinculando e interpretando la teoría con la experiencia.
Entonces, para conocer la práctica educativa se debe tomar en cuenta que es un proceso continuo y gradual y que la investigación cualitativa va a ser nuestra aliada para tener un acercamiento más directo con el investigado, el contexto y el investigador. Pero, no vamos a dejar de lado la investigación cualitativa ya que nos apoya en la recolección de datos confiables y rigurosos, entre otros. Cuando innovas en el campo de la educación especial inicias con tener una postura abierta ligada a la investigación de las prácticas educativas.

*Estudiante de tercer semestre de la MEPE de la BCENOG.

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar